Polémica
Estuvo meses que se iba, que volvía, que se quedaba. Pero lo cierto es que cuando en febrero Susan Fowler denunció por acoso sexual al hasta entonces carismático líder de la compañía, nadie habría imaginado que Travis Kalanick terminaría renunciando definitivamente: esa acusación era sólo la punta del iceberg de una historia que incluye malos tratos y hasta su apoyo a Trump.
«Amo a Uber más que cualquier cosa en el mundo y, en este difícil momento de mi vida personal, he aceptado la solicitud de los inversionistas de hacerme a un lado para que Uber pueda volver a seguir creciendo en lugar de distraerse con otra pelea». Con esas palabras, el líder de la mayor empresa de transporte compartido del orbe y uno de los hombres más ricos del planeta, según Forbes, puso una lápida a su cargo de director ejecutivo de la compañía que fundó el 2009.
Travis Kalanick, quien se mantendrá en la junta directiva de la plataforma de transporte privado, renuncia tras una larga investigación sobre las prácticas de la empresa y los escándalos que la asedian, los que incluyen una denuncia de acoso sexual como punta de lanza.
Fue el 19 de febrero pasado, cuando la ingeniera de software, Susan Fowler, ex empleada de Uber, escribió una publicación en su blog personal en la que relataba su año trabajando en la firma, durante el cual sufrió acoso y discriminación sexual sin que gerentes o el departamento de Recursos Humanos hicieran algo al respecto.
Su testimonio se volvió viral en redes sociales y se popularizó con el hashtag #DeleteUber, el cual había surgido semanas antes, cuando se acusó a la compañía de boicotear un paro de taxistas y por la presencia de Kalanick en el panel de asesores de Donald Trump.
De acuerdo al portal Mashable, en ese momento alrededor de 200 mil personas habrían borrado la app de sus teléfonos celulares, justo cuando en Chile se prendían las alertas por el pago en efectivo que llevaba alrededor de seis meses y que aún no convence a los taxistas ni a los propios choferes de Uber por la inseguridad que implica andar con dinero.
La empresa de transporte no se quedó de brazos cruzados y a cada persona que solicitaba ser borrada de la app, le enviaban una carta que decía lo siguiente: “Todo el mundo en Uber está profundamente herido después de leer el blog de Susan Fowler. Creemos en formar un lugar de trabajo donde un profundo sentido de justicia subyace en todo lo que hacemos y es la prioridad número uno de todos crear cambios en los próximos meses y años”.
Esos cambios comenzaron de inmediato. Al día siguiente de la publicación de Fowler, Uber contrató al ex secretario de Justicia de EE.UU. Eric Holder, y a la abogada Tammy Albarrán para investigar la compañía. Y lo que encontraron fue una caja de Pandora.
Según Dave Lee, periodista de tecnología de la BBC en San Francisco, esa publicación del 19 de febrero «marcó el comienzo de la crisis que vive la startup de Silicon Valley de la que más se ha hablado en los últimos años».
Además, la cultura corporativa de la empresa, valorada en US$70.000 millones, fue criticada por ser agresiva y esto se agravó cuando se difundió un video del propio Kalanick hablando de manera despectiva a uno de los conductores de la firma.
El conductor se quejó por las bajas tarifas del servicio y, en un momento dado, el empresario le contestó lo siguiente: ¿Sabes qué? A algunas personas no les gusta asumir la responsabilidad de su propia mierda. Culpan a alguien más de todo lo que pasa en sus vidas. ¡Buena suerte!». Poco después, el (entonces) CEO de Uber se disculpó y aseguró sentirse avergonzado y que tenía que cambiar como líder.
Pero no hay que olvidar que Kalanick simboliza, de acuerdo con Lee, «la peor cara de la ‘cultura de colegas’ del mundo de la tecnología». «Un hombre forrado de dinero con una ambición imparable que no se detenía por nadie. Hasta ahora», según el periodista de la BBC.
Claro, porque esta semana la junta de accionistas pidió su renuncia definitiva, luego de que la semana pasada Travis sólo había anunciado un tibio retiro indefinido para recuperarse de la muerte de su madre (el 20 de mayo pasado) y “para que Uber 2.0 sea exitoso no hay nada más importante que dedicar mi tiempo a construir el equipo directivo», según escribió en un correo electrónico enviado a toda la plantilla, sin especificar nada más.
Eso sí, este empresario y programador californiano, no fue el único trasquilado con la investigación. Eric Alexander, el jefe de Uber en la región de Asia-Pacífico, salió de la firma después de que se le señaló de obtener los registros médicos de una mujer que había sido violada por un conductor de Uber en 2014. Según lo reportado, Alexander compartió esa información con Kalanick, con el vicepresidente Emil Michael y otros ejecutivos. Alexander fue despedido a comienzos de este mes y Michael dejó la compañía poco después.
Este mes, Uber dijo que había despedido a más de 20 empleados y tomado acción contra otros después de una revisión de más de 200 quejas de recursos humanos que incluyeron acoso e intimidación.
Cronología de eventos que propiciaron la crisis corporativa de Uber (Fuente: BBC Mundo)
