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¿Hijos a la carta?: mitos y certezas tras la manipulación genética CRISPR/Cas9 Convenio con revista de divulgación científica Heureka

¿Hijos a la carta?: mitos y certezas tras la manipulación genética CRISPR/Cas9

El origen de una nueva raza de humanos o que los padres puedan elegir las características físicas o mentales de sus hijos, son algunos de los mitos que se tejen desde el más profundo desconocimiento, sin embargo, también nace la esperanza de que estos avances puedan significar el fin de enfermedades que aquejan a gran parte de la población.


Cuando hablamos de edición genética, y no somos un público necesariamente conocedor, se nos vienen muchos cuestionamientos y miedos a la cabeza, ya que muchas veces asociamos estos avances de la investigación científica con situaciones de la ciencia ficción que ha instaurado el aparato cultural hollywoodense en el inconsciente colectivo.

El origen de una nueva raza de humanos o que los padres puedan elegir las características físicas o mentales de sus hijos, son algunos de los mitos que se tejen desde el más profundo desconocimiento, sin embargo, también nace la esperanza de que estos avances puedan significar el fin de enfermedades que aquejan a gran parte de la población.

Bajo este escenario de expectativa social frente a una posible revolución científica, es que se ha divulgado a través de los medios de comunicación el uso de la técnica de edición genética CRISPR/Cas9 en embriones humanos. El famoso y efectivo sistema de edición génica, que saltó a la opinión pública en el año 2015 cuando la revista Science lo calificó como el hallazgo más importante de aquel periodo, ha dado el siguiente paso: la prueba en células de la línea germinal de humanos.

Esto ha causado la preocupación de miles de científicos alrededor del mundo, quienes ven en estos procedimientos una posible afectación de los principios de bioética. El mismo aspecto ético que sus descubridoras, Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier, llamaron a tener en consideración antes de aplicar la técnica.

En Reflexión Heureka quisimos abordar esta temática, para no tan solo comprender los aspectos técnicos que hay tras esta técnica, sino también las implicancias bioéticas que comprende. Para ello conversamos con Juan Francisco Calderón, doctor en Genética Humana y Biología Molecular y actual académico de la Universidad del Desarrollo, quien investiga variaciones genéticas y su efecto en fenotipos de interés clínico.

Juan Francisco Calderón

-¿Por qué CRISPR/Cas9 es considerada una de las grandes revoluciones técnico-científicas del siglo XXI?

-Creo que el gran revuelo de CRISPR/Cas9 se debe a cómo esta técnica, en un corto tiempo, ha empujado con fuerza hacia una democratización de la ciencia, ya que es tan simple que en realidad cualquier laboratorio que tiene capacidades para realizar biología molecular de mediana complejidad podría implementarla. Por lo tanto, la manera de realizar investigación basada en CRISPR/Cas9 y edición génica en general, ha mutado a un fenómeno que avanza en tiempo real, casi al nivel de redes sociales. Hay foros de discusión en los cuales se discute cómo se optimiza cada protocolo, cómo se trabajan e implementa en experimentos con distintas líneas celulares o con distintos modelos animales, etc.

Entonces, era cosa de tiempo para que esa sinergia y esa fuerza rápida de ejecución de experimentos nuevos se trasladaran a la manipulación de genoma humano. Eso pasa muchas veces en las revoluciones técnicas, donde la técnica avanza más rápido que las consideraciones éticas que hay que tener con ella para poder utilizarla. La respuesta de los genetistas es muy clara, hay que tener mucho conocimiento básico para poder utilizar estas famosas y sofisticadas técnicas de manera correcta, porque la gran pregunta es qué vale la pena modificar en un embrión humano y qué no es ético modificar en un embrión humano.

Si uno lo analiza desde una perspectiva “humanitaria”, nadie podría negarse a la posibilidad de entender que esta técnica permite, por ejemplo, hacer que un embrión portador de la variable de la fibrosis quística se elimine y se traduzca en un niño o niña sana, teniendo buena expectativa de vida. Sin embargo, nadie discute eso. El problema nace cuando la posibilidad de manipular embriones se evalúa para características que no son enfermedades de origen genético. Cuando se plantea, aunque sea de manera hipotética, el uso de la edición génica para rasgos cosméticos o para capacidades físicas asociadas a mejor desempeño en los deportes, por dar dos ejemplos, eso es mucho más peligroso.

-¿Por qué este último uso de CRISPR/Cas9 puede ser peligroso?

La evidencia no es tan clara como en las enfermedades monogénicas o mendelianas (que afectan a un solo gen), sino que son generalmente rasgos generados por la interacción de muchos genes donde cada una de las variantes es de bajo efecto y son mucho más difíciles de traducir en un fenotipo tan claro. Ahí es donde la bioética entra a tallar su mayor relevancia, debido a que definitivamente hay cosas en un embrión que nadie debiera procurar modificar.

-¿Las trisomías se incluyen dentro de las anomalías que podrían ser corregidas con la técnica CRISPR/Cas9?

-CRISPR/Cas9 tiene la capacidad de sacar un fragmento de DNA e insertar uno correcto y modificar tan solo una base del genoma para reparar una mutación, pero en el caso de las trisomías, Síndrome de Down por ejemplo, es un tercer cromosoma 21 que está presente, por lo que no es algo que pueda ser reparado por esta herramienta (CRISPR/Cas9), ya que lo que hace es cortar un fragmento del cromosoma, no eliminarlo por completo. Hay otras aproximaciones experimentales que inactivan el cromosoma 21 extra, pero no se vinculan con CRISPR/Cas9.

Me costaría mucho tratar de mirar hacia atrás y encontrar una publicación de CRISPR/Cas9 aplicada a las trisomías o enfermedades no monogénicas. Seguro alguien ya está pensando cómo pueden ser aplicadas estas proteínas de las familias Cas a alguna de estas enfermedades cromosomales.

Una discusión que ya está abierta es que si con estas técnicas se podrían eventualmente erradicar las enfermedades monogénicas, del orden de los 8 a 10.000, enfermedades raras, es decir poco frecuentes, que son causadas por variantes únicas en un gen específico. Con esto se podría pensar que esta técnica se puede acoplar a la edición génica en medicina reproductiva, para lograr que padres que son portadores de estas variantes puedan tener hijos de manera más “segura”.

-¿El color de ojo, de pelo o de piel se puede cambiar mediante el uso de CRISPR/Cas9?

Es muy interesante este tema, ya que por un lado está el componente bioético, sin mirar la base genética, en donde uno se plantea ¿queremos que las personas puedan elegir su color de ojo, de pelo o su de piel? Con todas las implicancias psicosociales y sociológicas que puede tener eso, y entendiendo que el proceso biológico de pigmentación depende de más de 50 o 70 genes, nadie podría pensar que realizando edición genética en solo uno variaríamos todo el espectro del color de piel.

Si es cierto que hay variantes puntuales en estos genes que causan enfermedades de la pigmentación, por ejemplo, el albinismo se debe a la mutación en 1 solo gen. Con esto quiero dejar en claro que, efectivamente, hay cierto margen para manipular el color de piel editando estos genes, mas el fenómeno de fenotipo entendido como raza (color de piel o la estructura de pelo) no es un gen único. Es súper importante ponerlo en la discusión, no es llegar y editar un embrión para que un individuo sea rubio, eso es una caricatura que deja de lado la real biología que hay tras todos estos rasgos de naturaleza poligénica.

Hay una caricaturización basada en los temores del libro “Mundo feliz”, donde se categoriza a los humanos alfa, beta, gama, etc. La eugenesia es algo que como raza hicimos alguna vez y lo hicimos muy mal. Entonces, es un pésimo precedente. Con lo rápido que ha avanzado la técnica son interrogantes que nacen naturalmente y que deben debatirse.

-La industria Hollywoodense, de una forma u otra, nos ha puesto en un escenario donde las razas humanas son manipuladas ¿CRISPR/Cas9 es ciencia ficción llevaba a la realidad?

Ficción no es, ya que la técnica existe. La ficción entra cuando nos comenzamos a imaginar aplicaciones más allá de la evidencia biológica, con la salvedad que la imaginación que estamos teniendo para preguntarnos si la gente tendrá hijos a la carta, es más cercana que hace 10 o 20 años. Espero que los bioeticistas logren que nunca llegue esa época. Ahora lo importante es preguntarse ¿para qué la queremos usar?

La biología de CRISPR/Cas9 es preciosa, de hecho las primeras autoras lo describieron como “la primera evidencia de un sistema inmune adaptativo en bacterias” que respondían a los virus, lo cual desde un punto de vista de ecología y biología bacteriana es muy interesante. Ellas se distinguieron por decir que si la bacteria usaba este mecanismo, nosotros lo podíamos utilizar para editar genes. Esto, sin duda, hace que la pregunta de si ésta técnica hará que las personas tengan hijos a la carta se vuelva una realidad más cotidiana.

-¿CRISPR/Cas9 podría causar una conmoción similar a la de las células madres, afectadas por la impaciencia comercial?

Durante la época del ex presidente George W. Bush se suprimió la investigación en células madres en Estados Unidos, y eso fue muy dañino para la ciencia en general. Por otra parte, eso impulso la investigación en IPSc (Induced Pluripotent Stem cells), una manera de generar células madres a través de células somáticas, cuyo autor, Yamanaka, ganó el Premio Nobel.

Con esto quiero ejemplificar que hay que regular el uso de la técnica, no la técnica en sí. La posición que adoptó The Germline Genome Editing Workgroup establece una discusión ética y técnica, que entrega sugerencias y recomendaciones vinculadas con la edición génica de la línea germinal mediante CRISPR/Cas9.

Lo que se viene en humanos es cosa de tiempo. Las próximas investigaciones seguramente enfocarán la técnica en la medicina reproductiva. Es súper excitante y fascinante, la revolución génica ya está andando.

Para leer el artículo original de Revista Heureka pinche aquí

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