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No todo lo que brilla es oro: Crecimiento por inercia marcó gestión del primer gobierno de Piñera ANÁLISIS

No todo lo que brilla es oro: Crecimiento por inercia marcó gestión del primer gobierno de Piñera

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Anoche el ex presidente lanzó oficialmente su campaña para volver ser presidente con la promesa de volver a crecer, crear empleos y mejorar las pensiones. Mal que mal, durante sus 4 años en La Moneda, la economía creció en promedio sobre 5% y se crearon casi un millón de nuevos empleos, con aumentos en las remuneraciones de cerca de un 4% real anual. Pero Piñera le entregó el país a Bachelet con la economía en plena desaceleración, la inversión ya en picada, Codelco descapitalizada y sin haber podido destrabar el problema energético. En el mundo académico hay consenso que las cuentas alegres de Piñera se debieron al boom del ciclo minero y temas puntuales, pero no hubo reformas o cambios estructurales en la economía. Ahora el escenario es distinto y es por eso que repetir los números de sus primer paso por La Moneda será difícil, sino imposible.


En la letra chica del material de marketing de productos de inversión, en particular los de fondos mutuos, dice que la rentabilidad lograda en el pasado no es garantía que repetirá en el futuro.

Bueno, esa frase debería venir incluida en la publicidad y carteles de la campaña presidencial de Sebastián Piñera.

Anoche el ex presidente lanzó oficialmente su campaña para volver ser presidente con la promesa de volver a crecer y crear empleos. Y no es un mal argumento. Mal que mal, durante sus 4 años en La Moneda la economía creció en promedio sobre 5% y se crearon casi un millón de nuevos empleos, con aumentos en las remuneraciones de cerca de un 4% real anual.

“Economía” y “Empleo” estuvieron entre las tres áreas de gestión consistentemente mejor evaluados durante su gobierno, por lo que no es una mala idea que se enfoque en esas áreas para volver a ser presidente.

En su discurso de anoche también prometió mejorar las pensiones y promover un equilibrio entre el estado la sociedad civil y el mercado. Dijo ademas que va a corregir todo lo malo que ha hecho este gobierno.

Pero no todo lo que brilla es oro, ya que lo que marcó la gestión del primer gobierno de Piñera fue el crecimiento por inercia. Porque hay que recordar que Piñera le entregó el país a Bachelet con la economía en plena desaceleración, la inversión ya en picada, Codelco descapitalizada y sin haber podido destrabar el problema energético.

No hay que olvidar que en enero de 2014, a dos meses de entregar el mando, la economía creció 1,4%, por debajo de las expectativas de mercado y el crecimiento más bajo desde Marzo de 2010, cuando la economía fue golpeada por el terremoto.

El consumo estaba ya enfriándose y la inversión, «particularmente de maquinarias y equipos, mantiene una contracción significativa a lo que se suma que el consumo privado empieza a sentir el menor ritmo que empieza a exhibir el mercado labor”, decía el informe del Banco Central en ese entonces.

En el mundo académico hay consenso que las cuentas alegres de Piñera se debieron en gran medida al boom del ciclo minero y temas puntuales, pero no hubo reformas o cambios estructurales en la economía. Ahora el escenario es distinto y es por eso que repetir los números de sus primer paso por La Moneda será difícil, sino imposible.

Pablo Correa, que fue asesor de Felipe Larraín en Hacienda durante el gobierno de Piñera, está entre los economistas que lo ha dicho en varios foros desde que volvió al “mundo civil”.

Hace dos año, en una extensa entrevista con este medio, Correa, que entonces era economista jefe del Santander, fue lo suficientemente honesto para hacer una dura autocrítica al gobierno del cual él fue parte. «Si uno mira lo que hizo la administración anterior, con crecimientos que fueron mucho más amplios que el potencial, se debieron a temas puntuales pero no a reformas estructurales. Hubo un boom del ciclo minero, hubo un proceso de reconstrucción vinculado al terremoto, pero tú no puedes decir que hubo una reforma o un cambio estructural en la economía, porque efectivamente después de unos trimestres se agotó esta fuente de crecimiento y volvimos a ubicarnos en un 4% el 2013”.

Correa opina que hace tiempo ya que no se hacen las reformas que la economía necesita para dar un nuevo salto hacia el desarrollo, una visión que lo pone más cerca a los argumentos del actual ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, pero por los cuales ha sido duramente criticado por economistas de derecha.

«Nosotros somos una economía que, hace 20 años, decidimos ser exportador de materias primas, sumamente abierto al mundo y hoy día, 20 años después, seguimos siendo un exportador de materias primas sumamente abierto al mundo y no hemos agregado ningún valor a las cadenas de producción asociadas, no hemos sido capaces de convertirnos en un exportador de servicios relevante y, como te digo, lo más curioso es que los diagnósticos están», afirma Correa.

En la entrevista el ex asesor del Larrín dice que el foco tiene que ponerse en cómo generar un crecimiento dinámico sustentable y critica que hace años que no se ponen en práctica políticas de más largo plazo que aborden temas estructurales.

Anoche Piñera dijo que su primer gobierno “cumplimos con los chilenos y entregamos el 2014 un Chile mejor que el que recibimos el 2010”.

Esta vez ese logro será más difícil de repetir si se cumple su aspiración de volver a liderar el país por otros cuatro años.

Piñera en cifras

El crecimiento económico (PIB) promedio de sus cuatro años alcanzó un 5,4%, el desempleo se desplomó y el sueldo mínimo lo elevó en 27%, a $210 mil. La inflación promedió 2,4% y la deuda externa aumentó 76,8%. El déficit estructural lo redujo de 3,1% cuando asumió a 0.7% en 2013, su último año en el poder.

Su gobierno hizo importantes avance en temas de transparencia y fiscalización (Sernac Financiero). También avanzó en la promulgación de la Ley del lobby, la ley de potabilidad numérica y nuevas concesiones para operadores móviles virtuales, lo que abrió la competencia y redujo precios. En el mercado de capitales también hubo avances, en especial en temas que afectaban a la clase medias -creditos hipotecarios, seguros y comisiones.

Esas medidas fueron en gran parte responsable que durante su mandato Chile mejorara 19 lugares en el reporte anual “Doing Business”.

Pero en general, el consenso es que la agenda pro competitividad tuvo resultados mixtos y los planes reformistas de su primer ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine quedaron a mitad de camino.

Cabe mencionar que el mercado apoya a Piñera. Ayer BICE Inversiones se sumó a bancos de inversión como JP Morgan y Goldman Sachs que dice que su victoria representaría un giro hacia el centro y políticas más «amigables» para el mercado.

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