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Cambiando la mentalidad: colegios de hombres se organizan contra el machismo Destacado

Cambiando la mentalidad: colegios de hombres se organizan contra el machismo

Al interior de algunos de los colegios emblemáticos de hombres se está generando cierta reflexión que busca terminar con los roles de género impuestos por la sociedad. Ya sea desde la dirección, desde los docentes o desde los mismos alumnos hay ciertas ganas de romper los estereotipos.


Este viernes el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género y el Instituto Nacional firmaron un convenio para concretar iniciativas que promuevan en la comunidad educativa la disminución de los estereotipos de género que existen en la sociedad.

Y es que el machismo está instaurado incluso en la educación, la que sigue fomentando las desigualdades entre hombres y mujeres, tanto por el curriculum escolar o por seguir replicando labores y conocimientos que son más para un género que para otro.

La Directora Nacional del Senameg, Laura Echeverría, dijo en la ocasión que los establecimientos educacionales “muchas veces se reproducen estereotipos asociados a la cultura imperante, que dicta qué significa ser hombre y qué significa ser mujer, y el rol que debe cumplir cada uno en la sociedad”.

Así mismo, el Rector del Instituto Nacional, Fernando Soto, sostuvo que su establecimiento vive una gran paradoja, al tener una tradición muy asentada como colegio para hombres. «Siendo una comunidad educativa tenemos que mostrarle a los jóvenes y a los niños cómo es el universo que los rodea y ese universo tiene géneros que matizan la realidad, y ya va siendo hora de que revisemos esa contradicción y aquellas cosas que están incompletas y que mejoremos nuestra propuesta educativa”, señaló.

«Nuestro proyecto educativo está un poco cojo cuando no están en nuestras aulas las miradas femeninas respecto del universo”, agregó.

Y si bien en este caso existe una visión por integrar la perspectiva femenina desde las autoridades, existen colegios de hombres que se han organizado derechamente para combatir el machismo presente en la sociedad y en sus comunidades educativas.

Hace aproximadamente dos años, se creó el Colectivo Lemebel, una de las primeras organizaciones secundarias feministas que se dieron a conocer en Chile. Aunque en ese entonces se forjó en el Liceo Manuel Barros Borgoño, ahora funciona en todo el gran Santiago.

El colectivo, además de homenajear al escritor y artista Pedro Lemebel, busca construir alternativas en contra del machismo y la homofobia desde la educación. Según su declaración de principios, se creó «como una instancia que busca la extinción del machismo y de las actitudes de dominación y desigualdad».  Para eso, realizan intervenciones artísticas, debates o talleres, entre otras actividades.

En el caso de los estudiantes del Instituto Nacional Barros Arana, cada año organizan una marcha para celebrar su aniversario. El recorrido de la marcha incluye pasar por fuera del Liceo de niñas Javiera Carrera, por lo que a través del tiempo se volvió tradición realizar cantos insultando a las estudiantes.

Ante la molestia de las alumnas y como señal de respaldo y atendiendo a la necesidad de generar espacios en contra del machismo, un grupo de estudiantes del INBA, guiados por la profesora de filosofía Elizabeth Llanquinao, decidieron crear la Secretaría de Masculinidades y Sexualidad (Semasex). El trabajo junto a Llanquinao facilitó la institucionalización de la agrupación e hizo más fácil que los otros estamentos la aceptaran.

Para Miguel Ramírez, miembro de la Semasex y delegado de sexualidad del centro de estudiantes del INBA, el enfoque de la secretaría es trabajar dentro de los establecimientos educacionales, organizando charlas, seminarios y otras actividades. “La experiencia ha sido difícil porque ha sido una lucha dura. El machismo está muy impregnado en nuestra cultura”, comenta Ramírez respecto al trabajo de la secretaría.

Actualmente, Semasex está integrada por alumnos desde séptimo básico y, además de organizarse dentro del INBA, se han relacionado con Amnistía Internacional y con otros estudiantes secundarios.

Las movilizaciones del 2016, y las tomas que se dieron a raíz de éstas, generaron la instancia para que la Semasex junto a grupos de estudiantes de otros establecimientos educaciones, conformaran la Coordinadora de secundarios feminista (Cosefem) que demanda una educación no sexista.

La Cosefem no trabaja junto a las organizaciones de secundarios como la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) ni la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), puesto que consideran que la postura de éstas frente a la educación no sexista es deficiente.

Y si bien han tenido poca constancia en su funcionamiento, en junio pasado organizaron el Primer encuentro secundario de la diversidad sexual, lo que ellos mismos califican como un hito en la historia de los estudiantes secundarios en Chile.

Uno de los motivos que ha desembocado en la creación de espacios en contra del machismo, es el acoso y discriminación que viven estudiantes no heterosexuales por parte de distintos grupos dentro de los liceos.

En la educación secundaria, no son sólo los alumnos quienes discriminan, sino que también algunos docentes, como es el caso de un profesor de filosofía del Liceo José Victorino Lastarria, quien fue denunciado por los propios estudiantes debido a dichos misóginos y homofóbicos dentro de sus clases.

Según el relato de un alumno, el profesor «a pesar de que en la clase ejemplificó reiteradas veces con comentarios sobre las mujeres que eran distracción a los hombres cuando caminaban para provocarlos, que ellas movían sus caderas y que el hombre dejaba de pensar, la clase iba bastante común. Las risas sobre estos comentarios fueron de parte de un grupo de alumnos, mas otros nos sentimos incómodos. La clase prosigue, hasta que un compañero le hace una acotación al profesor: ‘En el electivo vimos pensamientos perpetuos de Aristóteles, usted cómo Aristotélico ¿cree en aquello?’ A lo que el profesor contesta: ‘Usted olvídese de electivo, allá está la profesora y acá está Cataldo, ella es una platónica y acá un Aristotélico porque somos mucho más inteligentes, allá una mujercita, y acá un macho alfa'».

Tres estos hechos, el profesor debió renunciar a la asesoría que brindaba al centro de estudiantes.

En el Liceo Lastarria, los estudiantes también se organizaron para conformar dos frentes de disidencia: el Colectivo Kaskivanas, que educa a través de la performance, y la Subsecretaría de Convivencia y Diversidad, que enfrenta el machismo desde lo artístico, análitico y teórico.

Danko Herrera del Segundo Medio B, quien dirige la subsecretaría, sostiene que el objetivo es terminar con la ignorancia sobre lo que es el género y la sexualidad dentro del liceo, por lo mismo, el próximo 17 de mayo habrá un interescolar sobre género.

Sobre las reacciones que han tenido los integrantes del liceo Lastarria, Herrera explica que han sido más positivas que negativas, puesto que el centro de alumnos apoya la iniciativa, así como también los profesionales a cargo de la dirección del establecimiento. “Somos pocos disidentes sexuales, pero hay muchos alumnos que apoyan la causa de liberación”.

La subsecretaría, además de establecer contacto con otros liceos, se relaciona con la municipalidad y actualmente están postulando a un concurso para así obtener fondos y fomentar el trabajo de la organización.

Otros establecimientos también han desarrollado secretarías y organizaciones para combatir el machismo: el Liceo Arturo Alessandri Palma creó la Secretaría de Género y Disidencia Sexual (SeGeDi) que ha trabajado en conjunto el Colectivo Lemebel, Kaskivanas, Liceo Lastarria e INBA.

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