Publicidad
Maternidad castigada y cómo el feminismo ha abandonado a las madres Yo opino

Maternidad castigada y cómo el feminismo ha abandonado a las madres

Jenny Bruna
Por : Jenny Bruna Mujer, madre, periodista y escritora. Directora http://www.mamadre.cl y Mov Ciudadano Infancia Ahora. Vive en Valparaíso.
Ver Más


Decía el censo ¿trabajó usted la semana pasada en alguna actividad remunerada en dinero o especies? Si tu respuesta fue que te dedicas a criar a tus hijos, entonces de seguro quedó anotado que no has trabajado ¿No he trabajado? Si me paso 24/7 cuidando, criando y conteniendo a mis hijos, para el Estado de Chile es que “no trabajo”, joder, o yo me equivoqué de planeta o quienes crearon el Censo no tienen idea de crianza.

Y quizás sea que el Censo es el reflejo de aquellos valores que más esencialmente mueven al país, porque es verdad, en el día a día, en las políticas públicas, en las conversaciones, incluso en las luchas feministas, la maternidad es invisibilizada y, por sobre todo, castigada. Desde empleadores que te piden certificados que demuestren que te estás cuidando si estás en edad fértil, a sutiles y no tan sutiles campañas de mobbing laboral en el mismo momento que anuncias que estás embarazada; despidos frecuentes una vez terminando el fuero maternal, no pago sistemático de licencias después de los seis meses del bebé e imposibilidad casi total de conseguir trabajo si tienes un hijo menor de cinco años, y así una larga lista de escollos que nosotras, las que somos madres, sufrimos y vivimos en silencio y soledad, comiéndonos las lágrimas día a día.

[cita tipo=»destaque»] Cómo no vamos a ser castigadas, discriminadas, maltratadas si nosotras debemos hacerlo todo, y para colmo ¡hacerlo bien! Eso señores, eso es el machismo en su máxima expresión. [/cita]

Y es que ser madre en Chile pareciera ser la peor traición que una mujer puede cometer contra el género y contra el Estado, como si el parir nos volviera menos feministas, menos mujeres, menos ciudadanas… Hace unas semanas, Rafael Gumucio comentaba en la radio, que un post natal extendido era un escollo para la lucha feminista porque perpetuaba a la mujer en su rol de cuidadora. Pero ¿acaso no es al revés? ¿Acaso no es el feminismo el que ha abandonado a las madres al aislarlas y no hacer eco de sus necesidades y de sus derechos vulnerados? ¿Acaso no deberíamos apoyar a aquella que por opción PERSONAL decide quedarse en casa criando? ¿Acaso no deberíamos luchar con la misma vehemencia que hoy luchamos por el aborto -que dicho sea de paso es una cruzada que también apoyo- para lograr que se termine con todo tipo de discriminación contra las madres?

Y no, no piensen que exagero, que yo directora de una revista de maternidad y feminista errante he recibido los golpes en la cara de mis propias hermanas porque he hecho de la maternidad mi bandera de lucha, porque nunca pero nunca antes me sentí más abusada que desde el momento en que decidí parir, porque pareciera ser que para el Estado de Chile al convertirme en madre dejé de ser mujer.

Y no es que a nadie les importen las madres, porque claro que les importamos, porque dejamos de ser fuerza de trabajo, porque si se nos ocurre disfrutar la crianza nos volvemos peligrosas, entonces ahí van con discursos de libertad regalándonos salas cunas por doquier, separando del pecho materno al bebé antes que nosotras como mujeres estemos preparadas, ahí van angustiándonos con el fuero, con las licencias, porque para colmo los hijos son cosa de mujeres y no sólo en la intimidad del hogar, sino también en las políticas públicas, cómo no vamos a ser castigadas, discriminadas, maltratadas si nosotras debemos hacerlo todo, y para colmo ¡hacerlo bien! Eso señores, eso es el machismo en su máxima expresión, y nadie en 27 años de democracia ha tenido los cojones o el útero lo suficientemente firme para exigir que de una vez nos dejen de castigar por ser madres, que ante todo somos mujeres y no tenemos porque ser súper woman, súper madre, ni súper nada!

Por eso en el día de la madre y en pleno año de elecciones como MUJER, como MADRE, como periodista, como ciudadana les pido que guarden las flores, los chocolates, los corazones y las poesías melosas en honor a las “santas madres” y nos regalen de una vez una legislación que nos proteja de los depredadores, que dejen de ponernos el pie encima, que dejemos de ser cachos, que ser o no fértil no sea tema de la entrevista de trabajo, les pido, les exijo y les cuento, por si no lo saben, que lo único que queremos las madres es DESCANSO e IGUALDAD de derechos con los hombres padres, porque sepan ustedes algo: criar NO es cosa de mujeres, es cosa de la sociedad completa.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias