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Experto indio Sugata Mitra propone en Chile orientar la educación «para el mundo de dentro de 30 años» El destacado profesor fue uno de los invitados del Congreso Futuro

Experto indio Sugata Mitra propone en Chile orientar la educación «para el mundo de dentro de 30 años»

Para él, el debate sobre el uso del celular en el aula o la vida diaria de los niños además es inútil. «A ver, nadie se cuestiona si debo enseñarle a andar en bicicleta a mi hijo, aunque pueda matarse. Se lo enseñamos. Hoy la pregunta es si debo darle un celular. La verdad, no importa, porque en diez años más, nadie se preguntará esto. Es parte de la vida, como los zapatos, la ropa, la bicicleta, lo quieras o no». Eso sí, «debes hacer que el uso sea colectivo, sentarte con tu hijo y ver qué hacer. A cada edad hará algo diferente, pero debe saber que su padre o madre está con él. Así se acostumbrará a la idea del uso colectivo de Internet, y no de un aparato que se lleva a su habitación. Digámoslo así: el celular debe estar en el living, no en la pieza».


El indio Sugata Mitra (1952, Calcuta) es uno de los principales expertos en educación a nivel mundial. Se hizo famoso con un experimento realizado en 1999, que consistía en instalar un computador en una pared en un barrio pobre y dejar que los niños lo usaran para aprender con él. Esto lo llamó Educación Mínimamente Invasiva (MIE, sigla en inglés) y ha sido replicado en varios países del mundo.

Mitra estuvo la semana pasada en Chile, en el marco del Congreso Futuro, el principal evento de científicos y especialistas en América Latina. Fue parte del panel «Cambiar para educar».

Es doctor en Física y profesor de Educational Technology en la School of Education, Communication and Language Sciences de la Universidad de Newcastle, del Reino Unido.

«Mi deseo es que diseñemos un futuro del aprendizaje mediante el apoyo a los niños de todo el mundo aprovechando su asombro y capacidad de trabajar juntos», señala.

Evolución de la educación

La educación es uno de los temas más polémicos de la actualidad. Algunos señalan que si en el siglo XIX su papel era enseñar a obedecer -se necesitaba obreros para la fábrica en plena Revolución Industrial- hoy la nueva educación debe enseñar a pensar, en un mundo que requiere creatividad e innovación. ¿Qué opina Mitra de la educación actual? ¿Resiste los desafíos del siglo 21?

«No hay que pensar en desmantelar el sistema antiguo y hacer uno nuevo», responde. «Hay que permitir que el sistema antiguo evolucione».

«En el nuevo sistema, lo primero que hay que ver es qué cosas necesitamos saber hoy y luego actualizar el currículum de forma acorde. Hay muchas cosas que necesitábamos antes que ya no requerimos hoy. Pero aún están en el currículum. Mi ejemplo favorito es la tabla del 17», dice.

«Hace un siglo, un grupo de sabios hizo una lista de cosa que debíamos saber. Hemos asumido que esa lista nunca cambiará, así que no la hemos cambiado. Si ese grupo estuviera hoy aquí, harían algo nuevo. Pero nosotros no estamos haciendo el cambio».

El autor pone un ejemplo: «en el sistema antiguo, hace 150 años, solían permitir el uso de toda la tecnología disponible durante los exámenes. Me refiero a una regla, un compás o una escuadra, para hacer mediciones. ¿Qué hacemos hoy? Sólo permitimos esa tecnología, ninguna otra. Es un error. No hemos evolucionado».

Una educación de calidad

Para Mitra, los ingredientes de una educación de calidad hoy sería producir una generación de niños capaces de saber lo que deban saber, «a contrario de mi generación».

«Nos enseñaron un montón de cosas, con la esperanza de que en la vida podríamos usarlas o no. Por ejemplo, resolver una ecuación. ¿Pero cuantas veces has resuelto una ecuación después de la escuela? Probablemente nunca. Nos enseñaron cosas ‘por si acaso’, y debemos pasar de ‘por si acaso’ a ‘a tiempo’. Y esa es una gran diferencia».

«Pero tenemos un problema aún más difícil: debemos preparar a los niños para el mundo de dentro de 30 años, aunque no sabemos cómo será. ¿Entonces para qué los preparamos? Sólo podemos prepararlos para cómo enfrentar un problema desconocido y resolverlo. Es todo lo que podemos hacer», comenta.

Sugata Mitra

Una educación global

Ahora la pregunta es si podemos aplicar eso en un mundo globalizado. ¿Es posible para la educación un modelo planetario en el futuro, tomando en cuenta que existen distintos contextos?

«No creo que funcione», responde. «Desafortunadamente, tenemos un mundo donde la gente no se pone de acuerdo en la mayoría de las cosas».

«Creo que cada país tendrá que buscar su propia solución. Tal vez pueda haber una directriz general para todos, donde el énfasis pase de ‘saber cosas’ a ‘cómo saber cosas’, de ‘cómo buscar información’ a ‘cómo asegurarse de que la información es correcta’, de ‘aprender cosas’ a ‘aprender cosas cuando las necesitas’, no dependiendo de la edad».

El fin último de la educación, dice, depende del contexto.

«En algunos países, es muy simple: obtener un trabajo. En otros, es hacer del niño un buen hombre o una buena mujer, sin definir qué es eso».

«Creo que la definición correcta debería ser un proceso que expande la conciencia del niño. Una persona menos educada tiene menos conciencia que una más educada. Y si la educación es un método para expandir la conciencia, se trata de pensar. Y pensar, en la mente humana, viene de las preguntas. Por eso creo que el trabajo del profesor es hacer la pregunta correcta, y dejársela a sus alumnos. Este método no es mío, se ha hablado hace 2.500 años. Ya lo dijo Sócrates».

La educación en Chile

¿Pero quien debe pagar la educación? ¿Las familias o el Estado?

«Que el Estado pague para que todos tengan una buena educación es una idea utópica», responde.

«Me gustaría, pero al mismo tiempo sé que no sucederá. Los hijos de los pobres siempre tendrán una desventaja. Creo que si el énfasis de la educación está puesto en cómo aprender por sí mismo, tal vez puedas igualar ricos y pobres. Pero mientras dependamos de quién tenga el mejor profesor y la mejor infraestructura, los ricos siempre correrán con ventaja.

¿Cómo definir un «buen profesor»?

«Es una buena pregunta. Hay dos definiciones que usaría. La definición antigua es que es alguien que se asegura de que hayas aprendido. Una nueva definición es que es aquel que puede plantear una pregunta que mantenga a un niño despierto de noche. Alguien que abra tu mente, más que introducir información».

El modelo finlandés

Mitra también conoce bien el modelo finlandés, que en Chile es muy nombrado. ¿Qué opina sobre él?

«He estado muchas veces allí y creo que usan métodos similares a las ideas de las cuales he hablado», afirma.

«Por cierto que es una educación excelente, considerada número 1 del mundo. También estuve este año en Singapur, que fue número 1 en 2017. Sin embargo, y esto puede sonar injusto, ¿cuantos premios Nobel tiene cada país?».

«Además, en realidad no puedes equiparar a los países escandinavos con otros, porque cuando alcanzas cierto nivel de prosperidad, se reduce la brecha entre ricos y pobres, y puedes tener educación y salud pagada por el Estado».

El uso de la tecnología

Finalmente, a la hora de hablar sobre el uso de la tecnología, Mitra es simple: cree que es un tema del que se hablará cada vez menos.

«La gente joven no habla de tecnología, para ellos está garantizada», comenta. «Ningún niño cree que un celular es tecnología, han nacido con eso».

Para él, el mayor cambio es un solo: Internet.

«Hemos subestimado absolutamente lo que está haciendo Internet y lo que hará en el futuro. Si no consideramos eso, estaremos en serios problemas. Me gusta usar este ejemplo: si pregunto dónde está tu celular, me dirás que está en tu bolsillo. Pero si te pregunto dónde está Internet, ¿qué me mostrarías? No tiene una existencia física, pero está en todas partes. Está cambiando y definiendo nuestras vidas. Con nuestros niños pretendemos que no existe, pero es un gran error».

«Primero debemos enseñarles que ellos son la Internet, que todos somos Internet. Debemos enseñarles cómo navegar, y estar con ellos en los peores y mejores rincones de la red. No hay otro camino. No podemos decir, me da vergüenza hablar de esto. Es un error del siglo 18».

Por eso mismo, el debate sobre el uso del celular en el aula y por los niños en casa le parece inútil.

«A ver, nadie se cuestiona si debo enseñarle a andar en bicicleta a mi hijo, aunque pueda matarse. Se lo enseñamos. Hoy la pregunta es si debo darle un celular. La verdad, no importa, porque en diez años más, nadie se preguntará esto. Es parte de la vida, como los zapatos, la ropa, la bicicleta, lo quieras o no».

Para Mitra, lo que hay que hacer en enseñarles cómo vivir con él.

«Puedes darlo a cualquier edad, no importa. Debes hacer que el uso sea colectivo, sentarte con tu hijo y ver qué hacer. A cada edad hará algo diferente, pero debe saber que su padre o madre está con él. Así se acostumbrará a la idea del uso colectivo de Internet, y no de un aparato que se lleva a su habitación. Digámoslo así: debe estar en el living, no en la pieza. Para volver al ejemplo de la bicicleta: los primeros días estás con tu hijo, luego lo dejas pedalear solo. Lo importante es que los padres estén con sus hijos, por más tonto que suene esto, porque en realidad eso deben hacer».

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