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¿Es machismo que Justin Timberlake vuelva a actuar en el Super Bowl y Janet Jackson siga castigada? Yo opino

¿Es machismo que Justin Timberlake vuelva a actuar en el Super Bowl y Janet Jackson siga castigada?

Alejandra Valle
Por : Alejandra Valle Periodista, porteña. Conductora de televisión, editora de revistas, con un largo currículum en diversas plataformas de información. Directora en www.elmostrador.cl/braga @siliconvalle
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Confieso que cuando leí esta noticia se me vino a la mente el episodio Carolina Arregui – Fernando Kliche – Óscar Rodríguez. En esa ocasión, Carolina le fue infiel a Óscar con Fernando. Ella fue despedida. Él no sólo siguió contratado, sino que además protagonizó la siguiente Marrón Glacé, la cual con tantos cambios fue un bodrio en comparación con la primera. Para mí, y varias personas más con las que he copuchado alguna vez sobre ésto, el hecho es el ejemplo más claro del machismo que impera en nuestra sociedad. A la mujer se le castiga, mientras al hombre casi se le premia por lo mismo.

Volviendo a la noticia que nos convoca, lo que sucede es lo siguiente. Ayer se confirmó que Justin Timberlake estará haciendo el show del entretiempo en el Super Bowl 2018, el programa de televisión con más rating de Estados Unidos, un hito deportivo y de la industria del entretenimiento a la vez. Doce minutos de descanso, que sólo pueden aprovechar para mostrar su arte, quienes han tenido un gran año en la industria. Y Timberlake sin duda se merece ese puesto.

[cita tipo=»destaque»] Si consideras que cada uno tenía el 50% de la culpa y a mí solo me culparon un 10%. Creo que eso dice algo sobre nuestra sociedad. Creo que América es más severa con las mujeres y con la gente de otras etnias. [/cita]

El problema se remonta al año 2004, cuando Justin se subió junto a Janet Jackson a ese mismo escenario y ambos protagonizaron el llamado Nipplegate. ¿Qué es el Nipplegate? Por si alguien lo ha olvidado, ese año, Timberlake mostró uno de los pechos de la cantante, que estaba adecuadamente decorado con un piercing. Aquello hizo que más de un millón de espectadores presentasen querellas y Janet Jackson fue vetada en los canales de radio y televisión musicales. Una campaña que no afectó a su compañero, quien dos años después publicó su segundo álbum, FutureSex/LoveSounds, y fue aclamado por el público y la crítica.

La carrera del carismático rubio no ha parado, cosechando éxito tras éxito en distintas áreas del entretenimiento: probó suerte en el mundo del cine, se ganó un puesto en el programa de humor Saturday Night Live y el próximo año se convertirá en el cantante solista que más veces ha actuado en el famoso evento norteamericano, incluyendo la ocasión en la que aún formaba parte de NSYNC.

Claro que Justin Timberlake, un hombre inteligente, es consciente del diferente impacto que tuvo en ambos el Nipplegate. En una entrevista para MTV, dijo: “Es redundante decir que aquello fue bastante injusto. Si consideras que cada uno tenía el 50% de la culpa y a mí solo me culparon un 10%. Y creo que eso dice algo sobre nuestra sociedad. Creo que América es más severa con las mujeres y con la gente de otras etnias”, expresó, refiriéndose también al #whiteprivilege o privilegio del que gozan los blancos con respecto a las otras razas en Estados Unidos.

Mientras la carrera de Justin sólo ha crecido en esta última década, Janet parece ser la única perjudicada tras el Nipplegate. Viacon, propietaria de MTV, VH1 y un sinnúmero de emisoras de radio y canales de televisión, retiró los videos y canciones de Janet Jackson como represalia por permitir que se le viera un pezón. La cantante se convirtió en el objeto catalizador de la ira de la América más puritana, que no dudó en atacarla relacionándola incluso con las acusaciones de pederastia que su hermano Michael había recibido. Una estatua de Mickey Mouse vestido como ella en el video de Rhythm Nation fue retirada de Disney World. Hasta la sacaron de la lista de presentadores del Grammy, donde estaba previsto que diera pie para mostrar un homenaje a Luther Vandross (con él había cantado uno de sus grandes éxitos, The Best Things in Life are Free). A Madonna, Britney Spears y Christina Aguilera las aplaudieron de pie por besarse entre ellas, a Janet la obligaron al exilio por mostrar un pezón. Las mujeres podemos ser objetos sexuales, pero sólo cómo y cuándo los demás quieren, si nosotras lo elegimos está mal.

La diferencia de trato entre Timberlake y Jackson sigue. El disco Damita Jo de la artista, lanzado un mes después de la Super Bowl, fue boicoteado por numerosos medios y no alcanzó las ventas ni el éxito de sus trabajos anteriores.

Pero la injusticia a Janet, se convirtió en un avance tecnológico que deberíamos agradecerle. Porque podríamos decir que gracias a la artista tenemos YouTube. Sí, tal cual, YouTube. Así al menos lo hizo saber Jawed Karim, quien confesó que ante la frustración por no poder encontrar la actuación de la dupla en Internet, un joven programador de PayPal, él mismo, tuvo la idea de crear una plataforma online en la que cada usuario pudiera subir de forma sencilla y rápida sus propios videos. Karim declaró que gracias al Nipplegate y al Tsunami de Tailandia nacería en 2005 YouTube. Internet y el mundo no volverían a ser los mismos.

Janet tampoco. Hoy está retirada de la música. Fue madre a los 50 años y lo único que quiere es dedicarse a Eissa, quien también es hijo de Wisam Al Maná, empresario de origen qatarí, que es uno de los hombres más ricos de Oriente Medio, con una fortuna cifrada en más de 1000 millones de dólares. Están separados.

Queda claro que el episodio Nipplegate está teñido de machismo, algo que el propio Timberlake ha declarado. Pero la verdad es que Justin se merece estar en ese escenario por su talento y su carrera artística.

Quizás nadie estaría reclamando si la NFL (National Football League) le hubiese pedido disculpas a Janet Jackson. Sería justo. Porque se las merece: su nombre quedó para siempre asociado al Nipplegate; se transformó en un chivo expiatorio para los conservadores, que la usaron para tapar la difícil situación social (guerra en Irak, elecciones); y hasta el día de hoy sus canciones no suenan en algunos canales y radios. Quizás que Justin Timberlake vuelva al Super Bowl no es machista. Pero que las consecuencias de un hecho en el que ambos tuvieron la misma responabilidad, sólo hayan sido para Janet Jackson, sí lo es.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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