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El imponente mural sobre la multiculturalidad que un dúo uruguayo legó a Chile

«La mujer sin fronteras» es el retrato de una conocida muralista francesa, una obra de 10 por 17 metros. «El arte urbano está evolucionando, se nota», comenta Camilo Núñez, integrante del grupo junto a Florencia Durán. «Hay proyectos grandes, si no, estaríamos pintando murales de dos por dos metros a escala humana».


Una nueva obra del dúo de arte urbano Colectivo Licuado, de Uruguay, luce Santiago desde esta semana.

Camilo Núñez y Florencia Durán fueron invitados en el marco del Festival Urbano Barrio Arte, donde crearon un mural en la calle Santiago Bueras 142.

Su grupo fue uno de un quinteto de artistas invitados. Los otro cuatro invitados fueron los chilenos Inti y Alejandro «Mono» González, el peruano Jade Rivera y Francisco Maturana.

Camilo Núñez y Florencia Durán son Colectivo Licuado

Experiencia internacional

Es la segunda vez que los miembros de Colectivo Licuado visitan Chile. La primera vez fue en 2013 en el marco de un viaje de seis meses por Sudamérica. En esa ocasión, con una estadía de mes y medio, pintaron en el Metro Santa Ana (junto con Henruz) y en el barrio Yungay de la capital, así como en Valparaíso.

El dúo, con siete años de trabajo, ha trabajado en diversos países de América y Europa, tales como Argentina Colombia, Italia, Austria y Portugal.

El trabajo de Colectivo Licuado son retratos de personas reales. En el caso de su último trabajo en Chile, la mujer retratada es una muralista nacida en Bélgica que ha vivido en diversos países. Una imponente obra de 10 por 17 metros.

Directo a la pared

Camilo y Florencia comenzaron pintando en distintos barrios de Montevideo, su ciudad de origen, como Parque Rodó, el Centro, Ciudad Vieja y Pocitos. Luego dieron el salto a la Argentina.

«Empezamos directamente en las paredes, antes no pintábamos. Flo un poco sí, de niña», cuenta él. Ambos estudiaron Diseño Industrial.

«Siempre me gustó el arte, la pintura. En mi vida hice muchas actividades artísticas. En un momento elegí pintar, me empezó a salir trabajo, dejé la universidad y me dediqué a esto».

Figuras humanas realistas

Antes de cada mural, los artistas hacen una investigación sobre el lugar donde van a pintar. Toman en cuenta sus propios gustos y lo que quieren transmitir, y hacen una mezcla que también incluye la historia del lugar.

De ahí su nombre «licuado», «un batido que incluye muchas frutas y genera un producto nuevo. En nuestro caso, la idea es que nadie se dé cuenta de quién pintó cada cosa».

«Pintamos figuras humanas, principalmente, en un estilo realista», cuenta Camilo. «Siempre le damos un toque más mágico, místico, para que no sea tan real».

Entre sus referencias conceptuales y estéticas, Camilo nombra la pintura clásica, desde el Renacimiento hasta el 1900, aunque también pintura contemporánea de autores como Aris, Tom Crew y el propio Inti.

«Cada obra trasmite algo diferente. Sería complejo decir que en todas queremos transmitir algo similar».

El mural chileno

Antes de cada mural el Colectivo Licuado hace una sesión fotográfica con amigos.

«Desde ahí, recién pasamos a la pared, siempre. No hay mural de Colectivo Licuado sin una fotografía anterior».

Todo el proceso puede durar un par de días y hasta tres meses.

La presente obra es «La mujer sin fronteras» y representa a una mujer sentada arriba de un globo terráqueo mientras escribe una bitácora de viaje. «Quisimos transmitir lo que somos nosotros. Somos uruguayos, pero hemos viajado tanto pero vamos perdiendo esa frontera».

Está basada en una amiga del dúo, nacida en Francia, pero con residencias en España y Bélgica, que está de viaje hace seis años. Una muralista, Elodie Arshak, que habla muchos idiomas y trabaja también en un dúo con su pareja, Fabio López, para conformar «Duorone».

«El arte urbano está evolucionando, se nota», concluye Camilo, cuyo dúo se prepara para viajar tres meses a Europa para seguir puntando en el verano europeo.

«Hay proyectos grandes, si no, estaríamos pintando murales de dos por dos metros a escala humana. La idea es salirse de eso, y eso sólo es posible si hay un festival o alguien lo gestiona».

Fotografía portada: Cristián Lagos

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