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El instructivo contra la violencia sexual de la PUC: el manual pide a docentes cuidado con el acercamiento físico Incluye regulación en uso de rrss compartidas entre profesores y estudiantes

El instructivo contra la violencia sexual de la PUC: el manual pide a docentes cuidado con el acercamiento físico

Incluye desde la prohibición de bromas o comentarios basados en estereotipos de género o relativos a conductas sexuales, la realización de reuniones con estudiantes a puerta cerrada en oficinas hasta comentarios sobre la apariencia física, vestimenta u orientación sexual, entre otros temas.


La semana pasada, la Pontificia Universidad Católica de Chile entregó un particular manual a sus docentes, uno en el que indica recomendaciones a los profesores para no caer en actitudes, o en el hecho mismo, de violencia sexual contra los alumnos y alumnas del establecimiento.

Se trata del texto “Lineamientos y recomendaciones a la planta académica para la Prevención de hechos de Violencia Sexual en la Relación con Estudiantes”, el cual cuenta con una introducción a la temática y 9 puntos específicos donde se explican situaciones donde el docente puede incurrir en este tipo de agresión.

A continuación, algunos extractos de esas recomendaciones:

1. Solicitud de tareas o trabajos que vayan en contra de la legítima diversidad de creencias o convicciones relacionadas con la sexualidad, orientación sexual o identidad de los estudiantes

«Se recomienda, entonces, que el tratamiento de temas o actividades docentes que se relacionen directa o indirectamente con la sexualidad deben ser pensados y explicados cuidadosamente a los estudiantes, de modo que estos no sean descontextualizados y ciertamente contribuyan a generar un clima propicio para el aprendizaje. En caso que los alumnos hagan preguntas acerca de la actividad debido a que se sienten incómodos, el docente deberá abordarlas, acoger las sensibilidades particulares de los estudiantes y juzgar la conveniencia de modificar la actividad si fuese necesario».

2. Realización de bromas o comentarios basados en estereotipos de género o relativos a conductas sexuales

«Las bromas o comentarios basados en estereotipos de género o relativos a conductas sexuales reproducen estereotipos y contribuyen negativamente a mantener creencias culturalmente arraigadas donde se deroga o daña a grupos o personas por su sexo o por exhibir una determinada orientación sexual. Este tipo de conductas, por tanto, deben erradicarse en cualquiera de sus formas, ya que se consideran inaceptables».

3. Realización de comentarios sobre la apariencia física, vestimenta u orientación sexual de los estudiantes

«Los comentarios sobre la apariencia física de los estudiantes, su manera de vestir u orientación sexual, constituyen formas de discriminación y, dependiendo del tono, también pueden ser interpretados como una forma de violencia sexual si son percibidos por los estudiantes como una insinuación sexual o una discriminación arbitraria. Incluso, apelativos usados por costumbre o como expresiones de cariño pueden generar malestar en los estudiantes».

4. Uso inadecuado en la docencia de figuras, dibujos, fotografías o imágenes de internet, que contengan contenido sexual

«Existen cursos que por la naturaleza de sus contenidos pueden requerir el uso de imágenes con contenido sexual implícito o explícito. Esto es perfectamente legítimo, siempre y cuando los estudiantes sean debidamente informados acerca del tipo de material que será utilizado y que su uso respete en todo momento la dignidad humana y se oriente a crear un clima pedagógico adecuado que fortalezca el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ello, no se debe hacer uso de imágenes con contenido sexual explícito o implícito si estos no tienen una relación directa con los contenidos del curso o se usen con fines de llamar la atención de los estudiantes».

5. Acercamiento físico deliberado, excesivo o innecesario con los estudiantes

“El tema del contacto físico con los estudiantes es complejo y requiere el uso de mucho criterio, especialmente en un contexto en que las expresiones de afecto puedan estar arraigadas en nuestra cultura social”.

“El criterio es que ningún estudiante debe sentirse obligado a establecer un contacto físico con el (la) profesor(a), por lo que se debe preguntar previamente si algún(a) estudiante podría sentirse incómodo(a) al implementar una actividad que conlleva este contacto. Esto incluso puede ser considerado válido cuando se pueda entender que hay una razón pedagógica para dicho contacto”.

“Se debe tener especial cuidado en las áreas como medicina, teatro, música, deportes o kinesiología, pero también en áreas de las ciencias exactas, especialmente en aquella docencia que requiere una cercanía mayor entre el profesor y los alumnos para la enseñanza de instrumentos de medición (uso de microscopios, manipulación de instrumentos astronómicos, etc)”.

6. Desarrollo de actividades y evaluaciones académicas en horario no académico o fuera del ámbito universitario

“Las evaluaciones a los estudiantes deben ser siempre realizadas en horarios académicos y en los espacios destinados para ello en el contexto universitario. En este sentido, es altamente recomendable planificar todas las evaluaciones del curso para que éstas se lleven a cabo en dependencias de la universidad o ligadas a esta (por ejemplo, en la red del campo clínico) y en horarios oficiales que dispone el calendario académico de la universidad”.

“Se considera inapropiado realizar evaluaciones académicas de los estudiantes en dependencias o espacios donde el cuerpo académico realice su actividad profesional privada, fuera de la universidad (por ejemplo, oficinas, consultoras, clínicas u otras dependencias). Asimismo, se considera una práctica inapropiada realizar evaluaciones a estudiantes fuera del horario oficial establecido por la universidad”.

7. Uso de redes sociales compartidas entre profesores y estudiantes para fines no académicos

“En una relación entre docente y estudiante es siempre importante mantener los límites entre la vida privada y familiar, junto con definir el marco de espacio en el cual es esperable que la comunicación fluya. Herramientas como la mensajería instastánea pueden transgredir fácilmente dichos límites, al mismo tiempo que entregan información sobre horarios de conexión, lectura y actividad. Por esto, la recomendación de buena práctica es que el cuerpo académico debe comunicarse con los estudiantes a través de las herramientas oficiales de comunicación a las que da acceso la Universidad Católica a través del Portal UC (webcurso) o sistema de mails”.

“La vinculación de profesores o ayudantes con estudiantes a través de redes sociales (Facebook, WhatsApp, Telegram u otras plataformas) es una potencial fuente de problemas por conductas que pueden ser malinterpretadas, información que puede circular fuera del contexto o que sea interpretada como una trasgresión a los espacios privados”.

8. Realización de reuniones con estudiantes a puerta cerrada en oficinas

“Cuando no se tenga una oficina que ofrezca condiciones adecuadas para una conversación sensible con un estudiante (visibilidad desde el exterior con puertas vidriadas o transparentes), es preferible mantener la puerta abierta o eventualmente utilizar una sala de reunión o realizar la reunión con un miembro del equipo de docencia o de la dirección de pregrado si se considerara necesario, especialmente cuando se va a tratar un tema delicado”.

9. Participación en actividades sociales extra universitarias con estudiantes en contextos inadecuados

“La interacción entre estudiantes y profesores fuera de la universidad no es algo que sea negativo en sí mismo”.

“Se espera que todos los miembros de la universidad respeten en todo momento y contexto, dentro y fuera de la universidad, su código de honor, así como los principios que orientan la Política de Prevención de Violencia Sexual. Por lo anterior, los debidos límites entre estudiantes y profesores se deben también mantener en caso que existan actividades fuera de la universidad, ya que la asimetría de poder entre estudiantes y profesores se mantiene, incluso cuando un alumno ha dejado de tener clases con un determinado docente”.

“Es importante señalar que muchas de las acusaciones, y sobre todo las más graves, hacen referencia a hechos ocurridos fuera de las universidades, y sobre todo en contextos donde se ha consumido alcohol de forma excesiva. Esto último es muy claro en la mayoría de los escándalos que se han producido y denunciados últimamente en Chile y en el extranjero. Si académicos organizan actividades sociales que involucran a estudiantes, se recomienda que estas sean realizadas en espacios y horas adecuadas, en contextos donde asistan otros académicos y se limite el consumo de bebidas alcohólicas en caso de que hubiese, y donde se defina una hora clara de inicio y término que cierre el evento, asegurándose que todos los invitados dejen el espacio donde se realice la actividad”.

El instructivo completo puede ser revisado aquí.

 

Además, hay un anexo con lineamientos y recomendaciones al cuerpo académico para la prevención de conductas inapropiadas y de hechos de violencia sexual en la relación con los estudiantes, este ítem da cuenta de una serie de ejemplos.

El otro anexo se refiere a las políticas asociadas y estado de implementación y seguimiento de las acciones en la prevención de violencia sexual, que explica qué se debe hace si se es víctima de acoso o violencia sexual.

 

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