Publicidad
Con el timón a la izquierda, gremios de empresarios se ven forzados a reajustar agenda ante nuevo escenario electoral Apostaban a una victoria de Sebastián Piñera

Con el timón a la izquierda, gremios de empresarios se ven forzados a reajustar agenda ante nuevo escenario electoral

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
Ver Más

Los resultados de las elecciones sorprendieron a todos los actores políticos, pero también a las cúpulas empresariales. Mantenerse calmados y no sobrerreaccionar, ha sido parte del mensaje. El voto masivo para el Frente Amplio dejaría en evidencia una crisis de confianza que, aseguran, ya estaban leyendo. Otro dilema: con quién dialogar en el equipo de Guillier.


Hace unas pocas semanas los empresarios más connotados se reunieron en dos eventos clave donde se mezcla la política y los negocios. En la tercera semana de octubre, la Sofofa e Icare organizaron sus encuentros anuales. Ambos contaron con la presencia de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet.

Los empresarios, liderados por Bernardo Larraín Matte, timonel de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), y Alfredo Moreno, líder de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), hablaron de cambiar el tono. Ambos llegaron a la presidencia de los dos gremios más importante de Chile con una agenda reformista y convencidos de que la empresa tiene que cambiar la forma en que se relaciona con la sociedad para volver a ser un actor legítimo.

En ese entonces, Larraín Matte concentró su discurso en los desafíos del gremio para reivindicar su rol público y aportar al país a través de un diálogo público-privado. El golpe de timón fue resaltado al inicio de su discurso por la propia Mandataria: “Considero valioso que en esta ocasión la Sofofa haya introducido cambios de forma y tono, porque es una señal interesante, pues va en la dirección correcta: la que tiene toda organización de revisar sus prácticas y acercar las miradas con la sociedad tal como es hoy”.

En los encuentros, que se complementaron esa semana con el Enade 2017, Larraín planteó la urgencia de modernizar el Estado y habló de la convergencia en algunos puntos: mejorar el proceso para diseñar, formular y evaluar el impacto de las políticas públicas; modernizar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental; y resolver las inconsistencias regulatorias sectoriales.

La apuesta de los gremios más influyentes de Chile, además, indicaba que la escucha y continuidad de este acuerdo improvisado seguiría en pie, más aun con Sebastián Piñera llegando a La Moneda, que –sottovoce– era la apuesta de todos. Más allá de que era un voto racional y no con emoción.

Pero los cálculos fallaron y las elecciones, con un claro giro a la izquierda, representan un desafío para la continuidad de la esperada “modernización” planteada por los gremios. Una veintena de diputados del Frente Amplio (FA) será la contraparte de las empresas en un Parlamento que revisará reglamentos y leyes que podrían, a juicio de los empresarios, afectar al crecimiento económico o propender a él.

A eso se suma que el precio que cobraría el FA para dar su apoyo a Alejandro Guillier sería «No + AFP», nueva Ley de Pesca y cambios radicales a las isapres.

¿Un diagnóstico errado?

Los resultados de la elección del pasado domingo impactaron con fuerza al interior de los gremios,  no solo a los bancos de inversiones o a los analistas. Lo primero ha sido –sin muchos días para madurar la idea– descifrar qué significa que el 20% de la población haya votado por Beatriz Sánchez.

Eso, en relación con que el discurso de la candidata del FA fue particularmente duro con las empresas: habló de impuestos adicionales a los súper ricos y los dejó ‘marcando ocupado’ cuando en Enade cedió parte de su tiempo a ME-O, a través de la proyección de un video del candidato y que tensó los ánimos.

“Creo que hay que afinar la lectura de la votación del Frente Amplio”, dice un dirigente gremial, quien agrega que hay que realizar un diagnóstico de ese malestar para entender qué representa esa votación. La conclusión es que el número de votos fue sorpresivo, pero que el pulso respecto a las demandas de la ciudadanía y su relación con los empresarios no cambia demasiado: falta de confianza y la necesidad urgente de cambios, algo que los dirigentes gremiales aseguran tener ya internalizado.

El llamado a la calma al interior de la Sofofa ha sido estos días en torno a no sobredimensionar el diagnóstico. El ‘recado’ es que hay que mantener en pie la tesis del progreso y no del malestar. El mensaje además es que, si bien parece sorpresivo que Alejandro Guillier pueda ascender a la Presidencia, la agenda del gremio debe seguir adelante, independientemente de quien gobierne. Una actitud que demuestra cierta neutralidad política, esto aunque es evidente que hay nuevos factores que poner sobre la mesa y algunos asuntos que incomodan.

Dentro de los factores a poner en análisis está la pérdida de la centroderecha y que se hace urgente cambiar la forma en que las empresas se relacionan con la sociedad. Los gremios que son parte de la CPC comparten que también el votante de Sánchez ratifica los síntomas del mismo paciente. Una necesidad de cambios urgentes en la relación, no solo de la empresa, sino particularmente de la política.

Como ejemplo, dicen, llama la atención el fenómeno ocurrido en Puente Alto. Una de las comunas más populosas de Chile, donde la candidata del FA venció a Sebastián Piñera. “Es una comuna donde la gente votó por Ossandón y sacó diputada a Ximena Ossandón, que dijo que un sueldo de $ 4,5 millones era reguleque. Entonces, esa gente se mueve más por una convicción popular que por el hecho de que quiere entrampar a las empresas o que se termine con todo lo establecido o porque esté en total acuerdo con el programa de Beatriz Sánchez”, analiza otro dirigente.

Asimismo, el llamado es a mirar el Parlamento en su conjunto. Si bien 20 diputados del Frente Amplio se suman al Congreso, también Chile Vamos logra un avance. El análisis del fenómeno no solo viene de la mano del evidente giro a la izquierda de los votantes. El arrastre de Kast sorprendió, pero al interior de la CPC y la Sofofa no creen que sea representativo de un sector empresarial, ello pese a la barra que acarreó el candidato conservador en el último Enade. Para los empresarios, este ‘arrastre’ se debe más bien a un sector conservador religioso, que no debería intervenir en su propuesta de modernización o en su relación con el Gobierno.

A juicio de las organizaciones, además, los nuevos integrantes del Congreso tienen aún “un camino político largo por construir, no será algo instantáneo”.

No es magia

Independientemente de que el objetivo no es radicalizar el discurso, menos rompiendo con la neutralidad que ha intentado demostrar frente a la batalla política, la preocupación del sector gremial se expande cuando la pregunta ha sido hasta dónde es posible radicalizar el discurso y, con ello, verse afectada su relación con el poder político.

“El error ha sido que, en general, los gobiernos han creído que el crecimiento en Chile es lo habitual, cuando, si revisamos la historia, ha sido lo contrario, siempre de lidia con crisis. Es decir, que el crecimiento no es espontáneo, no se da por defecto. Eso, en ciertos sectores, se da por sentado. La pregunta es si se va a trabajar una agenda de verdad pro crecimiento o va a ser puro eslogan”, comenta un representante gremial.

Regulaciones a importantes sectores productivos, como el Código de Aguas o la Ley de Bancos –sobre esta última se apuesta a que quede lista en este Gobierno–, podrían afectar la agenda pro crecimiento, así como otras leyes más específicas, pero que, a juicio de las empresas, también podrían golpear la performance. La ley de datos personales o la de estacionamientos, son solo algunas de ellas. Su preocupación no es que se debatan aspectos técnicos de las leyes, sino que se cambie de paradigma. “Tiene que ver con la manera en que se ve al país”, añade una fuente.

Desde los gremios advierten que toda la agenda de modernización planteada por la Sofofa no surgió mediante un proyecto de ley, sino gracias a un gran acuerdo, lo que esperan se replique en la próxima administración gubernamental. “Surgió desde los gremios, desde los centros de estudios, y el gobierno lo apoyó”, manifiestan. Aseguran que no existe una tirria hacia el Frente Amplio, por el contrario, gremios como la Sofofa se han reunido con algunos de sus representantes para abordar estrategias para la APEC 2019.

Los gremios que agrupan al comercio tampoco quieren mostrarse enfrentados a la nueva fuerza de izquierda. En la pasada anterior ya se reunieron con Beatriz Sánchez, a quien le expusieron que les preocupan las reformas que afectan a la calle. La regulación del comercio electrónico, de las plataformas que no pagan impuestos, de cómo entenderse con la innovación. «No son las grandes reformas, pero claro que, si se plantean mal, pueden ser un palo en la rueda para el crecimiento».

Desde las empresas que le toman el pulso al consumo, agregan que en todo caso hay que pararse frente un escenario que puede parecer disonante. Por un lado, el actual modelo ha implicado un avance del estatus personal importante, pero ha generado elevados niveles de disconformidad. «Esa gente que votó por Sánchez nos pone en el paradigma de que la gente agradece el avance que ha tenido gracias al modelo, pero que le genera altos niveles de angustia. Tenemos que conversar bajo ese paradigma», comentan desde uno de los gremios del comercio.

Se pueden flexibilizar ciertas posturas, pero un punto que parece insalvable en cualquier escenario es que la condicionante del apoyo del FA sea radicalizar posturas, eso aunque por ahora Guillier no se ha atrevido a dar el paso.

La incomodidad con que el candidato se cuadre, especialmente con la promesa del FA de terminar con las AFP, sería un desacuerdo insalvable. “Ahí perderíamos neutralidad política, porque no podemos pensar que plantear algo así es totalmente retrógrado”, dice un dirigente. Otra alta fuente de los gremios agrega que “en el fondo, si se revisa el proyecto de pensiones de Guillier, es calcado al de Bachelet”, asegurando que de ser electo el candidato de la Nueva Mayoría ya sabrían en qué cancha están jugando.

Publicidad

Tendencias