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En el 2016 algunas empresas siguen sin entender Chile Columna de opinión

En el 2016 algunas empresas siguen sin entender Chile

Claudio Ramírez
Por : Claudio Ramírez Fundador y socio Consiglieri
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La aparición de nuevos fenómenos, tales como la excesiva judicialización de proyectos energéticos, el uso y abuso del concepto de ciudadanía empoderada y una creciente mediatización del accionar jurídico, han tomado a las empresas a medio camino. Y decimos a medio camino, pues las corporaciones han intentado asimilar estos procesos e integrarlos a su gestión (y comunicación) pero no lo han logrado.


Que hicimos la obra pensando en que nada pasaría, pasó y tenemos al Gobierno y a la ciudadanía en contra. Que tuvimos una situación aislada y la gente se manifestó en la calle. Que la “embarramos” y nos enfrentamos a demandas colectivas. Que empezamos el proyecto con lo que creíamos ad hoc, las comunidades alzaron la voz y se sublevaron. Y una y otra vez. Y dale y dale. Historia conocida y resultados habituales.

Y lo peor es que de tanto dar estas respuestas, se siguen dando palos de ciego. Con todo lo que ha pasado en el mundo estos últimos años –y lo que ha sucedido en Chile estos últimos días– resulta inexplicable e impresentable que se sigan afrontando las situaciones del mismo modo.

Existiendo hoy tantas herramientas para entender el contexto, prevenir y proyectar escenarios. Con la posibilidad de acceder a información a diversos niveles de profundidad. Cuando las redes sociales nos dan una oportunidad única para anticiparnos a los hechos. Y cuando como país tenemos una casuística de situaciones repetitivas y desafortunadas, es inconcebible ver que no se ha internalizado la idea de un “Manual” y que las cosas se siguen encarando mal, día tras día, hecho tras hecho.

Por muy cliché que suene la afirmación, “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, considero que esto es algo que se debiera grabar con fuego en parte importante de las empresas.

La aparición de nuevos fenómenos, tales como la excesiva judicialización de proyectos energéticos, el uso y abuso del concepto de ciudadanía empoderada y una creciente mediatización del accionar jurídico, han tomado a las empresas a medio camino. Y decimos a medio camino, pues las corporaciones han intentado asimilar estos procesos e integrarlos a su gestión (y comunicación) pero no lo han logrado.

En otros casos, les ha tomado por sorpresa, pues si bien los conocían, por la información proveniente de sus áreas de Asuntos Corporativos y Comunicaciones, no les había parecido urgente, no lo habían tomado en cuenta y les ha estallado en la cara. Por ende, cuando estos temas explotan, recurrir a la estrategia que se tenía incorporada por años y donde podemos mencionar acciones tales como: conseguir la reunión con gestiones/favores del asesor tradicional, la llamada con el conocido en el medio de comunicación… estamos mal.

Por otro lado, dedicar parte importante de los esfuerzos para subir escaños en rankings de reputación, lograr premios de RSE o el sello como uno de los mejores lugares para trabajar, vemos que ya no sirve de mucho. Esto, pues en la era de la ética, la estética de acciones como las mencionadas son solo eso, estética. La gente no es tan inocente, se da cuenta y lo entiende.

Claudio Ramírez
Socio y Gerente General de LLORENTE & CUENCA Chile

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