Publicidad
El nutrido informe de Gemines: posibles amenazas externas, el blindaje de la economía chilena y la pérdida del control de la agenda MERCADOS

El nutrido informe de Gemines: posibles amenazas externas, el blindaje de la economía chilena y la pérdida del control de la agenda

Análisis de la prestigiosa consultora de Sanhattan señala que, aunque no se han materializado los riesgos geopolíticos globales y regionales, permanecen como amenaza latente. Pese a eso, el documento afirma que «son varios los elementos que ‘blindan’ en algún grado a nuestra economía, destacando que el buen precio del cobre se va a mantener, asociado al alto dinamismo económico mundial y las mejores expectativas internas se están materializando en una recuperación en el ritmo de crecimiento». En lo político, resalta que «en esta segunda temporada, el Presidente Piñera ha dado el tono mucho más que su elenco ministerial» y que los constantes errores, en particular del titular de Hacienda, le están «golpeando bajo su línea de flotación, basada en la eficiencia y la gestión», porque en esas condiciones «es difícil liderar un discurso de austeridad y responsabilidad fiscal».


El entorno económico internacional está bastante “líquido”, aunque aún favorable para nuestra pequeña y abierta economía. Con esa analogía la consultora Gemines, liderada por Alejandro Fernández y Tomás Izquierdo, resume –en el informe mensual que envía a sus clientes– lo ocurrido en las últimas semanas.

En la parte económica, el informe correspondiente a mayo plantea que en el mundo se «mantiene un alto dinamismo, con crecimiento bastante generalizado tanto en el mundo desarrollado como en el emergente y en las distintas zonas geográficas», mientras que, en lo geopolítico, los mercados «están cada vez más acostumbrados, y ya casi insensibles, a sorpresas provenientes de la administración Trump, donde periódicamente se realizan anuncios que generan amenaza al orden económico y político global».

Respecto a Estados Unidos, el documento indica que el sostenido crecimiento comienza también a generar amenazas sobre el mercado, que mientras algunos –apegados a las estadísticas históricas– auguran que la principal economía del mundo se aproxima inexorablemente a un ciclo recesivo, otros están cada vez más preocupados por las presiones inflacionarias asociadas a un crecimiento bastante sostenido sobre el potencial, con una economía que goza de pleno empleo.

En ese sentido, la inflación y los movimientos que realice la FED en el país del norte tienen en vilo a los mercados, sobre todo emergentes, luego que, por ejemplo, el bono del tesoro a 10 años ahora está rondando el 3,0%, lo que junto con una relativa debilidad en el crecimiento europeo el primer trimestre, ayuda a explicar una importante apreciación del dólar en los mercados globales.

Dicho fortalecimiento de la divisa estadounidense ha tenido una víctima principal: Argentina, que tuvo que volver a recurrir al FMI por un rescate, ante el desplome de su moneda y una tasa de 40% por parte de su banco central.

«En suma, aunque no se han materializado a nivel crítico los riesgos geopolíticos globales y regionales, permanecen al acecho, como una amenaza latente que impide una mayor tranquilidad y confianza en los mercados», analiza Gemines en su informe.

Pese a estos factores, señalan que «son varios los elementos que ‘blindan’ en algún grado a nuestra economía de los ajustes financieros antes señalados. Primero, el escenario más probable apunta a que el buen precio del cobre se va a mantener, asociado al alto dinamismo económico mundial. Segundo, las mejores expectativas internas se están materializando en una recuperación en el ritmo de crecimiento, cuya inercia se mantendrá –al menos– el presente año y el próximo, en ausencia de un marcado deterioro en el escenario global y/o regional».

[cita tipo=»destaque»]“Lo que no se esperaba es que fuesen los ministros (algunos obviamente), los que ocuparan el espacio de los errores no forzados, entregando en bandeja a una desarticulada oposición la posibilidad de articular un discurso fiscalizador, logrando llenar un vacío de ideas o propuestas porque simplemente nos las había. No existe ni siquiera un liderazgo en el sector, que hoy puede empezar a armarse desde esa postura. El Gobierno ha perdido el control de la agenda y extrañamente su demora en retomarlo le está golpeando bajo su línea de flotación, basada en la eficiencia y la gestión. Es difícil liderar un discurso de austeridad y responsabilidad fiscal como ejes centrales, dado el tremendo error del ministro que debe encabezarlo, quien logró que el conflicto creciera y se convirtiera en un incendio mayor. Puede ser una nimiedad en términos de monto y solo un error administrativo, pero lo simbólico es de un enorme peso en la sociedad de hoy, algo que este Presidente y su equipo parecen haber entendido hace rato. Hay que entenderlo: ya nadie deja pasar nada”, destaca el informe de Gemines.[/cita]

Sobre las últimas cifras del Indice de Actividad Mensual Económica, que el Gobierno observó de manera positiva pero llamando a la mesura, Gemines apunta que “sin embargo, a pesar de que los datos sectoriales no fueron del todo satisfactorios, el IMACEC sorprendió positivamente, al registrar un alza de 4,6%, una décima por sobre nuestra proyección y de 6,1% en términos desestacionalizados y corregido por el número de días hábiles que en marzo fueron dos menos que en el mismo mes del año pasado. Es cierto, por otro lado, que el resultado de la cifra sin ajuste estacional se explicó principalmente por el explosivo crecimiento del sector minero, 31,7%, resultado de la muy baja base de comparación por la huelga de La Escondida el año pasado. Respecto de este resultado, el de la actividad no minera parece muy modesto (2,9%), pero respecto de una base relativamente exigente”.

El informe de mayo ve con buenos ojos las cifras de empleo, pese que volvió a subir en marzo (hasta 6.9%), y se destaca que la ocupación crece y se reduce en la otra por la relevancia de empleos por cuenta propia. Respecto a la inflación, en tanto, manifiestan que “es probable que la inflación se ubique dentro del centro del rango meta, lo que se hace más probable aún, si la recuperación en el ritmo de crecimiento sigue concretándose y si, por factores más bien externos, el tipo de cambio se mantiene o sube algo más respecto de sus actuales niveles (625 pesos/US$)”.

Escenario político

La agudeza de los análisis que caracterizan a los informes de Gemines, hace que se considere que «lee» bastante bien la situación política. Como si se tratase de una serie como House of Cards, el documento plantea que «en esta segunda temporada, el Presidente de la República Sebastián Piñera ha dado el tono mucho más que su elenco ministerial».

En su informe de marzo, la consultora había delineado claramente las tareas en que consideraba que el Gobierno tenía que alinearse: despejar la incertidumbre en materia tributaria, laboral, previsional y de regulación medioambiental, “para afianzar la confianza empresarial y la recuperación de la inversión y el crecimiento”.

Sumarle agenda social a todo ello era un must. Sobre lo anterior creen que “es pronto para hacer diagnósticos. De hecho, en los próximos meses deberíamos tener más claridad respecto a las prioridades que pondrá el gobierno en su período, a partir del mensaje presidencial del 21 de mayo (que ahora es el 1 de junio) y del plan fiscal que debe presentarse antes del 10 de junio próximo”.

Pero esas palabras no les dejan ajenos a la evaluación. Gemines afirma que Piñera lo ha hecho bien o, al menos, mejor que el gabinete, con pequeños guiños desde donde abordar temas sensibles para la ciudadanía, como el caso migraciones. “Gestos gratuitos pero significativos, como sacar las vallas papales que rodeaban La Moneda, hasta otros relevantes, como avanzar en temas valóricos y de género, haciendo un gesto al progresismo de izquierda. Interesante el inicio de un plan más ambicioso para La Araucanía, liderado por el ministro Moreno, la reestructuración de Carabineros o el tema también sensible del proyecto que apunta a la imprescriptibilidad de los delitos de abuso sexual a menores”, detalla el análisis.

Pero la palmadita en la espalda no llega a los ministros y, particularmente, Gemines critica la actuación del jefe de las arcas fiscales, Felipe Larraín. “Sus ministros se han fabricado autogoles, destacando las declaraciones desatinadas del de Educación o el viaje del ministro de Hacienda a Harvard, pero, a pesar de ello, y en parte porque todavía el gobierno está en período de luna de miel, da la sensación de que la población valora el que se estén abordando temas importantes y postergados por el gobierno anterior, como el de retomar el crecimiento económico o llevar a cabo una agenda ambiciosa en materia de seguridad, todo lo cual, al menos hasta ahora, se traduce en la mantención de un alto nivel de respaldo ciudadano”, agrega.

“Por ahora, y probablemente por un buen tiempo más, el gobierno cuenta con una gran ayuda, cual es una oposición completamente desarticulada y dividida”, sentencia Tomás Izquierdo, gerente general de Gemines, en el documento.

En ese contexto, parece peligroso algo que todo gobierno quiere evitar: la pérdida de control de la agenda, volviendo nuevamente a que las goteras en la gestión de Piñera las puede generar su propio gabinete. “Lo que no se esperaba es que fuesen los ministros (algunos obviamente), los que ocuparan el espacio de los errores no forzados, entregando en bandeja a una desarticulada oposición la posibilidad de articular un discurso fiscalizador, logrando llenar un vacío de ideas o propuestas porque simplemente nos las había. No existe ni siquiera un liderazgo en el sector, que hoy puede empezar a armarse desde esa postura. El Gobierno ha perdido el control de la agenda y extrañamente su demora en retomarlo le está golpeando bajo su línea de flotación, basada en la eficiencia y la gestión. Es difícil liderar un discurso de austeridad y responsabilidad fiscal como ejes centrales, dado el tremendo error del ministro que debe encabezarlo, quien logró que el conflicto creciera y se convirtiera en un incendio mayor. Puede ser una nimiedad en términos de monto y solo un error administrativo, pero lo simbólico es de un enorme peso en la sociedad de hoy, algo que este Presidente y su equipo parecen haber entendido hace rato. Hay que entenderlo: ya nadie deja pasar nada”, destaca el informe de Gemines.

La consultora plantea además que el Gobierno debe estar muy alerta a las señales de los nuevos tiempos, las nuevas demandas, comandadas por las redes sociales, por nuevas generaciones que exigen otra forma de responder a las cosas. “Hay nuevos temas, hay nuevas formas de relacionarse con los otros y la autoridad. El tema de la inmigración, por ejemplo, ya es un asunto cultural que no se puede obviar. La fuerza que está cobrando el feminismo es un ejemplo de ello: jóvenes impulsando a sus mayores a no callar. Hay que estar atento a las nuevas tendencias porque serán claves en las políticas de futuro”, sostiene.

Publicidad

Tendencias