A juicio de observadores del mercado minero, el nombramiento de Rodrigo Vergara a la cabeza de la estatal tendría de bueno y de malo. Los pro serían que es estrechamente cercano a Piñera, escuchado por el mandatario. Además se su acabado conocimiento de la economía.
Era uno de los nombres más esperados para aparecer en el gabinete, particularmente en el Ministerio de Hacienda, pero Felipe Larraín se quedó con el nombramiento y de paso, el expresidente del Banco Central y vocero económico de Sebatián Piñera, Rodrigo Vergara quedó mirando.
Las versiones de por qué estando de finalista quedó fuera de la cartera que maneja la billetera fiscal apuntan a que Vergara no fue ungido como secretario de Estado por dos factores: su falta de experiencia política y una evaluación negativa de su desempeño en los debates con Osvaldo Rosales, el jefe programático de la campaña de Alejandro Guillier.
Pero su nombre sigue resonando aunque ahora en otros escenarios. El fin de semana medios especializado comentaron que al expresidente del Central se le había ofrecido la alternativa de asumir Economía, pero que el economista la habría desechado.
Con todo, su apellido suena ahora en otros pasillos. Allegados al sector minero han oído que un hombre como él podría ser el reemplazante de Óscar Landerretche, quien ya habría manifestado a diferentes representantes del sector que tras la elección de Sebastián Piñera como el próximo Presidente, no tendría sentido que optara por mantenerse en la compañía.
Desde diciembre que ha trascendido que Piñera ya buscaba nombres para la estatal, entre quienes sonaban Joaquín Villarino, que preside el Consejo Minero y Patricio de Solminihac, gerente general de SQM.
A juicio de observadores del mercado minero, el nombramiento de Rodrigo Vergara a la cabeza de la estatal tendría de dulce y de agraz. Los pro serían que es estrechamente cercano a Piñera, escuchado por el mandatario. Además se su acabado conocimiento de la economía.
Los contra, quizás similares a los que lo alejaron de Hacienda: su poca fortaleza comunicacional. Este año será particularmente duro para Codelco en materia de las negociaciones colectivas que deberá enfrentar la cuprífera: un total de nueve contratos serán revisados. La joya de la corona: la negociación de El Teniente, la mina ícono de la minera.
«Se necesita no sólo un buen gerente sino un hábil negociador, que sepa mediar, parar la cosa cuando se venga pesada la mano y golpear la mesa», dice una fuente del rubro, que agrega que éste podría ser el punto débil de Vergara.
La opinión generalizada en la industria minera es que tampoco el perfil requerido es de un técnico. El próximo presidente de Codelco debe tener, además, una buena red de contactos políticos.
Ahora como de intenciones no vive el hombre, también restaría que Vergara se convenciera de aceptar este tipo de cargo en el gobierno. Conocedores comentan que estaría dubitativo en cuanto a sumarse a la era Piñera de la mano de un puesto de este perfil.
