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La razonable cautela frente a las expectativas de recuperación económica Opinión

La razonable cautela frente a las expectativas de recuperación económica

Con la información disponible, es muy probable que el próximo año el crecimiento sea mayor, aunque la velocidad de recuperación es altamente incierta. La mejora en las expectativas de los agentes es una condición necesaria, pero no suficiente para iniciar una recuperación sostenida de la actividad a partir del próximo año. Como se señaló, las mejores proyecciones tienen mucho más que ver con expectativas que con indicadores concretos y el riesgo es que, si por alguna razón estas expectativas se ven decepcionadas, tendremos una recuperación menor a la esperada.


Las mejores señales existen

No cabe duda que en los últimos meses la economía ha comenzado a mostrar incipientes señales de recuperación, las que permiten pronosticar que el próximo año será mejor en materia de crecimiento económico. En el plano externo, el alza del precio del cobre es una muy buena noticia y lo será aún más si se sostiene en el tiempo. Internamente, aunque también en gran medida por factores globales, se suma el buen desempeño de la bolsa y un importante incremento en los indicadores de confianza de consumidores y empresarios en un lapso muy corto de tiempo. A nivel de indicadores “duros” estamos viendo un sólido crecimiento del comercio, influenciado por el sorpresivo desempeño de las ventas de automóviles, así como también importaciones que crecen a tasas de dos dígitos, posiblemente anticipándose a un mayor dinamismo de la demanda. En este contexto, entre julio y octubre las expectativas de crecimiento para el próximo año contenidas en la encuesta del Banco Central se revisaron desde 2,5% a 3,0%.

…Pero también hay cifras que continúan mostrando fragilidad

Las empresas están optimistas de cara al 2018, lo cual por cierto es una buena noticia, especialmente después de un prolongado período de pesimismo. Sin embargo, la mayoría de ellas no está observando hoy una mejora efectiva de sus negocios. En este tiempo, las compañías han dedicado sus esfuerzos a reducir costos y mejorar la eficiencia, en lugar de embarcarse en grandes proyectos de inversión. Como consecuencia, la inversión completará una cuarta caída anual consecutiva, las colocaciones comerciales se mantienen estancadas en términos reales y el empleo
asalariado privado no crece.

A nivel sectorial, mientras el mejor ánimo de la minería está empezando a traducirse paulatinamente en señales de reactivación de la actividad y el empleo, la construcción sigue contrayéndose y destruye puestos de trabajo de forma acelerada (-35 mil empleos en doce meses). Por su parte, el sector manufacturero elimina 40 mil empleos asalariados en el margen, una cifra que a nadie puede dejar indiferente.

Las cifras conocidas este mes pusieron paños fríos a las expectativas de los más optimistas, tras conocerse una nueva caída de la actividad manufacturera y desempeños más débiles de lo previsto en la minería y el comercio. Mientras que en lo relativo al mercado laboral, los indicadores volvieron a mostrar una relevante destrucción de empleos asalariados privados, contrarrestados por un fuerte dinamismo de los empleos por cuenta propia y asalariados públicos.

Es probable que las cifras de actividad del último trimestre sean las mejores del año y eso permitirá consolidar un mejor ánimo entre los agentes económicos. Sin embargo, no se debe perder de vista la influencia que tendrán las bases de comparación en estos resultados (dado el bajo desempeño que tuvo la economía el cuarto trimestre del año pasado), de manera que el foco deberá ponerse en la velocidad del crecimiento, más que en las tasas de expansión interanual. Adicionalmente, se debe prestar especial atención al efecto que tendrá el retiro del “respirador artificial” que ha significado el gasto público en los primeros tres trimestres del año. En efecto, para cumplir con el objetivo de crecimiento del gasto para este año, debemos ver una relevante desaceleración de los desembolsos del sector público durante los últimos meses del año, algo que sin duda tendrá efectos negativos en las cifras de gasto interno y empleo.

En este contexto, la política monetaria aún tiene espacios para actuar…

Para apuntalar el mejor ánimo que existe en la economía, consideramos que la política monetaria sigue teniendo espacios de acción. La inflación se ubica muy por debajo de lo esperado y las expectativas indican que podría mantenerse bajo la meta por un tiempo prolongado. Un mayor estímulo monetario, fundamentado en los reales riesgos que existen para el cumplimiento del objetivo inflacionario, permitirá apoyar esta incipiente recuperación por la vía de reducir aún más los costos de financiamiento para consumidores y empresas y depreciando el tipo de cambio, algo que será muy bien recibido por las empresas exportadoras. A su vez, permitirá volver a anclar las expectativas de inflación al 3%, algo esencial para el adecuado funcionamiento del esquema de metas de inflación.

…Aunque no se debe perder de vista que lo esencial es recuperar la capacidad de crecimiento de largo plazo

Con la información disponible es muy probable que el próximo año el crecimiento sea mayor, aunque la velocidad de recuperación es altamente incierta. La mejora en las expectativas de los agentes es una condición necesaria, pero no suficiente para iniciar una recuperación sostenida de la actividad a partir del próximo año. Como se señaló, las mejores proyecciones tienen mucho más que ver con expectativas que con indicadores concretos y el riesgo es que si por alguna razón estas expectativas se ven decepcionadas, tendremos una recuperación menor a la esperada.

Pero independiente de lo que efectivamente ocurra el próximo año, las autoridades no deben olvidar que más allá del corto plazo, lo más importante es recuperar la capacidad de crecimiento de la economía en el largo plazo. Esto pasa principalmente por poner en la práctica las propuestas que han surgido de diversos sectores de la sociedad para aumentar la productividad, pasando de la retórica a los hechos. Solo así será posible avanzar decididamente hacia el desarrollo y conseguir una mejora perdurable de las condiciones de vida de la sociedad.

Hermann González
Economista
BBVA Research

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