La apuesta de la estatal era que la empresa fuera liquidada, todo con el fin de limitar la exposición patrimonial de la entidad.
La intención de la Corporación de Fomento (Corfo) era que la Sociedad de Garantías Recíprocas Confianza, ligada a varios personeros DC y envuelta en una crisis financiera que describió una nota de El Mostrador Mercados, fuera liquidada. La empresa se dedicaba a entregar financiamiento a Pymes que no tenían acceso a financiamiento tradicional, pero el año pasado atravesó una franca crisis que la llegó a declararse en cese de pagos.
La Corfo le prestó a la empresa, mediante fondos, el equivalente a unos US$ 25 millones, más una segunda línea por cerca de US$ 21 millones bajo un sistema de garantías.
Todo el año pasado ambas partes negociaron alguna salida, pero a principios de año la institución liderada por Eduardo Bitran dijo que tras no llegar a un acuerdo, demandarían a la empresa el cobro judicial de al menos los US$ 21 millones.
Para la Corfo resultaba clave que Confianza fuera, ademas, decretada en quiebra. Esto pues la segunda línea de financiamiento que le había entregado (mediante reaseguros, que son una especie de fondos avalados por la Corfo) por 521 mil UF, quedaban sin efecto. Así la exposición del patrimonio estatal disminuía a casi la mitad.
Pero los socios de la firma, entre quienes están el ex intendente de Santiago, Marcelo Trivelli, su hermano Hugo Trivelli y Ernesto Tironi, además de un grupo de ex ejecutivos del Banco del Desarrollo, solicitaron la reorganización judicial de la sociedad, convencidos de que con un plan adecuado, y si la Corfo libera las líneas de financiamiento que les tiene congeladas, la empresa tiene viabilidad.
A juicio del grupo, fue precisamente la excesiva tramitación de la Corfo en la entrega de recursos lo que ahogó sus finanzas, al punto de que a fines del año pasado informaron a la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif) que se encontraban en default.
Y tras las gestiones al menos tendrán un respiro, pese a que la alternativa no es del gusto de la Corfo. Esto pues el pasado 20 de enero, en el 25 Juzgado Civil de Santiago, aprobó la reorganización judicial de la empresa. Como veedor del proceso fue designado Francisco Javier Cuadrado.
Ahora resta que se complete la verificación de créditos de la compañía, pero también conocer qué contraofensiva tomará la Corfo para no seguir aumentando su exposición patrimonial a través de las garantías que otorgó a Confianza y que hoy si podrán, en parte, ser exigidas.
