Los argentinos tienen tan pocos préstamos después de años de aislamiento financiero y altos costos de financiamiento internacional que la tasa de política monetaria del banco central tiene poca influencia en el crédito para los consumidores y las empresas, dijo Gustavo Lopetegui, uno de los miembros clave del equipo del presidente Mauricio Macri.
La economía de Argentina está encaminada a una recuperación en el primer semestre de este año pese a que el banco central mantiene sus tasas de interés de referencia en niveles de dos dígitos para controlar las alzas de precios, dijo el secretario del Gabinete.
Los argentinos tienen tan pocos préstamos después de años de aislamiento financiero y altos costos de financiamiento internacional que la tasa de política monetaria del banco central tiene poca influencia en el crédito para los consumidores y las empresas, dijo Gustavo Lopetegui, uno de los miembros clave del equipo del presidente Mauricio Macri. Las tasas de interés para los préstamos personales están cayendo a un ritmo más rápido que la tasa de referencia a medida que la inflación disminuye, sostuvo.
«La penetración del sistema financiero es tan baja en Argentina», dijo Lopetegui la semana pasada en una entrevista en su oficina en el palacio presidencial. «Es cuestionable si la transmisión de la tasa de interés del banco central en la economía real es la misma que en un país con 90 por ciento de los préstamos al PIB».
Macri dijo la semana pasada que la economía ha estado creciendo durante cinco meses después de casi un año de recesión. La postura de Lopetegui es una separación de las divisiones en el gabinete el año pasado, cuando algunos miembros argumentaron que el lento ritmo de recortes impedía el crecimiento económico. La comodidad del gabinete con la tasa será sometida a prueba el martes, cuando se espera que el banco central mantenga la tasa de referencia en 24,75 por ciento.
El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, no ha ocultado su compromiso de luchar contra la inflación antes que nada, a pesar de la presión del ex ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay para reducir las tasas. El banco central ha mantenido la tasa de referencia desde finales de noviembre, en tanto lucha contra la inflación que alcanzó un máximo de 47 por ciento el año pasado. Mientras que el banco dice que la inflación en la segunda mitad del año pasado fue la más lenta desde 2008, es poco probable que baje las tasas hasta que esté absolutamente seguro que las expectativas de inflación se están desacelerando dentro de su objetivo para 2017 de 12 a 17 por ciento.
El gobierno respeta la autonomía del banco central y todo el equipo de Macri está de acuerdo en que la inflación debe ser moderada para fomentar un crecimiento sostenible, dijo Lopetegui.
Si bien Argentina probablemente anunciará la salida oficial de la recesión el martes cuando informe los resultados del producto interno bruto del cuarto trimestre, la recuperación ha sido más lenta de lo que anticipaba el gobierno. El consumo privado, tradicionalmente el principal motor de la economía de Argentina, se ha recuperado más lentamente de lo previsto y es probable que sus efecto no se sienta hasta mayo o junio, dijo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el 14 de marzo.
Los costos de financiamiento están cayendo en Argentina. La tasa Badlar, que es el interés promedio pagado por los bancos privados y públicos por depósitos superiores a 1 millón de pesos (US$64.300), ha caído 50 puntos básicos a 19,5 por ciento en el mismo período. El estatal Banco de la Nación Argentina dio a conocer una línea de préstamos en pesos a agricultores la semana pasada con una tasa de interés anual de 10,5 a 11,5 por ciento. Los préstamos que se anuncian a pequeñas y medianas empresas en otros sectores ofrecían un 17 por ciento en los sitios web argentinos de Banco Santander Río SA, BBVA Banco Francés SA y HSBC Bank Argentina SA
