En la industria se concluye que los trabajadores fueron los que perdieron
Desafueros, amonestaciones por comenzar la huelga un mes antes, querellas por práctica desleal y denuncias de bullying deberá enfrentar la dirigencia sindical, después de haber mantenido por 44 días paralizada a la minera de cobre más grande del mundo. Además, sus 2.500 trabajadores deberán asumir las pérdidas de casi dos meses de salario y los suculentos bonos de producción.
“El sindicato de Escondida vino por un bono de término de negociación de $25 millones, un reajuste salarial del 7% y poner de rodillas a la empresa, con la huelga más larga del país. Hizo la huelga y no ganó nada”, cuenta un cercano al proceso de negociación.
Y es que tras cancelar la huelga y acogerse al Artículo 369, con el cual se extiende el contrato colectivo actual por 18 meses, para sentarse nuevamente a negociar; el sindicato N° 1 de Escondida tendrá que pagar los costos de la huelga que mantuvo por 44 días y enfrentar los juicios que quedaron pendientes con la minera angloaustraliana BHP Billiton.
Al interior de la minera -y quizas es de esperar- se comenta que el gran perdedor de esta huelga fueron los 2.500 trabajadores de Escondida, que recién retornarán a su trabajo el sábado, dos días después de haber anunciado el término del paro.
Sumando y restando, los trabajadores perdieron en promedio casi dos meses de sueldo y dejarán de percibir las ganancias obtenidas por el bono de producción y el bono anual de la compañía. Destacando, que para incentivar la producción BHP pagaba el doble de bono cuando los trabajadores sobrepasaban la meta del 100% de la producción, como pasó el año pasado.
“Es decir, los trabajadores perdieron aproximadamente $8 millones entre sueldos y bonos variables cada uno”, cuenta un conocedor de este proceso.
Cabe destacar que el sueldo base -que varía según niveles, con un piso de $416.000 y un tope de $1.121.621- constituye el 40% de la remuneración total y el restante 60% se completa con distintos bonos.
A ellos se suman las deudas adquiridas por cada uno de los 2.500 trabajadores. El préstamo de $1.500.000 solicitado a la Cooperativa Lautaro Rozas para que los mineros pudieran subsistir durante la huelga, además de los costos que tendrán que cubrir tras perder el juicio dental contra la empresa y los honorarios del abogado, Marco López, que sumarían “unos $400 millones”, detallan.
En ese escenario, las suspicacias aparecieron entre algunos abogados de la plaza que vieron como el gran ganador de esta huelga al asesor del sindicato Marco López. Sin embargo, en la Asamblea realizada la noche del miércoles, donde se decidió suspender el paro y acogerse al Artículo 369, López se vio afectado y les dijo a los trabajadores que los asesoraría en la próxima negociación sin cobrar nada, según cuenta un cercano a López, abogado que estratégicamente convocó aquel articulado que mantiene el contrato colectivo actual y posterga la negociación colectiva. Es decir, antes del 31 d julio del próximo año, las partes deberán sentarse a negociar.
Desde la vereda sindical, los trabajadores se sienten satisfechos con haber defendido sus derechos y estratégicamene saben que el escenario que viene será muy distinto, ya que estará vigente la reforma laboral. “Fue un aleccionamiento a la empresa y pronto dará sus frutos”, cuenta uno de los protagonistas de la fallida negociación.
100 trabajadores amonestados por “ruedas cuadradas”
La compañía también registró pérdidas cercanas a los US$ 900 millones, con una merma en su producción de 150 mil toneladas de cobres, pero no sólo los afectó la huelga sino el hecho de que el paro comenzara un mes antes.
La compañía desaforó a dos trabajadores por faltas disciplinarias graves y amonestó a más de 100 de sus trabajadores por comenzar un paro de baja intensidad, un mes antes, a través de la figura de “ruedas cuadradas”. Una práctica ilegítima, en la cual los choferes de los camiones de la Minera andan a una velocidad de 10 o 15 kilómetros por hora para atrasar la producción, cuentan abogados de la plaza. Ante lo cual, el sindicato reclamó y continúa el proceso sin que esté todo dicho.
Además, la empresa minera se querelló contra el sindicato por práctica desleal, al bloquear los caminos impidiendo el acceso a las empresas contratistas, y presentó ante la Inspección de Trabajo una denuncia por bullying de la directiva contra los propios trabajadores al mantener un paredón simbólico de los descolgados conocido como el Gallinero, ya que exhibe a gallinas de juguetes colgadas del cuello con el nombre de los trabajadores que quieren retomar su trabajo o no cumplieron sus turnos de permanencia en la paralización.
A ello se suma juicio por los servicios mínimos que no fueron proporcionados por el sindicato para que la compañía mantuviera su funcionamiento y por el que el juzgado de Antofagasta condenó a la dirigencia sindical a pagar $2 millones.
