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Contabilidad en Chile: más ética, más eficiencia Opinión

Contabilidad en Chile: más ética, más eficiencia

Alejandro Vera
Por : Alejandro Vera Presidente nacional del Colegio de Contadores de Chile.
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En este nuevo escenario de pérdida de confianza que vive Chile, es fundamental que los colegios profesionales sean convocaos a la discusión de proyectos de ley que aborden la probidad y fe públicas. Aquellas instituciones son las que agrupan a los profesionales con las mayores capacidades técnicas en sus respectivos ámbitos y quienes, además, trabajan de manera silenciosa y desinteresada por el desarrollo del país a través de un elemento esencial: la generación de conocimiento profesional relevante.


Chile se ha caracterizado por ser considerado a nivel mundial como un país donde se respetan las leyes, normas y regulaciones vigentes. Sin embargo, hechos recientes han debilitado la confianza en nuestro sistema deteriorando las expectativas. En algunos ámbitos, no existen aún normativas que regulen determinadas situaciones dentro de nuestro modelo económico. ¿Cuáles han sido estos casos en donde no existe una regulación eficaz? A nuestro juicio, entro otros, el hecho de que en Chile todavía no se les restituya la tuición ética a los colegios profesionales.

Particularmente en nuestro ámbito, la profesión contable, esta no se encuentre regulada una ley que limite su ejercicio a solo aquellas personas que posean las competencias y títulos profesionales necesarios. Esto genera, por cierto, un importante obstáculo para salvaguardar la transparencia del mercado.

La actividad profesional de la contabilidad influye determinantemente en la emisión de la información financiera a nivel país, tanto en datos globales como segmentados por rubros, y en asuntos como la recaudación fiscal, asunto imprescindible en el diseño del presupuesto nacional. Ante esto, si la información entregada es incorrecta los efectos pueden ser muy graves. Esto nos conduce a colegir que estamos en presencia de una actividad profesional de alto interés público. De lo contrario, se pondría en riesgo la información financiera, económica y tributaria que permite el funncionamiento eficiente y transparente de nuestro sistema.

Esta definición tiene innumerables efectos colaterales, pero uno de los más importantes es que el gobierno de turno debe impulsar una ley especial para regular la actividad contable. Actualmente, el Colegio de Contadores de Chile está preparando las bases técnicas de un proyecto de ley que entregaremos a los poderes ejecutivo y legislativo en los meses venideros. En términos muy generales, este proyecto apunta a que quienes ejerzan las tareas enmacadas dentro de la profesión contable, reúnan los requisitos y competencias exigidos en las gran mayoría de los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En este nuevo escenario de pérdida de confianza que vive Chile, es fundamental que los colegios profesionales sean convocaos a la discusión de proyectos de ley que aborden la probidad y fe públicas. Aquellas instituciones son las que agrupan a los profesionales con las mayores capacidades técnicas en sus respectivos ámbitos y quienes, además, trabajan de manera silenciosa y desinteresada por el desarrollo del país a través de un elemento esencial: la generación de conocimiento profesional relevante.

Hasta que los colegios profesionales no recuperen su estatus dentro de la discusión pública, es difícil entrever un proceso de restauración cabal de la confianza entre los diversos actores que componen nuestra sociedad.

Alejandro Vera Espinosa
Presidente nacional
Colegio de Contadores de Chile

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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