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Los aportes que “desembolsaron” los gremios empresariales para ayudar en la reconstrucción tras los incendios forestales Industria, construcción, banca, minería, comercio y agricultura entre los que hicieron los mayores donativos

Los aportes que “desembolsaron” los gremios empresariales para ayudar en la reconstrucción tras los incendios forestales

Luisa Navea
Por : Luisa Navea Periodista El Mostrador Mercados
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Más allá de las críticas que llovieron del sector privado acerca de la forma en que el Gobierno enfrentó la crisis, la ayuda de los gremios fue diversa y considerada generosa. Abrieron cuentas bancarias para recolectar dinero en ayuda de los más de 7 mil damnificados. También propusieron reprogramar deudas y renegociar créditos de Pymes y las personas afectadas. Trasladaron agua, comida, baños y habilitaron consultorios. Pagaron pesadas maquinarias para limpiar las zonas de catástrofe, costearon materiales de construcción y comprometieron construir docenas de casas, junto con pagar y trasladar 30 mil toneladas de fardos, para alimentar a los animales que sobrevivieron al segundo megaincendio más destructivo del siglo, con pérdidas de más de US$700 millones.


El drama humano que desencadenaron los incendios de la zona centro sur de nuestro país –7.139 damnificados y más de 400 mil hectáreas arrasadas por las llamas–, donde se contabilizaron en un momento más de 100 focos de incendio activos, que llegaron a consumir a fines de enero 8.240 hectáreas por hora, generó la reacción solidaria y generosa de los principales gremios de Chile.

De un modo u otro –e independientemente de las críticas que se le hicieron al Gobierno por cómo enfrentó la crisis-, las más importantes ramas que forman parte de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) dijeron presente.

Levantaron casas, entregando forraje para los animales, donaron recursos a ONG a cargo de la reconstrucción e impulsaron nuevas modalidades financieras para ayudar a miles de personas que quedaron en la calle.

En el caso de la Cámara Nacional de Comercio, el gremio decidió abrir una cuenta corriente para recolectar dinero entre sus asociados e ir al rescate de los damnificados. Ayuda que, finalmente, fue canalizada a través de la ONG Desafío Levantemos Chile, la misma que gestionó la llegada de SuperTanker y, a través de la cual, el empresariado chileno se ha hecho presente con diversos actos de solidaridad, para colaborar en la reconstrucción del que fue el segundo megaincendio más destructivo del siglo, superado solo por el ocurrido el año pasado en Canadá. Y con pérdidas económicas que ya superarían los US$ 700 millones.

Los incendios forestales desatados en las regiones del Maule, O’Higgins, Biobío y La Araucanía consumieron 467 mil hectáreas. De éstas, 280 mil corresponden a plantaciones de pino y eucaliptus y 77 mil de bosque nativo. En ese escenario, las familias afectadas –principalmente de la VI y VII regiones– necesitaban agua, comida y forraje para los animales que habían sobrevivido a las llamas.

La Sociedad Nacional de Agricultura contactó así a la Confederación Nacional de Transporte de Carga para trasladar 25.000 fardos, distribuidos en 25 camiones, con una inversión estimada en más de 37 millones de pesos. La iniciativa fue apoyada por Agrollanquihue, la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAVAL y Aproleche.

Ayuda que, en colaboración con los gremios socios de la SNA de Los Lagos y Los Ríos, sumó otros 5 mil fardos (unos 7,5 millones), junto con la convocatoria de mano de obra para rearmar cercos durante el mes de marzo.

Bancos presentan catastro de clientes afectados a la Super de Bancos

La catástrofe incendiaria dañó 5 mil áreas urbanas, humedales y zonas sin vegetación, y dejó 7.139 damnificados, 392 albergados, 11 fallecidos y 2.142 viviendas destruidas, según el último balance de la Onemi.

En ese contexto, el sector bancario presente en las diversas zonas afectadas –representado por la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif)–, dirigió la ayuda al segmento de personas y Pymes ofreciendo reprogramar la deuda y renegociar el crédito y financiamiento de la fuente de ingreso (laboral) de sus clientes afectados, según fuentes de la industria.

En ese marco, desde el sector bancario indican que las entidades financieras presentaron a la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif) un catastro de cuáles serían los clientes afectados con el objeto de ayudarlos con créditos blandos y meses de gracia en el pago de créditos hipotecarios, dependiendo, eso sí, de cada banco.

Construcción e Industria con Santa Olga

Las imágenes de los incendios forestales aún se mantienen en la retina de muchos. Llamaradas consumiendo viñedos, bosques, casas y tragándose poblados enteros. Uno de los casos más dramáticos fue el de la comunidad de Santa Olga, situada a 15 kilómetros de Constitución.

La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) comprobó en terreno cómo el fuego había arrasado por completo con esa localidad, de casi 5 mil habitantes, dedicados al rubro forestal. Así, con la ayuda de la Cámara Regional de Talca y otros organismos gubernamentales y ONG, comenzó con el despeje de las vías, la extracción de escombros con maquinaria pesada, con la finalidad de que se iniciaran los trabajos de reconstrucción en esa zona y localidades aledañas, precisa el gerente de Vivienda de la CChC, Pablo Álvarez.

El gremio de la construcción aún sigue apoyando a la siniestrada localidad. Actualmente realizan levantamientos topográficos en la zona, para luego proceder a la reconstrucción. Aunque su rol es “articulador” entre el Gobierno y las empresas constructoras asociadas al gremio, para que proceda una rápida y eficiente construcción de viviendas en este poblado de la Región del Maule, según explica Álvarez.

Pero Santa Olga no solo despertó la solidaridad del gremio de la Construcción. La Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) también visitó la zona afectada al día subsiguiente del megaincendio.

En ese marco, lo primero que hicieron los industriales fue ayudar a controlar este siniestro, así como el de Pumanque, Empedrado y Cauquenes. Ayudaron a los damnificados con policlínicos móviles, remedios, alimentos, 4 mil kilos de pan, 3 millones de litros de agua embotellada, 45 mil litros de combustible para los vehículos de bomberos y materiales de construcción para los poblados damnificados.

En materia de reconstrucción, la Sofofa se comprometió con la construcción de 34 viviendas definitivas: 16 en Pumanque, 8 en Empedrado, 5 en Cauquenes y 5 en Santa Olga, además de la entrega del hormigón necesario para la reconstrucción de la Escuela de esta última localidad.

En Talca, el drama de Curepto, donde el fuego consumió 4 mil hectáreas, tocó el corazón de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami). El gremio minero financió los gastos para trasladar hasta ese lugar maquinaria pesada y seis voluntarios para que apoyaran la construcción de cortafuegos. El equipo humano y la maquinaria fueron aportados por la Asociación Minera de Diego de Almagro, que coordinó esa iniciativa.

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