Incumplimientos de un contrato de compraventa de energía desencadenaron el fuego cruzado que involucra a diversos grupos nacionales con negocios binacionales.
Según se explica en los estados financieros de Colbún, su filial en Perú, Fénix Power, está en un arbitraje con Termochilca, generadora creada por AME, que en Chile impulsa el proyecto El Campesino y el terminal de GNL Penco-Lirquén.
La pelea se origina luego que Termochilca presentara una petición de demanda arbitral por supuestos incumplimientos de Fénix Power Perú S.A., la filial del Grupo Matte en el país vecino, al Contrato de Opción de Compraventa de Energía Activa y Potencia Firme, consistentes en que Fénix habría liquidado y facturado energía considerando parámetros que no guardarían relación con lo establecido en el contrato, y que dice relación con la potencia efectiva de Fénix.
Adicionalmente, Termochilca solicitó una compensación de US$ 5 millones por energía no suministrada debido al retraso en la entrada en operación de Fénix, operaciones parciales y salidas de servicio no programadas. Demanda arbitral a la que Fénix contrademandó por impagos de US11 millones.
Termochilca hoy es controlada por SCL Energía Activa, sociedad entre un grupo de ex ejecutivos de AES Gener y Activa, un fondo de LarrainVial, que compraron el 85% de la eléctrica peruana y después han colocado algunos porcentajes entre otros inversionistas.
Según comentan conocedores del tema, hace un par de años Devon, a través de la cual el presidente de Antofagasta plc, el brazo minero del grupo Luksic, administra su patrimonio, se hizo con un 20% de la empresa, según consigna el Diario Financiero.
Cabe destacar que uno de los focos que priorizó Colbún en su gestión 2016 fue avanzar en un adecuado proceso de integración de Fenix a los estándares y procedimientos de Colbún. Ello debido a que este mercado ha rendido frutos: Los ingresos de actividades ordinarias de Fénix para el año 2016 totalizaron US$ 216,7 millones, en línea con respecto al 2015.
