«Las mujeres pueden aumentar el crecimiento, reducir la desigualdad y aportar diversificación a la economía», dijo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, se refirió a la inclusión social femenina como «un bien económico» y no solo como un «imperativo moral».
«Queda mucho trabajo por hacer, muchos brechas que cerrar, y se necesita mucha más igualdad para las mujeres, en este país y en otros, para ser capaces de conseguir, de una manera inclusiva, lo que son realmente capaces de lograr», comentó Lagarde tras reunirse con una veintena de mujeres líderes de la sociedad paraguaya, como la ministra de Hacienda, Lea Giménez.
La directora gerente del FMI hizo mención durante su intervención a los estudios de su institución acerca de la participación de la mujer en la economía y su aporte positivo al desarrollo del país.
«Las mujeres pueden aumentar el crecimiento, reducir la desigualdad y aportar diversificación a la economía», añadió.
De esta forma, recordó que los mayores desequilibrios proceden de las diferencias entre hombres y mujeres, lo que se resolverá cuando ellas comiencen a participar en la vida pública y política.
Aunque las destinatarias principales de su discurso fueron las mujeres, Lagarde pidió a los hombres que se sumaran a esta lucha, un mensaje que también repitió la ministra de Hacienda de Paraguay, Lea Giménez, en su declaración ante la prensa.
La titular de la cartera económica de Paraguay animó a los hombres a «revertir las estadísticas» que les sitúan a ellas por detrás en empleos formales, salarios o participación política.
De hecho, Paraguay es uno de los cuatro países de Latinoamérica con menor porcentaje de mujeres electas en sus cámaras, aunque espera invertirlo con una ley de paridad democrática que logró media sanción en la Cámara de Senadores el pasado 8 de marzo.
«El empoderamiento de la mujer es un derecho inherente al propio ser humano», declaró Giménez, y añadió que «el mundo ha comenzado a escuchar y a actuar» en respuesta a las reivindicaciones femeninas.
Junto con Lagarde y Giménez, intervino Margarita Irún, una de las protagonistas de Las Herederas, la película paraguaya premiada en la Berlinale, que leyó el mismo comunicado que la ministra, pero en guaraní, el otro idioma oficial del país.
Entre las invitadas a la comida con Christine Lagarde se encontraban mujeres paraguayas de distintos sectores, diferentes edades y diversas trayectorias, desde jóvenes emprendedoras, hasta mujeres de las finanzas o lideresas indígenas.
También participaron en el encuentro la recién nombrada Sandra Quiñónez, primera mujer designada fiscal general del Estado en Paraguay, o la ministra de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat, Soledad Núñez.
Algunas de las asistentes consultadas por Efe relataron que durante la comida Lagarde se mostró «sensibilizada con los sectores indígenas» y manifestó su «compromiso y conocimiento académico de la situación de la mujer».
Estas mismas fuentes también contaron que la directora gerente del FMI compartió con ellas sus experiencias, anécdotas e historias personas al frente de la institución y les recomendó actuar con la seguridad de «conocer lo que hacen y cómo lo hacen».
La directora gerente del FMI visitó Ciudad Mujer, un centro para atender de forma gratuita a cerca de 25.000 mujeres al año, a las que se les dará apoyo y orientación en salud, violencia, capacitación laboral, educación para la equidad y atención infantil.
