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Javiera Gómez, Gran Maestra de Ajedrez a los 14 años: «Me gusta el estilo agresivo, atacar a mi rival, ir a la pelea y no soltarlo» Quiere ser «la mejor del mundo» en su categoría

Javiera Gómez, Gran Maestra de Ajedrez a los 14 años: «Me gusta el estilo agresivo, atacar a mi rival, ir a la pelea y no soltarlo»

La valdiviana fue campeona Sudamericana Sub 20 de Ajedrez en Surinam en noviembre pasado. Han sido claves los apoyos de su familia, su colegio y el gobierno regional. Es «muy competitiva, estudiosa, persistente», cualidades «extraordinarias» que «tranquilamente le permiten estar entre las mejores del planeta», destaca Rodrigo Vásquez, su maestro actual.


Javiera Gómez tiene 14 años y acaba de comenzar segundo medio en el colegio Domus Mater de la ciudad de Valdivia. Su padre es contador y su madre, profesora de educación física. Tiene un hermano, Gonzalo, de 12 años.

Una familia normal, salvo por un detalle: la joven tiene un talento excepcional para el ajedrez y recientemente se convirtió en la primera chilena en ser Maestra Internacional Femenina a su edad.

Obtuvo este logro en noviembre, al viajar a Surinam para ganar el campeonato sudamericano Sub 20. Disputó 9 rondas y logró 8 puntos. Quedó invicta, ya que ganó siete partidas e hizo tablas con la venezolana Corals Patiño y la local Katherine Kaslan. Además, en febrero ganó el Torneo Nacional Juvenil de Chile (Menores de 20 años) en Santiago.

El Sudamericano «fue un paso más, porque mi gran objetivo es ser Gran Maestra, la primera de Chile. Además me gustaría ser campeona del mundo en mi categoría».

«Esto no es magia», dice Rodrigo Vásquez (Santiago, 1969), Gran Maestro Internacional, quien entrena a la joven desde el año pasado. Aunque él vive en Santiago y ella en Valdivia, estudian tres horas por día, de lunes a viernes, por computador.

La joven es miembro del Club de Ajedrez Los Ríos, cuenta con el apoyo incondicional de su familia, de su colegio y también del Gobierno Regional. Si cuenta con los recursos económicos, este año debería ir al Mundial de Italia en Tarvisio, del 1 al 16 de octubre.

Partió en la escuela

Javiera cuenta que conoció el ajedrez en el colegio, a los 5 años, en primero básico. Lo aprendió en un taller del profesor Víctor Huaquin. Era un taller para niños de varios cursos, de primero básico a segundo medio.

«Una compañera mi invitó a jugar. Yo ni siquiera sabía que existía el ajedrez», cuenta a El Mostrador Cultura + Ciudad. «Al comienzo lo que más me llamaba la atención era las piezas, cómo se movían, en especial el caballo. Es el único que puede saltar sobre otras piezas. Hasta el día de hoy es mi pieza favorita».

Huaquin pronto se percató de su talento y habló con sus padres para poder entenarla. Ella comenzó a jugar y a ganar sus primeros torneos, primero en Valdivia y luego en el resto de Chile. Él la apadrinó hasta 2014 (luego lo reemplazaría Julio Cortés).

Durante su formación, Gómez empezó a competir en el exterior, primero a un Panamericano en Perú -adonde fue con toda su familia-, y luego a Bolivia, México, Rusia, Grecia, Azerbaiyán, Estados Unidos y India, entre otros. «Me gusta conocer países nuevos», comenta.

En 2016, Vásquez fue a Valdivia a jugar una simultánea. En esa oportunidad, la joven le ganó. Así, Vásquez se transformaría en su nuevo mentor.

¿Por qué es tan buena para el ajedrez? «Rodrigo y otras personas dicen que tengo una capacidad de concentración que no es normal en una niña de mi edad, y que soy buena para calcular variantes. Me gusta el estilo agresivo, atacar a mi rival, ir a la pelea y no soltarlo».

Aparte de eso, también es pianista autodidacta.

Rodrigo Vásquez.

Talento, pero también esfuerzo

«Nosotros como papás estamos súper orgullosos, felices. En la casa estamos llenos de trofeos y medallas. Siempre digo que si fueran de oro de verdad, seríamos millonarios», comenta su madre, Paola Barrera.

«Ella ha obtenido grandes logros en poco tiempo. Empezó a competir el 2012 y ha sido campeona nacional de manera consecutiva en su categoría. A nivel internacional también le ha ido bien».

Barrera destaca el apoyo del gobierno regional, «pero siempre falta. Para mantener una carrera de alto rendimiento se necesitan muchos recursos».

Además hace referencia al entrenamiento constante. «Es la única manera de tener buenos resultados. Ella tiene el talento, las ganas, le gusta lo que hace. Es dedicada, se esfuerza. Ella se propuso lograr cosas y se dio cuenta de que con esfuerzo , con trabajo, con estudio, era la manera de lograrlo, además del talento que tiene».

También influyó «la base, el tener un profesor desde el colegio. El trabajo de sus maestros ha sido importantísimo. Y nosotros siempre la hemos apoyado. Es un trabajo en equipo: la Javi como alumna, el profesor y nosotros como familia».

Barrera también dice que a ambos hijos siempre les han inculcado la importancia de practicar un deporte, «por los beneficios que trae: utilizar bien el tiempo libre, de tener disciplina, ser responsable, el esfuerzo, de compartir con otros, además de la parte física».

Formación online

Vásquez, además de entrenar  a Javiera, tiene como alumnos a Sebastián Donoso, Cristóbal Henríquez y Valentina Jorquera, todos ellos campeones en diversas categorías, además de estudiantes de Perú y Puerto Rico. «Yo sabía de la existencia de ella. Me habían dicho que era muy buena», recuerda.

El entrenamiento que le realiza es online, a través del Internet Chess Club (ICC), mientras hablan por Skype, entre 17 y 20 horas.

«Ahí le voy enseñando lo que crea pertinente, de todo un poco, y le pregunto cómo se siente ella frente a distintos temas. Le enseño partidas y jugamos un poco al final de la clase, partidas rápidas, de tres minutos por lado».

Para Vásquez, el tema de género no tiene gran relevancia en el ajedrez. «Es algo más bien cultural, no es una cuestión de capacidad de hombres y mujeres. Te diría que en general a las mujeres no les gusta la tensión, no es un tema de quien tiene más inteligencia. Los hombres además somos mucho más agresivos, de ir a los combos, y cuando sale una así, se nota mucho».

En el caso de Javiera, resalta que es «muy competitiva, estudiosa, persistente», cualidades «extraordinarias» que «tranquilamente le permiten estar entre las mejores del mundo».

Además destaca la temprana formación que tuvo con Huaquin. «No hay magia en esto. No sale de la nada. Esto requiere mucha tenacidad. Ella tuvo la suerte de alguien que le enseñó bien y además tiene cabeza. Por eso salió buena».

El título de Maestra, a tan temprana edad, para Vásquez significa «una muestra de lo que es capaz. Nunca hubo una Maestra a los 14 años, ni cerca», aunque matiza que hoy hay más facilidades para ir a los torneos que antes.

Más ajedrez en el país

¿Puede haber más Javieras en Chile? Este maestro cree que sí, pero que hace falta fomentar más esta disciplina.

A nivel nacional, Vásquez piensa que se podría impulsar más con un mayor número de circuitos, «que se juegue todo el año», «clases de buen nivel» y «un buen lugar para jugar… hoy la Federación es muy chica, poco más que una oficina».

Pone como ejemplo Argentina, donde vivió tres años (1986-1988), «donde hay mucho torneo y mucho club. Después dicen que los argentinos son buenos, pero no es mágico. Allá los cabros, después de almorzar, se van a hacer un deporte: tenis, rugby… o ajedrez. Por eso no me extraña que les vaya bien. Acá muchos no pescan, pero es porque nadie les ha ofrecido nada tampoco, no es que sean desganados por naturaleza. Como que acá lo único que interesa es la plata, el país ofrece poco, aunque hay talento como en cualquier lado, y no sólo de ajedrez».

«El ajedrez es súper entretenido, te hace llegar a un montón de temas espaciales, de conjunto, pero de una manera mucho más lúdica. Hay pocos juegos que tengan tantas cualidades, tantas variantes. Lo dijo un especialista en neurociencia: a cada jugada, cambia el problema. En el Space Invader matas los marcianos y se acaba el juego».

 

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