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«Juntos, pero no revueltos» de Gabriel Boric y otros autores La crítica de libros de actualidad de Gonzalo Rojas Sánchez

«Juntos, pero no revueltos» de Gabriel Boric y otros autores

El subtítulo “8 propuestas para salir de la crisis institucional y política de Chile”, anunciaba que el lector se encontraría con sugerencias concretas a partir de un análisis serio sobre la referida crisis. Y desgraciadamente, no me encontré ni con una cosa ni con la otra.


Me asomé al libro con un doble interés.

Por una parte, pensando que sería la continuación del muy  interesante texto en que Faride Zerán compilaba, hace un año, una docena de aportaciones de izquierda de muy significativo valor, y que comentamos oportunamente en este mismo espacio.

Por otra, porque el subtítulo “8 propuestas para salir de la crisis institucional y política de Chile”, anunciaba que el lector se encontraría con sugerencias concretas a partir de un análisis serio sobre la referida crisis.

Y desgraciadamente, no me encontré ni con una cosa ni con la otra.

El defecto principal del libro es su asimetría. Si alguien logra superar la página 67, se encontrará con las tres aportaciones finales   -los textos de Chia-Facuse-Quezada, Galvez y Ramis-   que están seriamente trabajadas, pero para eso tendrá que haber pasado por páginas escritas por Bárbara Figueroa, Claudia Sanhueza y el mismo Gabriel Boric, que no están de ningún modo a la altura del propósito enunciado y que, por su tono o extensión, parecen más bien la transcripción de débiles intervenciones orales, algunas formuladas incluso unos buenos meses atrás.

Y, ya se sabe, cuando la asimetría presenta al comienzo la cara más débil de los contenidos, por mucho que mejore el texto, el mal gusto pervive durante la lectura.

El problema de la calidad, eso sí, no desaparece en los tres últimos textos.

Son los propios autores   -o el editor-  quienes se han enmarcado en la crisis y se han propuesto hacer sugerencias para salir de ella. Sólo el artículo de los abogados investigadores del Centro de Estudios Instituto Igualdad cumple en parte con ese propósito, en materia constitucional. Los restantes insisten, una y otra vez, en la necesaria articulación entre movimientos sociales y partidos políticos de esta nueva izquierda. Pero eso lo venimos oyendo y leyendo hace muchos meses. No por repetido pasa a ser falso, pero sí, por reiterado, apenas interesa al lector frecuente.

En el trasfondo de lo propositivo, la descripción de la crisis no aparece sistematizada ni pormenorizada: no están ni el todo ni las partes. Se la asume como un dato ya dado, justamente en momentos en que las instituciones formales de la política chilena han vuelto a funcionar con regularidad. Y sobre esa curiosa situación, casi no hay una sola palabra

Cristián Méndez, editor; Gabriel Boric y otros autores, Juntos, pero no revueltos, Planeta, Santiago, 2018, 126 páginas.

Gonzalo Rojas Sánchez, Profesor universitario, Foro Republicano.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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