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Ahora sí me siento mujer Yo opino

Ahora sí me siento mujer

Odette Freundlich
Por : Odette Freundlich Kinesióloga especialista en sexualidad y disfunciones del suelo pelviano. Directora de Centro Miintimidad.
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Quiero compartir con ustedes la historia de Josefina, que nació como hombre, llamándose José, y a los 8 años se dio cuenta que algo raro le sucedía pues sentía que estaba en un cuerpo equivocado.

No sabia cómo expresarlo, pero se lo contó a su madre quien siempre lo apoyó.

Durante muchos años, José acudió donde un farmacéutico quien le proporcionaba hormonas femeninas, con lo cual fue modificando su aspecto físico.

A los 18 años y después de terminar el colegio, pidió que lo llamaran Josefina. A los 25 años se sintió atraída por Mario de 27 años, con quien comenzó una larga relación de amor, respeto y apoyo. Josefina quería sentirse mujer de verdad y tener vagina, es entonces donde decidió buscar ayuda y realizarse una cirugía de reasignación de sexo. A los 30 años, se la efectuó exitosamente y al fin consiguió sentirse mujer de verdad.

Pero no todo siguió tan fluidamente, pues cuando intentó iniciar su vida sexual con relaciones íntimas penetrativas por vía vaginal no lo logró, pensó que esto se solucionaría con la práctica y no ocurrió así.

Ahí fue cuando recibí a Josefina y Mario, pidiendo ayuda para solucionar su problema. Después de una minuciosa evaluación, pude detectar que Josefina sufría de Vaginismo (contracción involuntaria de los músculos de la vagina, frente al intento de penetración), además de una desconexión y falta de propiocepción con su nueva vagina.

Trabajamos durante 10 sesiones, con el objetivo de conectarse con esta nueva estructura en su cuerpo, aprender a cómo reconocer la musculatura vaginal y a tomar control de ella, para lograr relajarla voluntariamente.

Luego pasamos a la terapia con dilatadores o tubos de diferentes diámetros, los cuales se introducen en la vagina para desensibilizar el área, perder el temor y acostumbrarse al roce.

En la penúltima sesión acudió con Mario para recibir todas las instrucciones de cómo debería ser el “esperado encuentro”.

En la ultima sesión me emocionó la cara de felicidad de ambos y la declaración de Josefina: “Ahora sí me siento mujer de verdad, no sé cómo agradecerte el haberme ayudado a cumplir mi sueño”.

A veces no basta con realizarse una cirugía de reasignación de sexo, es importante aprender a cómo integrar esta nueva estructura (vagina) al esquema corporal y lograr su funcionalidad, para tener una salud sexual satisfactoria.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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