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No todo lo que brilla es oro: déficit fiscal será menor a proyección del Gobierno, pero uno de los factores claves enciende alarma entre economistas

Informe del BBVA señala que la fuerte alza en el precio del cobre y un frenazo en el gasto fiscal evitarán que el déficit aumente, pero ese freno en el gasto ha venido acompañado de una fuerte caída en la inversión pública. También preocupa el hecho de que los ingresos fiscales de los contribuyentes no mineros tuvieron un crecimiento interanual nulo en octubre.


El déficit fiscal este año será menor a la proyectado por el Gobierno, pero uno de los factores claves da para preocuparse.

Al menos esa es la conclusión de un informe del BBVA, que proyecta un déficit de 2,6% del PIB, levemente inferior a la proyección del Ejecutivo en el debate sobre el Presupuesto (2,7% del PIB). «Para alcanzar nuestra proyección, la suma de los déficits de noviembre y diciembre debiese ser de aproximadamente US$ 3.500 millones, los que son financiables sin inconvenientes por el total de Otros Activos del Tesoro disponibles a la fecha», consigna el documento.

El equipo que lidera Jorge Selaive puntualiza que hay dos factores detrás de sus cifras: los mayores ingresos del cobre y el freno del gasto fiscal.

Pero es precisamente ese freno en el gasto el que preocupa al BBVA, ya que se ha traducido en una «preocupante caída en la inversión pública». El informe señala que la caída en la inversión pública en octubre fue de 13,3%, acumulando en 12 meses un desplome de 11,9%.

«El análisis de las cifras deja en evidencia que el gasto de capital está siendo la válvula utilizada para cumplir con el Presupuesto», refiere el documento. Pero apunta asimismo a mala gestión. Al respecto, dice que la incapacidad de algunos ministerios para ejecutar los montos aprobados de inversión es algo también para preocuparse. Al 31 de octubre, en Salud solo se ha ejecutado el 59,6% de lo asignado y en Educación apenas la mitad.

El documento indica que un crecimiento del gasto de 1,1% a/a en octubre «significa un freno abrupto respecto al acumulado hasta septiembre (5,4% a/a)». Y explica que, para que el gasto total 2017 crezca 4,6% como proyecta el Gobierno, el aumento de noviembre y diciembre no puede superar 3,8% anualizado.

Añade que la gran perjudicada por el freno al gasto es la inversión pública. En octubre el gasto de capital se contrajo 13,3%. Fue el cuarto mes consecutivo, y por sexta vez en el año, en que la inversión del sector público tuvo una incidencia negativa sobre el total. «De esta forma, la inversión pública acumula un retroceso de 5,7% a/a en lo que va del año, lo que contrasta con el aumento de 6,9% a/a acumulado del gasto corriente», detalla el documento del BBVA.

Los economistas de la entidad dicen que la cifra es preocupante, «toda vez que el ritmo de ejecución de la inversión pública comienza a ir por debajo de lo observado en 2016, año en que el total de inversión terminó subejecutándose». Y hacen hincapié en que, en 12 meses, la caída real del gasto de capital es de casi 12% a/a.

Boom del cobre un alivio

Los ingresos del cobre aumentaron en forma significativa en agosto, señala el informe, lo que «fue un alivio, dado que los ingresos tributarios no mineros están creciendo modestamente», y considerando que no habrá «aumentos por efectos puntuales como en años anteriores (registro de capitales, FUT histórico)». Eso hará –afirma BBVA– que no se registre un nuevo aumento del déficit fiscal este año.

Según sus cálculos, el alza del precio del cobre durante la segunda parte de 2017 ha aportado del orden de 0,4% del PIB a los ingresos fiscales. Y, sin este efecto, el déficit fiscal de este año habría superado 3% del PIB.

Los ingresos fiscales provenientes del cobre crecieron 323,3% a/a, «consolidando una senda de altas tasas de crecimiento desde agosto». El aumento se ha traducido en mayores traspasos de Codelco por Ley Reservada del Cobre y pagos provisionales. A eso hay que sumar los mayores aportes pagados por las empresas mineras privadas.

También para alarmarse –apunta el informe– es el hecho de que los ingresos fiscales de los contribuyentes no mineros tuvieron un crecimiento interanual nulo en octubre. «En el cuarto trimestre, dicho mes era el de bases de comparación más favorables, por lo que un crecimiento nulo preocupa, y aumenta las probabilidades de tener variaciones anuales negativas en noviembre y diciembre», precisa.

Agrega que podría deberse a que durante el año pasado hubo ingresos «asociados al impuesto sustitutivo del FUT, que se dieron a finales del año 2016 y no se repiten este 2017».

Sin embargo, advierten que este crecimiento nulo «refleja que otros ingresos, como lo deberían ser el IVA o los PPMs pagados por las empresas, no están redituando al nivel esperado».

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