Analistas apuntan a que, después de la crisis financiera, la generosidad de las entidades monetarias parece inducir aumentos de precios más rápidos y más abruptos.
El aumento del 380% que se ha registrado este año Bitcoin no es una anomalía, de acuerdo con Bank of America Merrill Lynch. Es sintomático de una nueva era de mayores auges y caídas.
Incluso las criptomonedas han sido superadas por una volatilidad inversa, y ambos han superado con creces los avances en las últimas burbujas de activos, como las de las acciones japonesas, según los estrategas del banco.
Desde el Banco de Japón a la Reserva Federal, la flexibilización cuantitativa ha inyectado a los mercados casi US$14.000 millones en estímulos y ha suprimido las oscilaciones de precios, alentando a los operadores a apostar en contra de la volatilidad, al tiempo que la toma de riesgos se ha multiplicado.
Analistas apuntan a que, después de la crisis financiera, la generosidad de los bancos centrales parece inducir aumentos de precios más rápidos y más abruptos en relación con su historia, y que el comportamiento especulativo en los activos está apareciendo con más frecuencia y en más lugares que solo en los mercados de crédito.
Eso no quiere decir que las burbujas estén a punto de estallar, dijeron los estrategas. El ciclo de crédito alcista solo finalizará una vez que hayan cesado los flujos significativos; estos solo disminuirán si hay un «choque inflacionario» que altere la visión benigna que tiene el mercado de las tasas, agregaron.
