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El síndrome de la Pérgola de las Flores CULTURA|OPINIÓN

El síndrome de la Pérgola de las Flores

En el estreno de la Pérgola de las Flores, viernes 4 de octubre de 2019, su director, Héctor Noguera, explicó que la pieza clásica sería interpretada “por un elenco joven y de la manera cómo éstos la sienten”. Jamás la audiencia imaginó, cómo dicho montaje sería un Juan el Bautista avizorando la monumental revuelta social, vigente en Chile desde el viernes 18. 


Noguera preparó una nueva versión con los pies muy puestos en esta sociedad actual, pero respetando el texto original. De nuevo, vemos a las floristas de 1920 luchando contra la élite, pues las van a desalojar de su costado de la iglesia de San Francisco.

El urbanista Valenzuela es hijo de la viuda Larraín, señora de clase alta, deseada por el oportunista alcalde de Santiago. El retoño de la madame tiene planes para no dejar piedra sobre piedra, sin embargo, no cuenta con las trabajadoras que movilizarán a estudiantes, obreros, periodistas y artistas. En medio del conflicto, arriba Carmela desde San Rosendo, sobrina de la líder, para vivir el clasismo y el amor en la capital.

Hay modernos decorados sustentados en el patrimonio fotográfico de la arquitectura del periodo, el vestuario es audaz, existe una orquesta para la fiesta de los famosos cuadros musicales y “Tonadas de Medianoche” denota la diversidad sexual santiaguina.

“La Pérgola, estrenada en 1960, reaparece cuando Chile la necesita”, indicó el director. Está en el ADN de nuestra identidad política y educacional y fue la primera comedia musical chilena exitosa en el extranjero, gracias a los textos de Isidora Aguirre y una partitura diestra en tradiciones folclóricas, más ritmos populares como el charlestón, valses, tangos, habaneras, todo compuesto por Francisco Flores del Campo.

En la realidad histórica, la pérgola fue un substancial espacio cultural y social. En 1948 Gabriel Gonzalez Videla, responsable de los campos de concentración en Pisagua, la demolió sin piedad.

Nuestra historia política experimenta muy seguido “El Síndrome de La Pérgola de las Flores”. Cual endémico reloj, nos remecen terremotos sociales. Sucedió en la década de 1820, en la guerra civil de 1891, golpes y dictadura entre 1915 y 1932, la ley maldita de Gonzalez Videla 1948, la revolución de la chaucha Ibáñez 57, el golpe de Estado del 73 y todo ese recorrido implica, además, 23 masacres hechas por el ejército.

“Esta obra se irá leyendo según el momento que esté viviendo Chile”, sentenció Noguera. El 18 de octubre, los secundarios evadieron los torniquetes del metro y encendieron la pradera de tres décadas legadas por el pacto 1989. Un co gobierno de acero, entre derecha pinochetista e izquierda neoliberal, para administrar el estado y los grupos económicos.

Ambos vecinos neoliberales, se fueron a vivir al barrio alto y así co habitar el Chile 1, para los demás quedó un Chile 2 y 3, donde eres mano de obra barata, sin seguridad social y a merced de las AFPs.  Ampara el pacto 89, la Constitución del 80, “nacida de las actas constitucionales aprobadas entre 1974-77, cuyo fundamento se encuentra en las actas constitucionales del Régimen de Vichy, instaurado en Francia en 1940 bajo el Mariscal Pétain y en colaboración con el régimen nazi”. (Enrique Silva Cimma 2008).

[cita tipo=»destaque»]“La Pérgola, estrenada en 1960, reaparece cuando Chile la necesita”, indicó el director. Está en el ADN de nuestra identidad política y educacional y fue la primera comedia musical chilena exitosa en el extranjero, gracias a los textos de Isidora Aguirre y una partitura diestra en tradiciones folclóricas, más ritmos populares como el charlestón, valses, tangos, habaneras, todo compuesto por Francisco Flores del Campo.[/cita]

El poeta Armando Uribe profetizó en los 90: “Luego del golpe del 73, la leche de la sociedad chilena se cortó para siempre, hoy sólo tenemos grumos, lumpen”.

Esta era de aserrines inicia con el golpe, se blanquea el 89, rescata a Pinochet de Londres, vive la rebeldía no exitosa 2006-11 y explota hoy en un innegable percolado social. Ya no protagonizan las marchas, sino el fuego de anarco matones y barras bravas.

Se vaticinó, pero en Chile 1 siguieron disfrutando el binominal del dinero mal habido. Mas, se sabe en San Rosendo, cómo éste siempre conlleva una maldición. Nacen hijos malformados, hay tragedias, intrigas permanentes y nunca existe paz.

¿Por qué no hubo esta explosión antes? En tres décadas, primó la disciplina política vía crédito de consumo. Pero en quince de esos años, se gestaron centennials radicalizados, aptos para saltarse el pasaje, hacer bullying o quemar locales. Odian las marchas 2006-11, los convocan, la cultura y códigos caneros, aunque vengan de hogares clase media. ¿Chile país de sociólogos? / Ahora, Chile país de camorristas.

Según Gabriel Salazar, la ciudadanía actual no quiere ser guiada y desea pensar, pero no sabe cómo parlamentar desde 1833. Para Gastón Soublette, este modelo fecundó generaciones con muy baja formación humanista.

En la versión 2019 de la obra, Tomasito, no es un huaso romántico, lleva un cuchillo al cinto.  El viernes 18 la actriz del reparto, María Paz Grandjean, recibió un balín en el rostro, percutado por FFEE, al salir del Centro GAM. Es año de fuego en el Amazonas, Notre Dame, Ecuador, Bolivia, Irán, Hong Kong y de far west en Chile, las flamas anómicas se llevan también, a radio Beethoven.

Los secundarios compraron el carbón, la ausencia planificada de la policía atizó el calor, mientras el asado chamuscado se lo repartieron anarquistas, ladrones y hooligans. Por semanas y en lo global, sólo fue motín de consumidores, carente de demanda central. Sin embargo, la mayor maldad vivía ante nuestra nariz: Era la nefasta constitución de Pinochet.

Como Piñera, sólo es un mercachifle, el sistema de partidos acordó redactar una nueva constitución, a pesar de Udis y los “primera línea”.

Chile despertó, sí, pero tarde, con demasiado colesterol y muchas neuronas muertas. Hay animalistas adorando la metáfora mediocre del «perrito matapacos» y ex civiles de la dictadura hablando de DDHH. El gran error en las izquierdas y stars twitters, fue bendecir convocatorias plenas de odio de clase. Ahora el pitbull de la cultura zurda pop, se saca el bozal entre vítores.

En la obra, las floristas de la pérgola luchan y consiguen una moratoria, pues la alcaldía negligente no tiene presupuesto. Pelean como ciudadanas y ganan sin emporcar su nido, al contrario de los anarcos matones de Plaza Italia 2019.

En tanto, la criatura que dejará atrás a la constitución de Pinochet, nació el 15 de noviembre a las 2:31 AM, en un parto de 12 puntos. El bebé pesó 23 muertos, más de 250 mutilados, 79 estaciones incendiadas, saqueos, agitadores y barristas. Tal vez, un Doctor House le podría decir a la república parturienta: “Señora, no es el psicópata de su otro hijo, el mal nacido de 1980, cómplice de más de 6 mil muertos, cerca de 1200 detenidos desaparecidos, 28 mil torturados y miles de exiliados ¡Alégrese, es una niña, poética y también original!”.

La Pérgola de las Flores Centro GAM.

23 Nov al 15 Dic  // Sá — 17 h//Do — 12 y 17 h

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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