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La expansión chilena sigue floja y su perspectiva es confusa

El país más rico de Sudamérica ha construido su economía sobre los pilares del libre comercio, firmando acuerdos con países como Estados Unidos y China y bloques como la Unión Europea. Cualquier caída del comercio entre Estados Unidos y China podría amenazar las ventas chilenas de cobre al gigante asiático.


El crecimiento económico de Chile apenas cambió en el tercer trimestre, ya que los sectores de ventas minoristas y servicios se expandieron, en tanto la construcción se contrajo al ritmo más rápido desde 2010. El producto interno bruto subió 1,6 por ciento respecto del año anterior, frente a un 1,6 por ciento corregido en los tres meses previos, informó la agencia de estadísticas en su página de internet.

La mediana de los pronósticos de 17 analistas encuestados por Bloomberg fue de una expansión de 1,45 por ciento. La economía creció 0,6 por ciento en el tercer trimestre con respecto a los tres meses anteriores. Justo cuando los pronósticos de crecimiento se estabilizaban después de dos años de declinaciones, la sorpresiva elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos sembró incertidumbre en las previsiones. El peso ha caído y las perspectivas de recortes de la tasa de interés disminuyeron, en tanto el precio del cobre, principal producto de exportación de Chile, se ha disparado. El jueves, el Banco Central dejó la tasa de interés clave sin cambios, citando turbulencia en los mercados globales tras las elecciones. «El mundo ha cambiado completamente a lo largo de la última semana”, dijo Felipe Bravo, economista jefe de Banco Santander Chile. «Los análisis de las minutas de la reunión del Banco Central, emitidos antes de la elección estadounidense, en octubre ya son obsoletos». El peso chileno se ha debilitado 4,5 por ciento contra el dólar desde la elección en Estados Unidos, lo que reactivó la presión sobre el costo de las importaciones y redujo versiones de un recorte de la tasa de interés para fin de año.

Unir fuerzas

El presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, y el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se reunieron tras la elección estadounidense para tranquilizar a los inversores en cuanto a que la economía chilena estaba bien posicionada para soportar cualquier turbulencia global. Como cuenta con un déficit de cuenta corriente pequeño, ahorros fiscales y un tipo de cambio flexible, la economía es más fuerte que la de sus pares regionales, dijeron los ministros.

Sin embargo, el país más rico de Sudamérica ha construido su economía sobre los pilares del libre comercio, firmando acuerdos con países como Estados Unidos y China y bloques como la Unión Europea. Cualquier caída del comercio entre Estados Unidos y China podría amenazar las ventas chilenas de cobre al gigante asiático.

«Debemos esperar para ver qué sucede», dijo Bravo. «El crecimiento de Chile dependerá mucho de la dinámica comercial entre Estados Unidos y China». En el mercado interno, el crecimiento del año pasado en el sector de la construcción, cuando las empresas constructoras se apresuraron a adelantarse a un aumento de los impuestos a las viviendas nuevas, llegó a un abrupto final. El sector se contrajo 1,4 por ciento en el tercer trimestre respecto del año anterior.

Al mismo tiempo, los sectores minorista y del transporte se expandieron, posiblemente como resultado de la llegada de turistas argentinos después de la eliminación de los controles al cambio de divisas en el país vecino. «La recuperación es todavía incipiente, pero está allí y se refleja, por ejemplo, en los servicios turísticos», dijo Bravo. «Las cifras del transporte y el comercio indican un movimiento positivo proveniente de la demanda».

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