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El centro de investigación con células madres que indaga la enfermedad de Stephen Hawking en el Maule

Los investigadores recalcan que no buscan «curar» la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), porque decir eso «sería un poco engañar a la gente», según una científica. Lo que quieren es saber cómo funciona la enfermedad para poder frenar su progreso.


Un nuevo centro científico es pionero a nivel de las universidades estatales y se consolida como uno de los más avanzados del país. Se trata del Centro de Investigación en Células Madre y Neurociencias de la Universidad de Talca.

En él se estudiarán enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson, la enfermedad de Huntington y, especialmente, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). La ELA es conocida por ser la enfermedad que sufre el destacado científico Stephen Hawking, pero también al líder chino Mao Tse-Tung y el escritor argentino Roberto Fontanarrosa.

A cargo de los investigadores Mónica Carrasco y Juan Carlos Tapia, el equipo de trabajo del Centro utiliza una diversidad de técnicas celulares y moleculares para entender y desarrollar alternativas terapéuticas eficaces para el tratamiento de estas enfermedades, aunque también males como diabetes y parálisis cerebral.

Ambos estudiaron la especialidad durante casi dos décadas en Harvard y Columbia, entidades que colaboran con el centro además de las universidades Austral y de Concepción, así como las asociaciones ATA y ALSA.

«Este es un pilar fundamental para el desarrollo de la neurociencia en nuestro país», aseguró Tapia, director del Centro de Células Madre y Neurociencias de la Casa de Estudios, la única estatal y regional que trabaja en el área, además de las universidades privadas de Los Andes y del Desarrollo en Santiago.

«Lo más importante es hacer ciencia desde Chile y regiones para llevar estas posibles terapias a todos los sectores», agrega.

«Creemos que podemos hacer un aporte real desde regiones», complementa Carrasco.

Pionero en el país

En este Centro se han invertido más de 1.500 millones de pesos, fondos propios de la Universidad de Talca y recursos regionales a través de proyectos concursables. Más de dos millones de dólares.

En el nuevo edificio que alberga al Centro de Investigación, funcionan dos laboratorios: el primero dedicado al estudio de interacciones entre neuronas y su entrono, y el segundo en el que se desarrollan nuevas herramientas en el campo de la conectómica o conexiones neuronales.

Los investigadores recalcan que no buscan «curar» la ELA, porque decir eso «sería un poco engañar a la gente». Lo que quieren es saber cómo funciona la enfermedad para poder frenar su progreso.

«Queremos hacer algo más aterrizado, en el sentido de que queremos entender la enfermedad, y una vez logremos eso, podamos aplicar terapias. También queremos que las técnicas que involucren células madre sean más accesibles», señala Carrasco.

Como parte de su labor, en 2016 este grupo de investigadores se adjudicó un proyecto de investigación científica Fondecyt.

Financiamiento de fundación

La ELA no tiene una causa conocida y tampoco una cura. Afecta a 1 de cada 20 mil personas en el mundo. La enfermedad que puede provocar la parálisis total del paciente y dejarlo sin capacidad de comer, hablar e, incluso, de respirar.

Los pacientes se vuelven completamente dependientes porque las neuronas que controlan los músculos se afectan. Caminar, levantar la cuchara y respirar se vuelven tareas titánicas.

De ahí que en 2016, un grupo de famosos se arrojaran baldes de agua con hielo en Youtube para crear conciencia sobre la enfermedad, el «Ice Bucket Challenge». De hecho la Fundación que promovió esta iniciativa financió algunos de los equipos del Centro.

El científico Stephen Hawking.

Estudios de mecanismos

“Nosotros estamos estudiando muy fuertemente los mecanismos que matan las neuronas en la Esclerosis Lateral Amiotrófica o ELA y lo que queremos es entender, en un primer paso, cómo se mueren las neuronas para luego proyectar una terapia. Lo que buscamos no es revertir la enfermedad porque a una edad tardía es difícil, pero tan solo parar la progresión va a ser un tremendo avance y va a tener un tremendo impacto en la familia”, dice Carrasco.

Tapia hizo hincapié en que “estamos estudiando por primera vez los diferentes tipos celulares presentes en el cerebro, sus características anatómicas, funcionales y moleculares». Y agrega que el objetivo es entender la ELA para luego atacarla.

«El conocer esta información, nos permitirá desarrollar métodos terapéuticos que ayuden a mejorar enfermedades neurodegenerativas en las cuales la conectividad neuronal se encuentra alterada. Con esta información, queremos luego modificar agentes genéticos y/o farmacológicos que puedan detener o retardar el proceso de envejecimiento en estas células”, explica.

Consolidación

Álvaro Rojas, rector de la Casa de Estudios afirmó que “lo que queremos desarrollar en la Facultad de Ciencias de la Salud es el área de la investigación avanzada, lo que hoy día inauguramos, es uno de los centros más avanzados que existe en nuestro país en un tema tan relevante como son las enfermedades neurodegenerativas».

«El poder contribuir a solucionar algo que es endémico en Chile y en nuestra región, sin lugar a dudas, genera una serie de expectativas que nosotros queremos satisfacer adecuadamente y cualquier aporte que podamos hacer va a ser importante”, aseguró.

Rojas añadió que “aquí se van a formar también doctorandos y postdoctorados, vamos a tener líneas de investigación abierta, muchos proyectos de investigación y lo que hoy día es una piedra fundacional, esperamos que mañana sea un gran centro donde nuestra universidad pueda hacer una contribución efectiva a enfermedades que son muy complejas de tratar y muy difícil de vivir para las familias”.

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