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Mazapán en formato sinfónico: un desafío colectivo La crítica musical de Alejandra Kantor

Mazapán en formato sinfónico: un desafío colectivo

Los aportes de este trabajo son relevantes, ya que, se revitaliza al consagrado conjunto: no es un grupo que toca con la orquesta, donde nadie arriesga nada quedándose cada conjunto en su zona de confort. El introducir el trabajo de los compositores fue un desafío colectivo ya que éstos orquestaron las suites con melodías que tienen ricas fuentes tanto de la música antigua renacentista, del rock, folclor, jazz hasta música modal que nos lleva al impresionismo.


Los populares temas de Mazapán tomaron nueva vida gracias a la invitación del CEAC a unirse con la Orquesta Sinfónica de Chile. En formato sinfónico se ordenaron en tres suites encargadas a tres compositores: temas de la ciudad a cargo de Sebastián Vergara, la Fiesta de mar y tierra bajo la mirada de Félix Cárdenas y el campo con la reflexión del curador de la propuesta, Sebastián Errazuriz.

La novedosa apuesta permitió entregar en un nuevo formato las populares canciones infantiles y con ello acercarse a públicos nuevos. Para los padres parte por llevar a sus hijos a un concierto de Mazapan y salir con la experiencia de escuchar una gran orquesta que jamás habían escuchado demostrando de una manera muy concreta como se forman nuevas audiencias.

Los aportes de este trabajo son relevantes ya que se revitaliza al consagrado conjunto: no es un grupo que toca con la orquesta, donde nadie arriesga nada quedándose cada conjunto en su zona de confort. El introducir el trabajo de los compositores fue un desafío colectivo ya que éstos orquestaron las suites con melodías que tienen ricas fuentes tanto de la música antigua renacentista, del rock, folclor, jazz hasta música modal que nos lleva al impresionismo.

Según Vergara, fue desafiante trabajar con 90 personas con la base de una música que atraviesa generaciones y generaciones, ya que en lo más profundo de las reflexiones de Mazapan están las enseñanzas que de lo infantil llegan a los adultos. Con gran emoción señaló que le dedicó su suite a su hijo de un año. Por su parte, Errázuriz señaló que fue alucinante como propuesta hacer una curatoría y transformar a Mazapán en sinfónico cien por ciento uniendo este lenguaje con la música popular sin limitaciones.

Ambos compositores desarrollaron seis temas en suites orquestales con novedosas armonías y una rica orquestación que permitió nuevas sonoridades y con ello visibilizar a las familias de los instrumentos.

Destaco en Vergara el tema Jerónimo apoyado por los timbales y la familia de la percusión. Por su parte, Errazuriz ennoblece al Caracol Agustín con la introducción de los cornos y la familia de los bronces en este nostálgico tema con fuerte influencia del barroco temprano; en el caso de Félix Cárdenas su suite de Fiesta de mar y Tierra fue un carnaval que hizo aplaudir a los grandes y bailar a los chicos apoyado por instrumentos andinos. La Orquesta Sinfónica fue dirigida por el joven director Francisco Nuñez y el grupo Mazapán dirigido por Carmen Lavanchy y contó con la participación de Michelle Salazar, Verónica Prieto, Cecilia Álamos, Victoria Carvallo, María de la Luz Corcuera, Isidora Edwards, Juan Pablo Astorga y Teresa Prieto.

Esta novedosa propuesta artística que sin lugar a dudas enriqueció a ambos conjuntos y a un público nuevo se presenta en el Teatro Baquedano hasta el viernes 22 de Diciembre.

Suite 1. Recorriendo mi ciudad
1. Las Polillas
2. ¡Ay! que tráfico
3. Globito
4. Jerónimo
5. Una Cuncuna amarilla
Suite 2. Fiesta de tierra y mar
1. Cordillera
2. Tehepito
3. Canción araucana
4. Carnavalito
Suite 3. Mi vida en el campo
1. Vaquita loca (instrumental)
2. Francisca la Avispa
3. Chinita Margarita
4. Caracol Agustín
5. Mazamorra del Poroto Coscorrón
6. El Ratón
7. Vaquita Loca

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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