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Chantal Signorio, ganadora del Premio Ecoscience 2017: “Esto visibiliza el trabajo que hacemos y al mismo tiempo es un estímulo para la divulgación científica” El reconocimiento es entregado por la Fundación Ecoscience y El Mostrador

Chantal Signorio, ganadora del Premio Ecoscience 2017: “Esto visibiliza el trabajo que hacemos y al mismo tiempo es un estímulo para la divulgación científica”

La directora de la Fundación Puerto de Ideas recibirá el galardón el próximo jueves 17 de agosto. La distinción busca destacar el rol de personajes no-científicos en el desarrollo de la ciencia como disciplina primordial. La entidad creada en 2010 y dirigida por Signorio, tiene por objetivo realizar actividades culturales y científicas de primer nivel, para así democratizar el acceso a este tipo de contenidos. Es por ello que, junto a un destacado equipo, organizan dos festivales anuales: uno en Antofagasta, que pretende plasmar la idea de que la ciencia está en todas partes, y el otro en Valparaíso, que retrata los procesos creativos.


Chantal Signorio entra a su oficina ubicada a solo unos pasos del metro Manuel Montt. Sin decir mucho observa su reloj y desaparece al interior del departamento que alberga al equipo de la Fundación Puerto de Ideas.

Entusiasmada, cuenta que todos los años realizan resúmenes de lo que fueron los festivales. Mientras el video transcurre, sonríe al oír los testimonios de quienes fueron parte del IV Festival de Ciencia de Puerto de Ideas en Antofagasta. Al finalizar la pieza audiovisual señala:

“Esto partió hace ya siete años. El primer festival tuvo lugar en Valparaíso a fines de 2011, a los tres años sumamos el de Antofagasta, instancia que posee un sello científico, mientras que el otro aborda la creatividad, sus procesos y cómo nacen las ideas”.

Reconocida nacional e internacionalmente por haber sabido desacralizar los edificios patrimoniales para conjugar en ellos una combinación de conocimiento y fiesta, la cientista política explica que la motivación de su emprendimiento cultural “surge desde la inquietud de querer acercar el conocimiento y de las casi nulas oportunidades que se presentan para escuchar a filósofos, físicos, antropólogos o escritores. Siempre sentí que las cosas ocurrían en ámbitos en los que no se incluía a toda la comunidad, siempre tuve la sensación de que existían brechas”.

[cita tipo=»destaque»]Chantal Signorio es la ganadora del Premio Ecoscience 2017, que entrega la fundación homónima y El Mostrador. En esta segunda edición el premio está dotado de diez mil dólares. “Me parece muy importante que existan estos reconocimientos. En las otras áreas existen, pero en la ciencia son reducidos y es muy bueno que se desarrollen proyectos así. El aporte de la Fundación Ecoscience y de El Mostrador es tremendo desde la perspectiva de querer acercar la ciencia a la comunidad”.[/cita]

La cara visible

Chantal Signorio se desempeñó como editora del sello El Mercurio-Aguilar, así como también de la sección de Cultura del mismo medio. Es fundadora y presidenta de la Fundación Convivir de Intolerancia al Gluten. En relación con la idea de realizar estos festivales sustentados en conferencias, explica que en Europa hace ya más de 20 años figuraban actividades en las que se generaba un puente para la ciudadanía curiosa e interesada en aprender y conectar con todos aquellos que están investigando y descubriendo.

“Se denominan festivales de reflexión o profundización cultural, los que también siguen lógicas territoriales. Por ejemplo, en Fontainebleau, una ciudad donde el arte y la historia son muy importantes, se lleva a cabo una jornada asociada a la historia del arte”, dice.

Dentro de la misma línea, comenta que dicho modelo cultural, a pesar de su impacto a nivel mundial, en Chile no estaba presente, pues las instancias se limitaban a las artes escénicas, el cine y la danza. “No habíamos pasado a esto del goce de escuchar a otro que está en un mundo que nos interesa pero al cual no pertenecemos”, expresa.

Crédito de imagenes: Fundación Ecoscience Chile/Rosario Oddó

El rol de la ciencia

Para Chantal la ciencia está presente en el diario vivir e involucra a toda la comunidad. “Si escuchamos música, la partitura tiene mucho de matemáticas y los sonidos son física, por lo que tener un manejo general de ideas ligadas a este campo tiene una importancia fundamental”, señala.

Quien fuera consultora de la Fundación Chilena del Asia Pacífico, comenta sobre el impulso que en la actualidad el Estado le otorga a la masificación de la ciencia. “Creo que es un tema del que se tomó conciencia hace no mucho tiempo, no obstante, existe un trabajo y eso es lo importante. Las cosas no se construyen de un día a otro”, dice.

Asimismo, se refiere a la creación del nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología. “En el plan de trabajo de la institución se está proyectando toda un área de divulgación, lo que refleja una preocupación por acercar los contenidos a la gente. Lo que realiza Explora es un proceso de difusión. Hay cosas, lo que pasa es que no son muchas y necesitamos crear un impacto mucho más amplio, sobre todo en los niños, pero también en toda la comunidad”.

Chantal Signorio es la ganadora del Premio Ecoscience 2017, que entrega la fundación homónima y El Mostrador. En esta segunda edición el premio está dotado de diez mil dólares.

“Me parece muy importante que existan estos reconocimientos. En las otras áreas existen, pero en la ciencia son reducidos y es muy bueno que se desarrollen proyectos así. El aporte de la Fundación Ecoscience y de El Mostrador es tremendo desde la perspectiva de querer acercar la ciencia a la comunidad”, manifiesta.

“Yo siento que esto es un reconocimiento a todo el equipo, pues trabajamos todo el año con mucho entusiasmo. Esto viene a darle visibilidad a nuestra labor y va a ser muy bueno ir viendo a quién se le otorga el premio año a año”, señala.

La curiosidad como foco

En el diseño del proyecto inicial, que hoy se traduce en diez festivales, siempre se habló de una ciudadanía curiosa, interesada en conocer. Sobre esto, la también la egresada de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, enfatiza que, como equipo, siempre se apeló a esas ganas de entender el mundo en el que vivimos desde la multidisciplinariedad.

Antes de emitir cualquier juicio, escucha con atención la pregunta asociada a la segregación como posible factor decisivo en el interés por ampliar sus conocimientos. Frente a ello, señala: “A mí parecer, todo está relacionado y no es algo que suceda únicamente en Chile. La educación, actualmente, más allá de que esté segregada, te restringe a conocimientos preestablecidos, lo que no da espacio a la globalidad. Desde eso punto, la educación pública o privada, tienen las mismas limitaciones. Un niño que estudió en un sistema pagado no tiene más apertura de mente que otro de una realidad diferente”, sostiene.

En relación con los desafíos que debió sortear para llevar a cabo la primera versión de lo que hoy se conoce como una de las actividades culturales más importantes a nivel nacional, Chantal afirma que “a nivel transversal, lo que pude ver fue escepticismo. Que la idea no podía ser más aburrida, que no había nada más fome que hacer una fiesta donde yo invitara a la gente a pasarlo bien escuchando a otro. Mi apuesta era que, precisamente eso, iba a ser súper entretenido, estimulante y enriquecedor”.

También, puntualiza que la gente se entusiasmó con la iniciativa, al menos el primer año, por la calidad de los invitados. “Había un grupo de personas que se movilizó por lo sorpresivo de contar con tan importantes conferencistas, por la curiosidad de descubrir de qué se trataba y de hablar sobre cómo fue la experiencia. Todo fue tan positivo, que se dio inicio a un boca a boca muy fuerte, tuvimos una amplia cobertura, desde radios locales hasta prensa internacional. Solo el último festival de Antofagasta tuvo cerca de 70 publicaciones fuera del país”, indica.

La mujer tras el éxito

Signorio está por cumplir 30 años de matrimonio junto al abogado Arturo Majilis, además de ser madre de cuatro hijos. Se define como una mujer curiosa, característica que, a su parecer, queda en evidencia en sus gustos al leer. “Desde un ensayo de filosofía a uno de arte, a un libro policial. Me meto en todos los temas, no podría hacer Puerto de Ideas si no lo fuera, sería imposible”, cuenta.

“De alguna manera ideé esto para mí y me encantaría que alguien lo organizara para mí, pues no tengo mucho tiempo de disfrutar el festival mientras ocurre. Me nutro todo el año hablando con gente tan diversa, leo mucho y estoy siempre pendiente de lo que ocurre”, añade.

Como toda madre del siglo XXI, Chantal aclara que la clave para compatibilizar su rol como directora de la fundación y su familia es la organización. “Tengo un marido que me apoya mucho, que toma la responsabilidad de muchas tareas de la casa y de los niños. Trato de estar siempre, como todas las mamás, soy multitasking. Creo que la organización es fundamental, con la facilidad que dan los teléfonos podemos estar siempre conectados, de la misma forma, diseñé una vida pensando en una mujer que quería trabajar y hasta el momento no he tenido ningún problema”, dice.

Al hablar sobre el rol de la mujer en la actualidad, no titubea: “Creo que como sociedad se habla mucho de los derechos de la mujer, pero me parece que hoy se les atribuye una serie de responsabilidades y no así al hombre. Te hablo, específicamente, del posnatal. Me parece extraordinario que la madre tenga seis meses, pero por qué el padre no tiene la misma opción. Se debería eliminar ese criterio que va en contra de la contratación de la mujer y asumir que todo aquel que tenga hijos tendrá derecho a estos seis meses”.

Dentro la misma línea, especifica: “Siento que ahí no se equiparó la cancha y, cuando eso suceda, el hombre terminará de asumir su rol de padre. Hoy, muchos se han sumado a la paternidad, pero desde el perfil del hombre más empático, al que no le molesta asumir las responsabilidades domésticas. Sin embargo, eso debería ser siempre, pues para la mujer no es una pregunta. Nosotras no nos cuestionamos eso, en cambio, el hombre si quiere lo hace, porque al final del día hay un subentendido de que la responsabilidad es de la mujer. Dando este paso, nadie elegirá a quién contratar, ya que representará el mismo riesgo. No es algo que limitará exclusivamente a la mujer ni detendrá su carrera, ambos asumirán la crianza de las nuevas generaciones”, plantea.

Desafíos y aprendizajes

Durante la conversación, Chantal recuerda el miedo que algunos diputados le manifestaron, en repetidas ocasiones, ante el posible fracaso del proyecto. “El día de la inauguración, puse 800 sillas. Llegaron 800 personas y 500 quedaron fuera”, acota.

Ante esto, indica: “Si algo he aprendido de escuchar a tanto científico, es que el cerebro, de alguna manera, te engaña para tomar decisiones, pues nadie tomaría decisiones si se tuviera claridad del costo. Yo creo que me pasó eso, mi cerebro me engañó y nunca supe en lo que me estaba metiendo, ni para bien ni para mal”.

Signorio detalla que tanto el proceso como la realización del festival han estado llenos de satisfacciones. “Es muy reconfortante, además, da la sensación de que Santiago no es Chile, que eventos importantes pasan en Antofagasta y Valparaíso, ciudades que tienen historias increíbles y que han tenido momentos de gran gloria. Hoy, la capital absorbe la visibilidad a nivel país y, de repente, durante esos fines de semana, el centro de la atención nacional es otro”, concluye.

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