CULTURA
«Estamos convencidos, y así lo hemos hecho saber públicamente, de que nuestra industria editorial, los lectores y el país no se merecen una feria internacional del libro desmedrada e improvisada, menos si en su organización están excluidos los editores, un factor decisivo en la generación de autores y libros chilenos», declararon en una carta a Filsa y al Ministerio de Cultura la Corporación del Libro y la Lectura, que integra entre otras editoriales a Penguin Random House, Catalonia y Planeta.
La Feria del libro está quebrada. A través de un carta los socios de la Corporación del Libro y la Lectura decidieron romper relaciones con las organizadores de la Feria Internacional del Libro y se marginaron unánimemente del evento.
Las editoriales que no participaran, como informó El Mercurio, son Zig-Zag, Santillana, Penguin Random House, Catalonia, Planeta, Vicens Vives, Cosar y Urano. Una de las razones esgrimidas es que la actual organización «prioriza objetivos e interés comercial de una determinada agrupación gremial por sobre los requerimientos nacionales para la formación de hábitos lectores».
«Estamos convencidos, y así lo hemos hecho saber públicamente, de que nuestra industria editorial, los lectores y el país no se merecen una feria internacional del libro desmedrada e improvisada, menos si en su organización están excluidos los editores, un factor decisivo en la generación de autores y libros chilenos».
En otro párrafo de la carta la Corporación del Libro señala: «Hemos estado en el empeño de encontrar caminos de convergencia para hacer entre todos este cambio indispensable, pero lamentablemente no hemos encontrado disposición en los actuales organizadores. Es nuestro deber responder con acciones a los objetivos de la Corporación cuyo eje central es la construcción de lectores. Por ello nos resulta imposible seguir avalando con nuestra presencia una feria cuyo propósito no nos representa ni nos interpreta y que se niega a ponerse al día y asumir los cambios que ha experimentado el mundo del libro en nuestro país. Continuaremos trabajando en la idea de encontrar la unidad organizativa para la gran feria de Chile -dentro del respeto a las identidades de cada uno de los referentes gremiales-, pero en la firme convicción de que sin la participación igualitaria de todos será imposible alcanzar una feria al nivel que le corresponde al país y a nuestra industria cultural»
