Si bien está en línea con lo esperado por el mercado, el emisor señaló que «siguen presentes los riesgos de un retraso en la convergencia de la inflación asociados a la persistencia en su bajo nivel actual», añadiendo que de ser necesario podría dar un impulso monetario.
Tal como era esperado, a tres días de las presidenciales, el Consejo del Banco Central de Chile acordó mantener la tasa de política monetaria en 2,5%, luego de su reunión mensual de política monetaria
En su ya tradicional comunicado, eso sí, destacó que «siguen presentes los riesgos de un retraso en la convergencia de la inflación asociados a la persistencia en su bajo nivel actual, por lo que de ser necesario, el Consejo adecuará oportunamente el impulso monetario», con lo que vuelve a dejar la puerta abierta ante un eventual recorte en la TPM.
De acuerdo al análisis del BC, en el plano externo, «las cifras de actividad del mundo desarrollado siguen indicando una recuperación sincronizada, aunque con niveles de inflación que se mantienen bajos. Las políticas monetarias evolucionaron acorde con lo esperado. En este contexto, las condiciones financieras globales no muestran grandes cambios». Añade que «Los precios de las materias primas han tenido evoluciones dispares. El precio del cobre, con vaivenes, está en niveles algo menores a los de un mes atrás».
En el plano interno, en tanto, señala que las expectativas de inflación no tuvieron mayores cambios y que los datos de actividad y demanda de comienzos del cuarto trimestre «fueron coherentes con el escenario base del IPoM y siguen dando cuenta de la debilidad de la actividad no minera y en particular de los sectores ligados a la inversión en construcción», destacando además que el mercado laboral continúa mostrando «dinamismo de la ocupación por cuenta propia y una debilidad del empleo asalariado».
Cabe destacar que las acciones cayeron hasta 9 por ciento y la confianza empresarial disminuyó después de que Piñera no consiguiera una ventaja dominante en la primera vuelta de las elecciones. Esa reacción preocupó a los estrategas monetarios, que confían en un crecimiento económico más rápido el año próximo para volver a colocar la inflación en el rango objetivo.
«No hay sorpresa en una decisión o declaración que mantiene la puerta abierta a potenciales reducciones de tasas», dijo antes de la decisión de hoy Felipe Alarcón, economista jefe de EuroAmerica en una entrevista con Bloomberg. «Seguimos siendo escépticos de nuevas reducciones de tasas dada nuestra expectativa de un repunte en la economía».
