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Qué es la vejiga hiperactiva, un problema que afecta en silencio a muchas mujeres Bella y Sana

Qué es la vejiga hiperactiva, un problema que afecta en silencio a muchas mujeres

El impacto en la calidad de vida es tan alto que un 40 % de las mujeres que padecen la enfermedad sufren de síntomas depresivos


La vejiga hiperactiva suele ser un problema poco conocido, pero muy común entre el género femenino. Se estima que un 15 % de la población a nivel mundial sufre de esta enfermedad.

Se calcula que en Chile al menos un millón de mujeres padecen de vejiga hiperactiva y su frecuencia aumenta con la edad, siendo mucho más prevalente en adultos mayores, es decir, sobre los 80 años, con una probabilidad del 40%.

Además, afecta en mayor magnitud a pacientes diagnosticados con diabetes.

El Dr. Valentín Manríquez, ginecólogo de Clínica Avansalud explica que la vejiga hiperactiva se define como la presencia urgente de miccionar (orinar), donde en la mayoría de los casos existe un aumento considerable en la frecuencia miccional durante el día y la noche.

La urgencia, es el síntoma más relevante de este síndrome clínico que se define como la sensación súbita, imperiosa e impostergable de tener que vaciar la vejiga. Además el escape de orina involuntario que se desencadena durante la sensación de urgencia de miccionar aumentan.

Por lo general, la persona recurre a un especialista y luego se debe realizar una serie de exámenes para descartar enfermedades inflamatorias que podrían afectar a la vejiga que explique los síntomas, como por ejemplo, una infección urinaria.

Las causas de la vejiga hiperactiva son variadas. Puede estar asociada a enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson, las lesiones de la médula espinal, entre otras. Sin  embargo, la gran mayoría de las vejigas hiperactivas son de causa desconocida y asociadas al envejecimiento, menciona el ginecólogo.

El mayor problema es su impacto en la calidad de vida de quien padece la enfermedad: un 40 % de las mujeres que padecen la enfermedad sufren de síntomas depresivos. Asimismo, existe mayor riesgo de infecciones urinarias, daño a la piel, fractura
de cadera, entre otras.

Los tratamientos son variados en número y complejidad. Van desde adecuar la ingesta de líquido, suspender irritantes de la vejiga como el té, café, mate, bebidas con gas, ejercicios físicos del piso pélvico guiados por kinesiólogo, reentrenamiento vesical, fármacos, neuromodulación periférica y central y la utilización inyecciones vesicales.

Lo importante es que con una adecuada evaluación y diagnóstico se puede mejorar en forma considerable a una paciente que padezca de vejiga hiperactiva, explica el especialista.

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