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Gabriel Rodríguez García-Huidobro, primer Premio Ecoscience: “La empresa debe vincularse más con la ciencia» Fundación Ecoscience y El Mostrador entregarán el segundo premio el 17 de agosto

Gabriel Rodríguez García-Huidobro, primer Premio Ecoscience: “La empresa debe vincularse más con la ciencia»

El galardón financiado por la Fundación Ecoscience Chile, busca destacar la labor de personajes no-científicos en el posicionamiento de la ciencia como uno de los principales intereses de la sociedad. La distinción fue otorgada por primera vez al embajador Gabriel Rodríguez García-Huidobro, quien explica que para el correcto desarrollo de la ciencia, se necesita una comunidad que comprenda su valor. Para esta esta segunda edición el premio está dotado, por primera vez, de 10 mil dólares.


Tras ser el primero en recibir el Premio Ecoscience -reconocimiento que la fundación homónima entrega a quien haya realizado algún aporte significativo de carácter científico o tecnológico en el país- Gabriel Rodríguez, embajador en el Ministerio de Relaciones Exteriores para asuntos científicos, señala que actualmente esta área depende más de la sociedad que de los investigadores. “En el caso de la astronomía, se necesita la protección de los cielos oscuros y eso, en primer lugar, es un tema político, es decir, cómo se logra mostrar a la ciudadanía la necesidad de iluminar ciertos sectores de forma inteligente, lo que no sólo es útil para los humanos ni para el ahorro energético, sino que también para que los observatorios puedan trabajar”.

Asimismo, detalla en lo trascendente que resulta comprender desde todas sus aristas el concepto de ciencia que, finalmente, va más allá del científico. “Un ejemplo de esto, es la biotecnología. Nadie tiene realmente claro lo que es, sin embargo, está estrechamente relacionada con la salud, la agricultura y el agua. Chile exporta cobre, madera y alimento, tres elementos que forman el 95% de las exportaciones del país, los que están cruzados por la biotecnología, no obstante, producimos 10 o 15 doctores en biotecnología al año”.

Dentro de la misma línea, puntualiza que esta iniciativa busca entusiasmar a la población, específicamente a los jóvenes. “Se debe incentivar el mundo de la biotecnología en un país que necesita biotecnólogos. A mi juicio este premio busca eso, pues crecientemente la comunidad ha tomado en sus manos el crecimiento y desarrollo de la ciencia”.

Rodríguez, comenta que tal acción se puede lograr a través de políticas públicas, así como también con el apoyo del sector privado. “Las empresas deben entender que el trabajo de los científicos es clave para manejar sus niveles de productividad y competitividad”.

Lo que aún se debe trabajar

En relación a los desafíos que se deben superar para lograr avances progresivos y notorios, Gabriel enfatiza en dos puntos importantes. El primero está asociado a la integración de la ciencia en el currículum de la educación formal. “Esto se debe realizar no sólo a un nivel demostrativo, sino que también estructural. Ahora, dentro de esto nos enfrentamos a otro conflicto, pues los profesores deben estar formados de la manera apropiada. En biología se enseñan los sistemas del cuerpo, sin embargo, en la actualidad se lleva a cabo una medicina genética”.

Frente a esto, agrega: “Ese docente que fue formado en base a la biología sistémica hoy sigue haciendo clases, por ende estamos frente a una enseñanza que está obsoleta. Ahí está el reto clave: cómo integrar la ciencia que va cambiando año a año”.

Gabriel Rodríguez, cuenta con estudios de filosofía y economía. También, se desempeña como miembro del Consejo de Innovación para el Desarrollo y desde el 2009 ha estado a cargo de las negociaciones internacionales para la instalación y operación en Chile de los telescopios ópticos y radioastronómicos de última generación.

El embajador indica que el segundo desafío involucra directamente al mundo privado y que éste sea más consciente de lo que la ciencia significa tanto para el país como para su campo. “La empresa tiene que involucrarse con la ciencia, para así entender de qué se trata. En la actualidad Chile invierte menos del medio por ciento de su producto bruto en ciencia, de ese total, el sector privado no aporta más del 10%, lo que se traduce en que las empresas no se dedican a investigar”.

“Por ende, nos encontramos con desastres, por ejemplo, lo que ocurrió en la industria de la acuicultura. Las empresas investigaban en cómo producir salmones mediante procesos industriales más eficientes. Hoy, es simple, o la industria de los salmones integra la ciencia e investiga o va a quedar fuera. Lo mismo sucede con la minería. Si las empresas no son capaces de ver los impactos que producen en el medioambiente y no invierten en solucionar el conflicto, o desarrollan una minería que trabaje los relaves o no se podrá continuar”, agregó.

Por otra parte, están las industrias vitivinícolas, las que ejecutan investigaciones y actualmente, cuentan con una fuerte producción. “Ha crecido más lento pero ha invertido, es decir, no tenemos grandes problemas de plagas e incluso las sequías se pueden manejar con nuevas variedades que requieren menos agua”.

De la misma forma, el desarrollo de la investigación es una de las aristas más importantes a ejecutar, por lo que requiere una institucionalidad más fuerte. “El Ministerio de Ciencias y Tecnología va a ser un buen avance. Afortunadamente existe un acuerdo transversal político para llevarlo a cabo, es claro que no es una solución pero favorecerá y será un aporte”, acotó Rodríguez.

Tierras raras

El Ingeniero Industrial de la Pontificia Universidad Católica de Chile, define las tierras raras como ciertos elementos que se encuentran en cantidades reducidas dentro de la naturaleza. Aclara que “gran parte de los relaves mineros mantienen riquezas y es gracias a los avances tecnológicos que se posibilita el proceso de limpiar esas tierras y obtener los materiales que se pudieran encontrar”.

Rodríguez ejemplifica dicha situación mediante el descubrimiento del molibdeno. “El molibdeno es un mineral que se encuentra en menor cantidad que el cobre. A pesar de esto, hace décadas atrás se perdía. Más tarde, debido a la investigación, Chile se transformó en un importante productor y actualmente, su rol es significativo a nivel mundial”.

Para continuar, profundiza en la idea que aleja al cobre como objetivo único de la minería “Existen muchos otros elementos. El litio tiene esa característica, pues ha estado allí siempre, sin darle la importancia necesaria. Ahora, con la posibilidad de las baterías, el litio comienza a ser considerado como una opción, pues es un mineral con yacimientos importantes”.

La responsabilidad

Gabriel, explica que la comprensión del concepto de ciencia no es posible sino se detalla la labor de los científicos desde la misma área, pues la sociedad de hoy es más inteligente y por ende, cuestiona constantemente lo que se le plantea. “Las empresas que producen ciertos elementos que podrían afectar al medioambiente deben señalar los beneficios, así como también deberían tomar responsabilidad por los problemas”.

Finalmente, acota: “Esta rama, tiene una responsabilidad social enorme, en términos de mostrar cuáles son los beneficios y al mismo tiempo, cuáles son los riesgos a los que se incurre con el consumo de determinado medicamento, alimento o fertilizante. Por ende, tenemos una comunidad que está en alerta y exige saber qué es lo que ocurre”.

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