Se trata de Andrea Cuomo y la empresa es Quilvest, el banco de inversión de la familia Bemberg, que cuenta con matrices en Luxemburgo y Suiza. No son pocos los que ven una cierta ironía en que sea propiamente un ejecutivo suizo el que lo diga. Mal que mal, Hernán Büchi se fue a Suiza argumentando que en Chile no hay certeza jurídica, y Nicolás Ibáñez amenaza con seguirle los pasos. De acuerdo a El Mercurio, Cuomo lidera un equipo que ya maneja activos de 15 family offices en Chile con más de US$ 30 millones líquidos para invertir.
Mientras Hernán Büchi se va Suiza, alegando la falta de certeza jurídica en Chile y criticando la reformas de Michelle Bachelet, hay un ejecutivo suizo que está de vuelta en Chile y que no le teme a la agenda reformista del gobierno, al tiempo que dice que la «certeza jurídica en Chile es muy fuerte”.
Se trata de Andrea Cuomo, ex CEO de Credit Suisse para el Cono Sur. La empresa es Quilvest, el banco de inversión de la familia Bemberg, que cuenta con matrices en Luxemburgo y Suiza.
En entrevista con El Mercurio, Cuomo señala que «las reformas son necesarias para que los estados mantengan al día los servicios públicos, entonces creo que las reformas conectan». Y afirma que el impacto recién se podrá evaluar a mediano plazo.
No son pocos los que ven una cierta ironía en que sea propiamente un ejecutivo suizo el que lo diga. Mal que mal, el empresario Nicolás Ibáñez amenaza con seguirle los pasos a Büchi y también quizás a Suiza, aunque sus inversiones más públicas han sido en Estados Unidos.
De acuerdo a El Mercurio, Cuomo lidera un equipo que ya maneja activos de 15 family offices en Chile con más de US$ 30 millones líquidos para invertir.
Cuomo afirma Chile «es el país latinoamericano con el mercado de capitales más desarrollado» y que esa es la razón para instalar acá el hub en la región. El ejecutivo suizo está a cargo de la región y en Chile queda como CEO de Quilves Javier Mendicute. En los próximos 12 meses esperan inscribir Quilvest en la SVS.
Mendicute cree que el rally del IPSA refleja el optimismo de lo que se viene y afirma que las elecciones presidenciales del próximo año «generarán un ambiente más tranquilo para las inversiones, porque si se da el escenario Lagos-Piñera, serían dos candidatos conocidos».
