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Experto en trailers de visita en Chile: «es una pieza esencial que puede marcar el éxito de un film»

Su visita, organizada por la Corporación Cultural de Documentalistas Chiledoc, está dirigida a especialistas y público en general y se realizará en el Centro Cultural de España. Este experto suele trabajar para el cine independiente y no los grandes estudios de Hollywood. Aquí explica su decisión, y también por qué los documentales son mucho más difíciles que las películas.


Conseguir un tráiler atractivo, efectivo, seductor. A eso se dedica Jeremy Workman, cineasta y experto en edición de trailers, quien dictará este martes una clínica organizada por la Corporación Cultural de Documentalistas Chiledoc, dirigida a las 13 empresas productoras de documentales y series de no ficción, que conforman el Nodo de Exportación Audiovisual Mirada Sur, proyecto impulsado por Chiledoc y financiado por CORFO Metropolitano, además de una charla abierta.

“Estamos muy satisfechos de traer a un experto como Jeremy Workman a Chile”, señala Flor Rubina, directora de Chiledoc. “El año pasado hicimos una videoconferencia con él y nos pareció que valía la pena que viniera a trabajar con las empresas de Mirada Sur y aprovechar su visita para que más profesionales conozcan su experiencia y la importancia de tener un buen material para difundir sus proyectos”, comenta.

Durante la clínica compartirá su conocimiento en talleres, reuniones individuales con las empresas y una charla abierta al público: “El éxito de una película comienza con un buen tráiler”. Allí entregará claves para lograr una pieza bien estructurada y útil como herramienta para potenciar la comercialización, distribución y marketing de un film, basado en su experiencia: realiza unos 50 trailers al año y entre sus obras se cuentan seis de películas que ganaron el Oscar a la mejor película extranjera.

La conferencia será el martes 26 de septiembre, a las 16 horas, en el Centro Cultural de España, y marcará el lanzamiento del segundo de año de actividades de Mirada Sur.

Un trailer, pieza clave

Workman es director de Wheelhouse Creative, productora de trailers para películas tanto documentales como de ficción. Ha editado cerca de 200 trailers y ha participado en el desarrollo de otros tantos para destacados documentales, como Cameraperson, Norman Lear: Another versión of you, Unseen enemy, Food evolution y The witness. Wheelhouse contribuyó en las campañas de Life animated, Music of strangers y The eagle huntress.

«Hablaré con la comunidad cinematográfica y trabajaré estrechamente con las empresas para enseñarles qué incluye un gran trailer y las habilidades para crearlo. Creo que comprender cómo funciona un trailer fortalecer las propias capacidades narrativas de los cineastas y guionistas, incluso si cuentas una historia en un largometraje», anticipa.

Workman ha trabajado en la edición de trailers por muchos años, en particular en el cine independiente, películas extranjeras y documentales. De hecho realizó varios para la distribución en Estados Unidos de la cinta Neruda en 2016 y antes hizo lo mismo para La Nana.

«Realmente creo en la importancia de los trailers, que significa presentar de mejor manera tus películas al público. A veces a para una audiencia paga, pero también con fines de recolección de fondos o para crear un interés general. Los trailers son terriblemente importantes. Siempre digo que un trailer puede verse cien veces más que una película. En ese sentido, es una pieza de marketing esencial que puede hacer la diferencia en el éxito de un film».

Experiencia en Hollywood

La gente está acostumbrada a ver los trailers de los grandes estudios de Hollywood con enormes presupuestos de marketing, con grandes equipos de profesionales del rubro trabajando en ellos. En ese caso, un trailer puede costar un millón de dólares y tomar meses de trabajo de una docena de persona, cuenta.

«Pero todos sabemos que hay un gran espectro de películas más allá de Hollywood, y ahí entro yo. He trabajado en muchos trailers de los grandes estudios y encuentro más difícil hacerlos para cintas más pequeñas o documentales con un tema desafiante».

Workman comenzó haciendo trailers en Hollywood con un poco más de 20 años, tras salir de la universidad, en un ambiente donde sus colegas tenían 30 o 40 años, tras largo tiempo de aprendizaje. A los 25 trabajó en los trailers de cintas como Scream (1, 2 y 3), Matrix, Shakespeare In Love, Jackie Brown y muchos más. En aquella época era uno de muchos editores.

Por qué quiso trabajar con cine arte

«Sin embargo, pronto me desencanté porque me di cuenta que consideraba el cine más que algo comercial. Quería trabajar en películas que tienen algo para decir y usar mis capacidades en cintas que me apasionaran. Así que renuncié y fundé mi propia empresa, Wheelhouse Creative».

«Cuando haces un trailer para una cinta, pasas mucho tiempo en ella. La examinas a conciencia para intentar averiguar la manera de presentar a la audiencia. Y tomé la decisión de que no quería gastar mi tiempo obsesionado en la última película de Sandra Bullock».

«No quiero sonar snob, también me gustan las películas de Hollywood , pero sentí que tenía la chance de elegir en qué cintas trabajar, y elegí las que me apasionan. A veces es duro, porque los presupuestos de Hollywood son mucho mayores, pero me siento bien por lo que hago y honesto cuando intento convencer a una audienciade ver un film. Hay más integridad en trabajar en cine independiente y en documentales, y eso es importante cuando laboras en marketing».

Además hay «otra cosa: me encanta trabajar directamente con los directores. En Hollywood rara vez los ves, usualmente lo haces con los ejecutivos de los estudios. Pero cuando trabajo con películas independientes, me involucro mucho más con los cineastas directamente y aprecian mucho más mis decisiones».

Por eso su firma se caracteriza por trabajar con películas independientes, documentales, cine arte y extranjero, a los cuales Workman quiere ayudar a buscarles una audiencia.

«No es un desafío trabajar en un trailer de una cinta de 200 millones de dólares basado en un comic, esa película no requiere mi ayuda necesariamente. Pero los films más chicos, aquellos más artísticos o más desafiantes o más personales, ¡esos requieren mi ayuda! Por eso no trabajamos en películas de estudio».

En este camino, Workman ha trabajado con un amplio rango de obras, desde ganadores en Cannes a debutantes. Ha hecho los trailers para seis películas ganadores del Oscar a la Mejor Película Extranjera: La vida es bella (1997, cuando aún era asalariado), y como independiente ya Los falsificadores (2007), El secreto de sus ojos (2009), Una separación (2011), Amour (2012) y La gran belleza (2013).

«Ahora acabo de terminar uno de una gran cinta finlandesa, que espero compita este año», remata.

Su forma de trabajo

Para hacer su trabajo, usualmente mira la película completa, «¡de forma que usualmente la conozco mejor que el director!».

«Hablo mucho con los cineastas. Intento meterme en su cabeza, y sólo entonces intento dilucidar la mejor forma de presentar el material. Para mí, se trata sobre todo de estructura, la historia, los personajes, etc. Todas las cosas que componen un buen film, componen un buen trailer».

«Es increíble la manera en que un buen trailer sigue la fórmula tradicional de contar una historia en tres actos. Eso es lo que hace un buen trailer. Incluso en dos minutos, una persona quiere ver una historia. No quieren ver sólo un par de clips o tomas. Quieren que los metan en una historia -una que está totalmente terminada- aunque sólo sea un cortometraje».

«Por eso miramos todo eso para crear una historia: configuración, personaje, conflicto, resolución. Luego intentamos estructurarlo en un mini cuento de tres actos. No es fácil, pero muchas veces engancha al espectado de forma casi inconsciente. También intentamos que los personajes se hagan realidad. Por eso en los trailers intentamos crear momentos en los cuales esos caracteres están vivos y respiran y no sólo están para explicar el argumento. Es sorprendente cuantos ladrillos de una historia pueden estar en un trailer y de lo que puedes aprender de una historia sólo viendo los trailers».

El género también influye. Un trailer de un film es más sencillo que el de un documental.

«Por un lado, son más difíciles de vender. No todo el mundo quiere ver documentales, así que debes enfrentar un prejuicio desde el comienzo. Uno también lidia con un material más difícil y complejo— a veces son temas muy personales o emocionales. Con frecuencia no están filmados con una estructura narrativa. Y, por último, ¡no hay famosos en un documental! ¡No hay estrellas! Así que ya desde el comienzo es más difícil. Por eso busco maneras que lograr que la historia se haga realidad y conecte con el público. Intento hacer trailers que se sientan importantes e impactantes. Porque son historias que hay que contar».

Nuevas categorías

Workman agrega que en un tiempo de constantes cambios en el sector audiovisual, estos también han afectado dos piezas claves y emparentadas, el trailer y el teaser.

«Los teasers usualmente son piezas más breves que aparecen muy temprano en la campaña. Se usan para visibilizar la película y comenzar el proceso. Sin embargo, en los últimos años, hemos visto un quiebre en las categorías traditionales. Debido a las redes sociales, el marketing de un film comienza al instante. Y no siempre es tan tradicional. Hoy los teasers pueden ser algo en Instagram o Twitter».

También los trailers pueden asumir diferentes formas. «El marketing empieza cuando la cinta está en producción. ¡Y ahora hacemos cada vez más trailers para películas que ni siquiera están en producción! Usamos trailer de difusión que usan imágenes y texto. Así que la división tradicional de teasers y trailers realmente ha desaparecido».

 

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