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Supernova: la nostalgia de la eterna adolescente Fue uno de los destacados de la Cumbre del Rock Chileno

Supernova: la nostalgia de la eterna adolescente

Las primeras notas de “Tu y yo” fueron como un imán para los asistentes, quienes comenzaron a correr para agolparse en los primeros puestos y así corear la nostalgia noventera que traía este encuentro especial de Supernova.


Cuando el sol aún llegaba directamente al escenario Violeta Parra, el dúo conformado por Constanza Lewin y Constanza Lüer alzó sus voces para entonar a coro una de las canciones himno de una generación.

Las primeras notas de “Tu y yo” fueron como un imán para los asistentes, quienes comenzaron a correr para agolparse en los primeros puestos y así corear la nostalgia noventera que traía este encuentro especial de Supernova.

Los 32 grados que se anunciaron para la jornada no fueron limitante para que los presentes se conectaran con ese íntimo momento. Porque incluso hasta aquellos que se encontraban haciendo fila para llenar sus botellas con agua aguantaron la espera bailando y coreando “Maldita amor”, “Sin ti soy un fantasma”, “Se te olvida”, “Pocas palabras” y “Toda la noche”.

En medio de la vibración de nostalgia de una generación que creció escuchando Supernova en la radio y viéndolas por televisión, el sentimiento escolar de dudas, celos y amores malditos, era palpable y visible en el rostro de aquellos, que, sin distinguir género, se entregaron a este encuentro que marcó un factor en común en todos los escenarios de la Cumbre del Rock Chileno. Esa sensación de “todo tiempo pasado fue mejor”.

Tras casi 30 minutos de espectáculo y bajo este escenario cargado a lo emotivo, es que Constanza Lewin alzó la voz en torno a uno de los tantos temas sensibles que ha marcado la agenda política y social en los últimos años.

En esta oportunidad la intérprete de la primera y segunda generación de Supernova pidió “Verdad, perdón, justicia y reparación por los niños que el Estado de Chile ha Estado vulnerando y que tiene bajo su cuidado. ¡No más SENAME!, es lo mínimo que se merecen”. Con estas palabras y entonando “herida”, las guardianas del sentimiento adolescente se despidieron hasta una próxima oportunidad.

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