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Arcade Fire llenó el Movistar Arena con su energía contagiosa Crítica musical

Arcade Fire llenó el Movistar Arena con su energía contagiosa

Traer la novedad, la intensidad, el placer puro y la capacidad de jugar con una lista de 22 canciones sin una pausa para la emoción, es un recordatorio inmediato de que la banda canadiense indie rock sigue siendo una de las mejores bandas del mundo.


Por segunda vez la banda canadiense indie rock Arcade Fire tocó en Chile. Llevó su energía contagiosa y su conjunto de canciones que, para muchos de sus fanáticos podrían llegar incluso a abarcar toda su vida, al Movistar Arena. Fue como parte de su gira «Infinite Content».

Desde el mes de septiembre que Arcade Fire hace los shows del «Inifinite content», nombre que la banda dio a la gira de «Everything now», su quinto disco de estudio, que trata principalmente temas como la sobrecarga de información en la actualidad.

Traer la novedad, la intensidad, el placer puro y la capacidad de jugar con una lista de 22 canciones sin una pausa para la emoción, es un recordatorio inmediato de que Arcade Fire sigue siendo una de las mejores bandas del mundo.

La emoción de su público se sintió desde que se pararon en el escenario, pero se percibió con mayor intensidad cuando mostraron temas nuevos como Creature Comfort y Put Your Money On Me. Son indicadores de cuán rápido estas canciones tipo himno, se han convertido en éxitos instantáneos. Incluso las melodías inquietantemente altas de Regine Chassagne en Electric Blue cautivaron al público.

En medio también se pudo sentir la emoción de los presentes cuando comenzaban a sonar pistas más antiguas de álbumes como Funeral (2004), Neon Bible (2007), The Suburbs (2010) y Reflektor (2013), lo cual es un fiel reflejo del trabajo de la banda que durante los últimos quince años ha recibido docenas de premios de oro y platino por su música.

Dentro de las polémicas que traía este show a Chile estaba la separación de su manager Scott Rodger, después de 12 años. La partida de Rodger, responsable de la carrera artística de Paul McCartney y Lily Allen, habría sido «amigable» según fuentes oficiales.

Pero según cercanos a la banda, se le responsabilizarían por los problemas que ha presentado la banda en medio de su gira, como tocar para arenas «medio vacías» en América del Norte o el cambio de recintos por otros más pequeños (como lo ocurrido en Brasil), con lo cual recaudaron también la mitad de los valores que logró la gira de «Reflektor».

Pero esto no fue impedimento para que ayer se tuviera un Movistar Arena repleto de fanáticos, que a ratos desfilaban desmayados por entre bambalinas a causa de la emoción y el calor que se daba dentro del recinto.

Finalmente, y como ya es una tradición con las actuaciones de Arcade Fire, el show terminó con Wake Up, una canción que pareciera que nunca termina realmente, siendo uno de las presentaciones que cierra este año 2017 en tema de conciertos masivos internacionales.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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