It’s the economy, stupid!

Esta famosa frase de James Carville (jefe de campaña de Clinton el 92), usada como ícono de la campaña electoral Bush padre versus Clinton, cúando Bush tenía tasas de aprobación del 90%, fue lo que muchos llaman LA razón por la que Clinton terminó ganando la elección.

Carville le dijo a su equipo «paremos de hablar de cosas que a nadie le importa y empecemos a hablarle de temas que realmente le hacen la diferencia en sus vidas». Este caso me retumba en la cabeza por la relevancia que tiene a día de hoy en el mundo del marketing y la publicidad.

Llevo 2 días escuhando a charlistas en el seminario El OJO Iberoamericano en Buenos Aires y viendo los mejores casos de éxito del año en Iberoamérica y las palabras muy bien expresadas por Juan Isaza, director estratégico para LATAM de DDB, me hacen todo el sentido del mundo.

El marketing de hoy es métricas, día a día, hablar de contingencia, ver qué hace la competencia y responder, rápido, a la velocidad del mundo que nos mueve, lleno de estímulos, tratando de destacar.

Ejemplos hay muchos, como dijo en su charla mi amigo Juan: si ponemos de ejemplo las “cámaras”, la empresa A lanzaba una cámara con 8 megapixeles entonces la empresa B sacaba la cámara con 8.2 megapixeles, mientras la más innovadora marca C desarrollaba la cámara con detector de sonrisa. Mientras ahí en el mundo real se veía un cambio mucho más drámatico, ya que la gente interactuaba mucho más con las redes sociales, la vida con aventuras extremas o imágenes al aire libre estaban siendo un boom y así, tan rápido como nadie se lo imaginó, se lanzó la marca de la cámara cuadrada que todos conocemos con las iniciales GP, y revolucionó el mercado, llevándose en muy corto tiempo parte importante de “la torta”.

Lo mismo ocurrió en el mundo de la hotelería. Años llevamos escuchando que la gente quería vacacionar como gente local y no como turistas. Blogs, estudios de tendencias, informes en medios digitales y todas las empresas de la industria se quedaron estáticos, hasta que vino la marca de nombre y logo raro y avasalló a la industria del turismo con su propuesta.

No hay dudas, el mercado se mueve cada vez más rápido y la publicidad y el marketing están cada vez más atareados en el día a día tratando de mejorar sus “métricas”, versus ellos mismos o versus la competencia.

La pregunta que debemos hacernos es si estamos comunicando en marketing cosas que son relevantes en la vida de las personas. ¿Nos estamos relacionando genuinamente con nuestros consumidores? ¿Estamos generando un real impacto con lo que publicamos? ¿Estamos leyendo correctamente lo que está pasando afuera, para mejorar nuestra propuesta de valor?

Esto no es una crítica, ¡es una invitación! Hagamos de este mundo un mundo mejor.

Les dejo esta obra maestra para reflexionar (lamentablemente está solamente en portugués).

Ronny Majlis
CEO Bee-Lab