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Científicos trabajan en modelo predictivo de marea roja y emplazan al gobierno a realizar seguimiento estricto La crisis en Chiloé ha afectado a cerca de cinco mil familias

Científicos trabajan en modelo predictivo de marea roja y emplazan al gobierno a realizar seguimiento estricto

Un grupo de investigadores chilenos y franceses, del Centro de Biotecnología y Bioingeniería (CeBiB) y del Centro de Modelamiento Matemático (CMM), entre otros organismos, están trabajando en un modelo de predicción de la marea roja. Un proyecto que cobra especial relevancia con lo ocurrido las últimas semanas en la isla de Chiloé, donde cerca de cinco mil familias se han visto afectadas. Los académicos aseguran que urge la inversión en un sistema de predicción para este tipo de fenómenos y apuntan directamente a la responsabilidad del gobierno.


Hace ya casi diez años que el doctor Daniel Varela viene trabajando en el estudio de organismos que provocan la marea roja, entre ellos aquel que está causando los problemas en las aguas de Chiloé actualmente. Hoy son un grupo de biólogos y matemáticos, chilenos y franceses, del Centro de Biotecnología y Bioingeniería (CeBiB) y del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile, académicos de la Universidad de Los Lagos e investigadores del Instituto IFOP en Puerto Montt, quienes trabajan detrás del proyecto. El objetivo es “desarrollar un modelo matemático que permita entender la dinámica de los episodios de marea roja en Chiloé y disponer de una herramienta computacional para predecir la evolución de tales eventos”, explica el matemático del CMM, Carlos Conca.

El poder predecir fenómenos como el de la marea roja resulta extremadamente complejo según el biólogo marino y doctor en Ciencias Biológicas, Alejandro Buschmann, pues se trata de situaciones multifactoriales en que deben producirse una conjunción de elementos para que ocurran. Pero Buschman hace la distinción de que a través de tecnologías como las fotos satelitales y un sistema de boyas oceanográficas, fenómenos como el que afecta actualmente a Chiloé se podrían haber adelantado un par de semanas y haber alertado a los afectados.

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Pese a la complejidad que supone predecir este tipo de situaciones, Conca pone como ejemplo el caso de la meteorología, una ciencia que hace cuarenta años atrás se creía casi imposible, pero que hoy permite predicciones confiables a escala de horas gracias a modelos matemáticos, su implementación computacional y la masa de observaciones, datos, y mediciones disponibles.

Es innegable que la acción humana y temas como el calentamiento global tienen mucho que ver con el estado actual de nuestras aguas. Desde las actividades industriales, hasta el turismo, la deforestación y el cómo tratamos a los animales, tienen consecuencias directas en nuestros ecosistemas acuáticos y marinos, explica Buschmann.

“Hay que entender que los sistemas costeros, que el hombre los está ocupando para la pesca, para las actividades de acuicultura, para recreación, todos están recibiendo la influencia de lo que hacemos en la tierra. En tierra estamos haciendo agricultura, estamos fertilizando, estamos usando pesticidas, eso llega a los torrentes de agua, a los ríos, a los lagos, y al final va a parar al mar”, dice el investigador del CeBiB.

Matemático, Carlos Conca

Matemático, Carlos Conca

La importancia de un sistema de prevención

Los científicos a cargo de estas investigaciones han realizado su trabajo a través del financiamiento de proyectos Fondecyt, pero para desarrollar un sistema que permita predecir estos fenómenos comentan que se requiere de inversión y posteriormente de fondos que mantengan la red operativa. Fondos con los que actualmente no cuentan. Por lo que Buschmann plantea que, “además de ver cómo enfrentar la contingencia del momento, es claro que el país debe invertir en un sistema de prevención mirando hacia el futuro”.

El científico es enfático en la responsabilidad que el Estado tiene respecto a la trazabilidad y seguridad de los alimentos. “No podemos depender de condiciones de mercado para que se le asegure a todo el mundo que la condición del alimento que está llegando a sus mesas es seguro. Necesitamos que haya un seguimiento estricto, el cual no puede depender de la oferta y la demanda”, dice.

Por su parte Conca cree que todos los esfuerzos que están realizando con sus modelos matemáticos de predicción e investigaciones sobre el ciclo de vida y la dinámica del alga, no tendrán mayor impacto si es que las autoridades no se involucran más activamente.

Daniel Varela

Daniel Varela

“Sin el desarrollo de redes de monitoreo y de adquisición de datos, este trabajo puede permanecer en el ámbito académico: habrá artículos e informes, tesis, pero, no será de utilidad directa, a corto plazo, para la sociedad. Por cierto, este planteamiento es un requerimiento que se dirige más bien a quienes toman decisiones, que nosotros los científicos”.

La crisis en Chiloé ha afectado a cerca de cinco mil familias, ha provocado la movilización de los pescadores y el bloqueo de rutas, la suspensión de clases en 90 colegios y la escasez de combustible y alimentos en la zona. La ausencia de un instrumento que permita predecir la aparición del fenómeno, sumado a las acusaciones que se le hacen a la industria salmonera, recrudecen aún más el conflicto. Lo cierto es que hoy la falta de conciencia sobre el tema está generando consecuencias.

“Hay una serie de fenómenos en que estamos afectando las zonas costeras de nuestro país. No lo vemos, no lo estudiamos como debe ser, y cuando aparecen estos fenómenos nos damos cuenta que estamos enfrentando situaciones nuevas que no se daban con la frecuencia que tenían y que hoy nos causan todos estos problemas”, reflexiona Buschmann.

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