Dijo que objetivo de la actual administración es que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca entre 3,5% y 4%. También entró en la polémica por la sorpresa acerca del mayor déficit estructural con que recibió las cuentas fiscales. Por la mañana, el ex ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, salió a responder la dura crítica que le había hecho José Ramón Valente, el nuevo titular de Economía, acerca del manejo de las finanzas públicas durante el anterior Gobierno. En su presentación, Larraín calificó como “un error lamentable” el hecho de que esta variable sea de -2,1% y no el -1,7% del PIB proyectado en enero de este año.
Felipe Larraín fue el plato de fondo del foro de Icare, donde los pesos pesados del gabinete de Sebastián Piñera –Andrés Chadwick, Alfredo Moreno y el propio Larraín– hicieron su debut ante los empresarios.
El ministro de Hacienda aprovechó para revelar las prioridades que tendrá en su segundo paso por la cartera.
En tal sentido, señaló que se buscará estabilizar la deuda pública, reducir el déficit fiscal y recuperar la calificación de riesgo rebajada el año pasado. Y reiteró que el sector público deberá “apretarse el cinturón”.
“(Vamos a) crear las condiciones para recuperar la clasificación de riesgo país y no porque queramos batir algún récord, sino porque creemos que esta es la forma en que podemos llevar más bienestar a los chilenos”, comentó Larraín.
“No es sostenible que la deuda fiscal se doble cada cuatro años. Ese es el camino del despeñadero”, apuntó el jefe de las arcas fiscales, al resaltar que la deuda pública se duplicó hasta casi un 24 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos cuatro años.
Cabe recordar que en julio del 2017, la agencia Standard & Poor’s aplicó la primera rebaja de calificación al país en 25 años a “A+” desde “AA-“, luego de un largo período de débil crecimiento ante los bajos precios del cobre, el principal producto de exportación. Al poco tiempo hizo lo mismo Fitch. Moody’s bajó la perspectiva a negativa, pero aún recorta. Aunque esta semana advirtió que monitorea con atención lo que hará el Gobierno en sus primeros 12 meses.
Ayer por la tarde, coincidentemente, Fitch emitió un reporte donde pronostica que el déficit del gobierno central caerá a 2,1 por ciento del PIB este año, desde 2,8 por ciento en 2017, principalmente debido a precios más altos del cobre, según informó Reuters.
Larraín reiteró que la meta es crecer entre 3,5 y 4,0 por ciento en promedio bajo su mandato.
El titular de Hacienda aclaró que, aunque han mejorado las expectativas y la confianza empresarial en los últimos meses, el crecimiento económico “no está asegurado”.
Larraín también hizo hincapié en la necesidad de que el crecimiento favorezca a los más sectores más vulnerables de Chile. “Si el país no crece de forma pujante se hace muy difícil que haya desarrollo social. Las dos cosas van de la mano”, sostuvo.
También entró en la polémica por la sorpresa acerca del mayor déficit estructural con que recibió las cuentas fiscales. Por la mañana, el ex ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, salió a responder la dura crítica que le había hecho José Ramón Valente, el nuevo titular de Economía, respecto al manejo de las finanzas públicas durante el anterior Gobierno.
En su presentación, Larraín calificó como “un error lamentable” el hecho de que esta variable sea de -2,1% y no el -1,7% del PIB proyectado en enero de este año. “Sin duda nuestro punto de partida es peor y yo lo lamento. Eso significa que tenemos una situación fiscal estructural que es US$1.100 millones peor”, advirtió.
Eso sí, valoró la forma en que se realizó el proceso de traspaso en Hacienda con Eyzaguirre y sostuvo que, más allá de la discusión que se ha generado en torno a las cifras de déficit estructural, es fundamental destacar la relevancia del Consejo Asesor Fiscal Asesor, creado en 2013. Al respecto, enfatizó que se trabajará en la autonomía de esta instancia y en profundizar las instituciones fiscales.
