A pesar de las ganancias de hoy, los analistas no descartan que las turbulencias se mantengan en las próximas semanas y vuelvan a imponerse las ventas mientras el mercado logra alcanzar un punto de equilibrio.
Después de dos semanas tormentosas, la calma parece haber retornado hoy a la bolsa de Nueva York, que arrancó con sus principales indicadores al alza y mantuvo casi hasta el final la curva ascendente con la que abrió las operaciones.
El signo positivo en las pantallas de Wall Street dio un respiro a los inversionistas agobiados desde comienzos de este mes por los vaivenes que frenaron de golpe las ganancias bursátiles.
Este lunes, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador del parqué neoyorquino, se anotó su segunda sesión en línea de ganancias al avanzar un 1,70 %.
Por su parte, el S&P 500 subió un 1,39 %, con lo que alcanzó su mayor ganancia porcentual de dos días desde junio de 2016, según recordaron expertos.
El índice compuesto del mercado Nasdaq finalizó, a su turno, con un avance del 1,56 %.
Wall Street concluyó el viernes con el retroceso semanal más pronunciado desde hace dos años atribuido por analistas a una corrección del mercado tras los récords alcanzados este 2018 y que llevaron al Dow Jones a superar la cota de las 26.000 unidades.
A pesar de las ganancias de hoy, los analistas no descartan que las turbulencias se mantengan en las próximas semanas y vuelvan a imponerse las ventas mientras el mercado logra alcanzar un punto de equilibrio.
Para los inversores el temor tiene nombre: una posible alza de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) en prevención de un repunte inflacionario que vaya más allá de lo esperado hasta ahora. Pero, al menos por hoy, la volatilidad se detuvo.
También hoy el presidente estadounidense, Donald Trump, presentó su plan para «reconstruir la desmoronada infraestructura» del país, que contempla una inversión de hasta 1,5 billones de dólares en los próximos diez años provenientes de fondos federales y estatales e incluye incentivos para el sector privado.
Del total previsto para financiar la estrategia, 200.000 millones de dólares serán fondos federales que el Gobierno pedirá directamente al Congreso, aunque algunas voces anticipan que no cuenta con muchas posibilidades ya que se presenta después de rebaja de impuestos que se aprobó el pasado año y del reciente acuerdo presupuestario que eleva el gasto social y en defensa.
