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El mercado de futuros de Chicago estrena contratos de bitcoin y la pregunta de los inversores es cuánto debe valer

El mercado de futuros de Chicago estrena contratos de bitcoin y la pregunta de los inversores es cuánto debe valer

Aaron Brown, columnista de Bloomberg, dice que la historia de las startups indicaría el valor. Su debut en el mayor operador de contratos de derivados del mundo es un reconocimiento de que la moneda virtual está para quedarse. El meteórico ascenso del bitcoin está obligando a los analistas a buscar un método para estimar el valor fundamental de las criptomonedas. Hasta ahora, no hay acuerdo sobre un estándar global, pero es improbable que los bitcoins pierdan su papel de liderazgo en el corto plazo.


El meteórico ascenso del bitcoin está obligando a los analistas a buscar un método para estimar el valor fundamental de las criptomonedas.

Anoche el mercado de derivados y futuros de Chicago activó las primeras herramientas específica para negociar contratos de futuros de la criptomoneda. Se anticipa que las operaciones serán limitadas, con solo tres contratos mensuales -en enero, febrero y marzo.

Hasta ahora, no hay acuerdo sobre un estándar global, pero es improbable que los bitcoins pierdan su papel de liderazgo en el corto plazo. No obstante, hay un amplio margen para los aspectos negativos si las criptotecnologías no proporcionan el valor económico anticipado, o si ese valor no queda capturado en una apreciación del bitcoin.

Me inclino a anclar el valor del bitcoin al enorme cuerpo de código escrito por los desarrolladores de criptomonedas. No solo el código de bitcoin, sino también el código de otras criptomonedas, tokens y activos; además de las aplicaciones para gestionarlos. Piense en esto como 1.000 startups de Silicon Valley. Muchas fracasarán. Pero algunas podrían tener éxito, y quizás algunas tengan un éxito espectacular. Además, se están introduciendo nuevas ideas todos los días.

Realizo evaluaciones de bitcoin desde 2012. (Divulgación completa: soy dueño de bitcoins y otras criptomonedas). Inicialmente, me centré en la transferencia de dinero y la reserva de valor. Desde entonces, han surgido criptomonedas superiores para ambos propósitos, y las compañías financieras existentes están desarrollando la competencia de la cadena de bloques y las criptomonedas. Incluso si la tecnología bitcoin se generaliza, es probable que la captura de valor sea lograda por las compañías de tecnología financiera existentes, o por las criptomonedas de segunda generación, o el valor puede distribuirse gratis.

El valor del bitcoin reside en ser una moneda para financiar otras innovaciones en este ámbito. En los últimos cinco años, gran parte de la energía creativa de los mejores desarrolladores del mundo se ha dedicado a escribir código en el universo de las criptomonedas. La financiación se realiza principalmente mediante bitcoins, y cuando los beneficios se devuelven a los inversores, si esto ocurre, es probable que se haga en bitcoins. Es inverosímil que esta moneda sea reemplazada en este rol dada la enorme infraestructura que se ha construido a su alrededor y la necesidad de una norma global.

Pero los capitalistas de riesgo tradicionales persiguen los mismos beneficios, y muchos desarrolladores de criptomonedas no creen que necesiten una conexión compartida con el sistema financiero existente.

Una analogía son las opciones sobre acciones de las compañías de Internet de 1990-1995. Las empresas no estaban formadas, generalmente no tenían activos ni ingresos, ni tampoco ideas claras sobre cómo obtenerlos. Las opciones sobre acciones no estaban bien definidas desde el punto de vista legal; reflejaban la confianza en un grupo y una idea. Había miles de estas “monedas”. Las empresas tradicionales contrataban a desarrolladores a cambio de efectivo, y perdían frente a rudimentarias startups que obtenían financiamiento y pagaban a los desarrolladores en opciones. Surgió una nueva generación de capitalistas de riesgo que pagaban en efectivo por las acciones de estas compañías en ascenso, sin pasar por Wall Street. Las acciones y las opciones sobre acciones se usaban para comprar y vender servicios con otras startups de Internet, o para comprar y vender las propias compañías.

Luego, el 9 de agosto de 1995, llegó el Big Bang: la salida a bolsa de Netscape. Por primera vez, la economía de las opciones sobre acciones se encontró con las finanzas tradicionales. Fue en ese momento cuando las compañías de Internet pudieron valorarse en dólares. Los inversores tradicionales no se lanzaron a comprar opciones sobre acciones de miles de startups de garaje, pero pujaron frenéticamente por las acciones de las pocas empresas que cotizaban en bolsa. Ese capital encontró su camino hacia las empresas más pequeñas indirectamente. El precio de las acciones de Netscape no se basaba en los ingresos de la tecnología principal de Netscape, sino en el deseo de los inversores de estar expuestos a las nuevas empresas de Internet en general.

Si bitcoin es la moneda de financiación de la próxima generación de protocolos de Internet, puedo calcular aproximadamente su valor. Internet representa el 6 por ciento de la economía mundial y el mundo de las criptomonedas tiene el potencial de expandir significativamente el valor de la actividad de Internet y de agregar nuevas actividades valiosas. Tal vez sea una conjetura razonable asignar un 2 por ciento de la economía a actividades criptográficas financiadas a través de bitcoin. Los inversores podrían esperar recibir la mitad de los ingresos netos de las empresas. El capital accionario en transacciones normalmente representa entre el 50 y el 100 por ciento de la actividad económica de un año. Entonces, si tomo el 2% del PIB global de US$75 billones, lo divido entre dos para la parte destinada a los inversores, lo multiplico por 70% para obtener el valor de bitcoin necesario para respaldar esa actividad y lo divido entre 21 millones de bitcoins, obtengo la cifra de US$20.000 por moneda.

Puede hacer retoques a estos cálculos y obtener valores entre US$2.000 y US$200.000. Salirse de este rango supone rechazar mis suposiciones. Creo que es inverosímil que los bitcoins sirvan como puerta de entrada a un sector económico significativo conducido en términos criptográficos a un precio inferior a US$2.000, o que la gente pague más de US$200.000 por ese servicio.

Los escépticos del bitcoin son libres de aferrarse al cero como valor, y los verdaderos creyentes pueden predecir que los dólares serán reemplazados para que los bitcoins tengan un valor infinito en términos de dólares. Pero si aceptamos que los bitcoins serán la fuente principal que financia a las criptoempresas, y que esas empresas tendrán un éxito sólido pero no cambiarán el mundo, los precios actuales de bitcoin parecen ser consistentes con conjeturas razonables sobre el futuro. Con el creciente interés institucional en bitcoin, estamos a punto de tener nuestro Big Bang y descubrirlo.

-Aaron Brown es un exdirector gerente y director de investigación del mercado financiero de AQR Capital Management.

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