Operación es parte de la estrategia para aliviar la profunda crisis presupuestaria que aflige al gobierno
El gobierno aún tiene que definir un modelo para la venta de su participación controladora de 67 por ciento en la compañía eléctrica más grande de América Latina, que podría llegar a 20 mil millones de reales (US$6.310 millones) de acuerdo con las estimaciones iniciales del Ministerio de Energía. Las alternativas varían desde una simple venta de la participación a través de una oferta de acciones hasta una revisión de algunas de las concesiones de plantas de energía de la compañía.
Las acciones de la empresa estatal brasileña Eletrobras registraron la mayor alza en más de dos décadas, luego de que el gobierno revelara planes de privatizarla como parte de su estrategia para aliviar la profunda crisis presupuestaria de la nación.
El gobierno aún tiene que definir un modelo para la venta de su participación controladora de 67 por ciento en la compañía eléctrica más grande de América Latina, que podría llegar a 20 mil millones de reales (US$6.310 millones) de acuerdo con las estimaciones iniciales del Ministerio de Energía. Las alternativas varían desde una simple venta de la participación a través de una oferta de acciones hasta una revisión de algunas de las concesiones de plantas de energía de la compañía.
El presidente Michel Temer está tratando de atraer inversionistas para reactivar la economía después de una prolongada agitación política que incluyó a una presidenta destituida tras ser cometida a juicio político, otro presidente acusado de corrupción y decenas de ejecutivos y políticos encarcelados por un plan masivo de sobornos. La incertidumbre política puede continuar, ya que la desilusión generalizada con los partidos políticos ha aumentado las posibilidades de que alguien ajeno a la maquinaria política gane las elecciones presidenciales del próximo año, sugieren los sondeos de opinión.
Las acciones con derecho a voto de Eletrobras ascendieron hasta 51 por ciento en negociaciones en São Paulo, el mayor margen desde 1994 y el avance más amplio entre las empresas estatales, ya que los analistas dijeron que la privatización probablemente aumentaría la eficiencia de la compañía.
Sin embargo, también advirtieron que es demasiado pronto para decir si la venta será un éxito. Entre los posibles problemas, los analistas de Santander citaron la definición de provisiones fuera de balance que deberían incluirse en los documentos de licitación y aclaraciones sobre si el gobierno se desprendería de la totalidad o vendería una participación mayoritaria.
«Si bien es demasiado prematuro emocionarse -dado los muchos nudos a desatar, incluida la resistencia política- la privatización podría ser extremadamente positiva para las acciones de Eletrobras y para el sector en su conjunto», escribieron analistas de Itaú BBA en una nota de investigación.
El ministerio de Hacienda se negó a estimar cuánto podría rendir el acuerdo antes de que se definiera el modelo de venta. Una oferta de acciones no ayudaría a Brasil a alcanzar su objetivo presupuestario, ya que no sería considerado como un ingreso primario, dijo el secretario ejecutivo Eduardo Guardia en Brasilia.
Las centrales nucleares del país no serán vendidas, dijeron las autoridades durante la conferencia de prensa.
La venta de Eletrobras es parte de un esfuerzo más amplio para reformar el sector energético de Brasil, dijo el lunes el ministro de Energía, Paulo Pedrosa, cuando se anunció el plan. El nuevo marco regulatorio, que busca deshacer las políticas intervencionistas creadas bajo los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, podría tomar meses en hacerse realidad ya que requiere la aprobación del Congreso.
«El estado no puede contribuir con Eletrobras», dijo Pedrosa. «La idea es modernizar el sector. Tenemos la propuesta integrada con el gobierno federal».
La deuda neta de Eletrobras alcanzó 23.400 millones de reales (US$7.300 millones) en junio, superando la clasificación de Fitch Ratings sobre los acreedores de deuda en Latinoamérica, según un informe fechado el 16 de agosto. La compañía es también la tercera más grande de la región en cuanto a pérdida de efectivo, con un descenso estimado de US$987 millones en el flujo de caja libre.
