Polémica
Un hombre de Valencia de 40 años vuelve a la carga por demostrar que es hijo del cantante español con una prueba de ADN conseguida por un detective privado. A Alejandro Sanz le costó el matrimonio el hijo que reconoció fruto de una infedilidad. Y Mick Jagger perdió dos veces en tribunales.
Javier Sánchez tiene 40 años, creció en el distrito marítimo de Valencia y es el hijo secreto de Julio Iglesias, uno de los cantantes que más discos ha vendido en la historia, y de una bailarina portuguesa. Al menos así lo aseguró Fernando Osuna, el abogado de Sánchez, durante una conferencia de prensa en los tribunales de Torrent, España. Osuna asegura haber obtenido en Miami, Estados Unidos, a través de un detective español, material de ADN de un familiar directo y varón –un hermano, un hijo o el padre- del artista. Y haber comprobado que existe una coincidencia del 99,9% con el de su cliente. El hombre, según contó el profesional, se encuentra “contento, nervioso y expectante”.
A pesar de contar con una prueba que considera irrefutable, el abogado sevillano, que ha llevado otros casos de paternidad, anticipa que la batalla judicial con el equipo jurídico de Julio Iglesias, que comenzará en los próximos días con la interposición de una demanda, será larga.
“Ellos lo intentarán todo. Decir que la competencia para juzgar el asunto no es de España, sino de Estados Unidos o la República Dominicana. Impugnar la prueba. Decir que el detective que la consiguió la manipuló, que la cadena de custodia no fue legal… Si fuera mi cliente yo lo haría”, declaró Osuna.
Javier Sánchez nació en 1976 y, según la demanda, fue fruto de la relación mantenida un año antes por María Edite Santos y Julio Iglesias, cuando éste estaba casado con Isabel Preysler, actual pareja de Mario Vargas Llosa.
En 1992, María Edite le contó a la prensa su relación acompañada por su hijo, que mostraba un claro parecido con el artista. Un juez de Valencia le dio la razón, pero la demanda fue desestimada más tarde en apelación. Julio Iglesias nunca aceptó someterse a la prueba de ADN.
Pero Julio Iglesias no es el único artista que ha sido demandado por paternidad. Los casos son variados y con distintos resultados también.
Hacerse o no hacerse el examen
A Alejandro Sanz, por ejemplo, le costó el matrimonio. Un desliz conyugal y posterior demanda de paternidad, acabó con la relación de Alejandro Sanz y Jaydy Mitchel. El cantante tuvo una relación con la masajista y peluquera de su mujer, Valeria Rivera, y reconoció que era padre de Alexander, su hijo. Actualmente Alejandro Sanz mantiene una estrecha relación con el pequeño.
Eddie Murphy rechazó la demanda de Mel B, ex Spice Girl, por la paternidad de su hija Angel Iris. En 2007, las pruebas realizadas al actor cómico confirmaron que era el padre.
Diego Armando Maradona también fue demandado por paternidad hasta tres veces. El ex futbolista se negó a realizarse los exámenes, por lo que la justicia falló a favor de los demandantes. Maradona, entonces, se vio obligado a pagar la pensión de dos de los tres niños; en el caso de uno de ellos la demanda no prosperó por fallecimiento de la demandante.
Lo mismo sucedió al bailarín Joaquín Cortés. La justicia lo obligó a reconocer a Samuel, el hijo de su asistente personal Katie Asumu, como suyo, tras una larga batalla judicial.
Dos actores también tuvieron que reconocer a hijos con los que no contaban: Jude Law, tuvo una niña tras una relación fugaz con la modelo neozelandesa Samantha Burke en 2008, y Hugh Grant, que tras reconocer públicamente que había tenido un hijo con la actriz Tinglan Hong, diecinueve años menor que él, tuvo un segundo bebé con ella un tiempo después.
Muy precoz fue Carlos Baute, quien tras años de litigio, tuvo que reconocer la paternidad de José Daniel Arellán, un joven de 23 años que nació como fruto de una relación que tuvo el cantante a los 15 años, mientras que su madre tenía 13.
Mick Jagger tuvo doblete: perdió dos demandas de paternidad, una con Marsha Hunt, con la que tuvo a su actual hija mayor, Karis (nacida en 1970), y otra con la modelo brasileña Luciana Giménez Morad, con el que tuvo a Lucas Maurice, nacido en 1999.
El caso que da más giros fue el de Boris Becker: los resultados del análisis de ADN lo señalaban como padre de Anna, hija de la modelo Angela Ermakova. Sin embargo, él afirmaba que entre ellos sólo hubo sexo oral. Se llegó a decir que Angela se las ingenió para hacerse fertilizar con el esperma que había ‘sustraído’ del tenista tras su encuentro sexual. No obstante Boris cumplió con sus obligaciones económicas, incluso años después reclamó la custodia compartida de Anna, con la que guarda un gran parecido físico.
