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Análisis: Cuentas externas y tipo de cambio: ¿nuevas presiones devaluatorias?


El tipo de cambio ha escalado a niveles superiores a los que requería el actual ciclo de la economía chilena.  Con el actual nivel del dólar observado, según nuestra estimación, el Tipo de Cambio Real (TCR) sería cerca de un 10 % superior en relación al promedio de la última década, lo que significa una devaluación real claramente superior a la necesaria.

Esto queda respaldado por dos aproximaciones alternativas que muestran que el actual nivel del TCR se encuentra sobre su nivel de equilibrio. Primero, la estimación del Déficit en Cuenta Corriente para este año apunta a un Déficit de sólo 1,6 %, inferior al nivel promedio histórico y por debajo de lo recomendado para una economía que pretende un crecimiento rápido.

Un segundo criterio es el de la relación entre TCR y Términos de Intercambio. La proyección para el cuarto trimestre de este año apunta a que este indicador se ubicaría algo por sobre el promedio histórico de la última década, lo que sería consistente con un TCR también en torno a su promedio histórico, y no cerca de diez por ciento por sobre el promedio como el observado en la actualidad. 

En el contexto anterior, preocupa la presión al alza que sigue mostrando el dólar en el mercado local. Estas presiones podrían incluso exacerbarse en un escenario de alza más pronta en la tasa de política monetaria en Estados Unidos y/o en la mantención de un bajo crecimiento interno que despierte expectativas de bajas adicionales en la TPM en nuestra economía en el transcurso de los próximos meses.

Ello porque lo normal es que un alza adicional en el tipo de cambio se traduzca principalmente en mayores presiones inflacionarias y no en mayor tipo de cambio real. 

En un escenario opuesto, la postergación del inicio del alza en las tasas de política monetaria (TPM) en Estados Unidos, junto con una mejoría en las expectativas económicas internas, asociadas por ejemplo a un cambio en el escenario político, podrían motivar un ajuste a la baja en el tipo de cambio observado, lo que sería más concordante con la trayectoria de largo plazo del tipo de cambio real de nuestra economía.

Con todo, aunque no puede descartarse un ajuste adicional al alza en el tipo de cambio, es importante entender que dicha tendencia llevaría a alejar aún más, hacia arriba, el tipo de cambio real respecto al que corresponde a los fundamentos de nuestra economía. 

Tomás Izquierdo Silva 
 
(Este análisis apareció originalmente en el informe mensual de diciembre de la consultora Gemines)
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