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¿Son los cruceros realmente las vacaciones soñadas? Tendencia

¿Son los cruceros realmente las vacaciones soñadas?

Mientras la oferta de cruceros crece y se populariza, es importante considerar que accidentes, enfermedades y otras cosas pueden pasar en este tipo de viajes.


Cada día los chilenos deciden escoger más los cruceros como una alternativa para viajar, sobre todo por la entretención, comida, alojamiento y un recorrido que prometen ser inolvidable.

La oferta ha aumentado y los precios son bastante más accesibles que hace algunos años. Un viaje puede costar desde US 500 (300 mil pesos aprox) por una semana -sin considerar pasajes aéreos- y hay alterativas en diversas partes del mundo.

Sin embargo, es necesario considerar aspectos importantes antes de tomar la decisión de embarcarse. Así lo escribió Lia Ryerson  en Business Insider, que consideró más de veinte razones para no ir a un crucero.

Lo primero es considerar el mareo. «No hay forma de prevenir el mareo por movimiento al 100 por ciento», dijo el Dr. Art Diskin, director médico global de Royal Caribbean Cruises. Y si bien puede que pase con los días, las náuseas y vómitos pueden ser bastante molestos.

Además, hay gente por todos lados. Muchos cruceros están superpoblados -2500 pasajeros más 1000 de tripulación- y en los días de navegación andan todos dando vueltas por ahí, por lo tanto no se recomiendan para personas algo claustrofóbicas o reacias a que extraños invadan su espacio personal.

Las habitaciones pueden ser estrechas y los cruceros son más pequeños de lo que parecen, por lo que hay que tener cuidado al discutir con alguien porque tendrán que compartir espacio por varios días.

Otro aspecto es que si la comida de resort no es de tu agrado, la de los cruceros no es de mucha mejor calidad, ya que está destinada a abastecer a una gran cantidad de gente más que a tener una elaboración perfecta.

El paquete en general incluye alimentos y algunas bebidas no alcohólicas, pero el costo de los tragos va sumando en la cuenta final, aún cuando sea un crucero del tipo «todo lo que pueda beber». También hay que considerar cargos ocultos por servicio.

Varios crucero son con pago sin dinero en efectivo y cargan las compras en la habitación. Algo que parece cómodo pero que puede transformarse en una pesadilla pues la tentación puede ser grande con compras y actividades extras y todo va sumando y sumando hasta la cuenta final.

Viajar solo es mucho más caro. Si una tarifa para dos personas cuesta 500 dólares, para una sola persona sale el doble según Los Angeles Times.

También puede ser una fuente de contagio. Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades demuestran que los brotes de virus no son nada de raros. En 2017, por ejemplo, más de 500 pasajeros se enfermaron en dos cruceros de Royal Caribbean.

Las estadísticas también señalan que uno de cada 10 huéspedes de cruceros contrajo una enfermedad gastrointestinal. Eso le pasó al Royal Caribbean que partió de Fort Lauderdale a Jamaica en diciembre. «Fue aterrador ver a todas esas personas con vómitos y diarrea a la vez. Algo espantoso», declaró Tracy Flores, uno de sus pasajeros, al WPLG Local 10 News.

Si las posibles enfermedades, puede hacer un viaje por crucero algo terrible, hay otras estadísticas bastante más tristes: un total de 304 personas se arrojaron al mar entre 2000 y 2018, según un estudio de Cruise Junkie. Otro informe publicado por la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) en 2016 estableció que 19 personas se arrojan cada año al mar.

Además, hasta 200 personas desaparecieron inexplicablemente en cruceros desde el año 2000, según un cálculo del Dr. Ross Klein, autor de «Cruise Ship Blues: El lado oculto de la industria de cruceros».

Y existe el riesgo de quedar varado en el mar, como le pasó a alrededor de 20 mil pasajeros de cruceros luego del paso del huracán Harvey en 2017 quienes tocaron tierra una semana después de lo previsto.

También ocurren accidentes. De acuerdo con un informe de la firma de investigación G.P. Salvaje, aproximadamente 60 personas se lesionan por año por «percances operacionales», que pueden ir desde pequeños incendios hasta colisiones o hundimientos.

Algo poco grato ocurrió en el crucero Carnival Triumph en 2013, cuando tras un incendio el sistema de plomería se derrumbó y los pasajeros estuvieron expuestos a aguas residuales sin tratar. «Lo peor que me ha pasado. Algo repugnante», contó la pasajera Ann Barlow a The Independent. Había aguas fecales corriendo por las paredes y el suelo. «Hay caca y orina por todo el piso. Hemos tenido que defecar en bolsas de plástico», sostuvo Kalin Hill, otra pasajera.

Por si eso fuera poco, hay que considerar que los tiempos de paseo son bastante cortos. Los barcos permanecen en puerto entre 5 a 9 horas, por lo que no hay mucho tiempo para conocer una ciudad. Y no hay que olvidar que todos los pasajeros están recorriendo en el mismo momento, por lo que demorarse en volver puede ser un riesgo ya que el crucero no te esperará. Si llegas tarde, te quedas en tierra y tus pertenencias se van sin ti.

En caso de que eso ocurra, la mayoría de las empresas de cruceros tienen agentes en el área del puerto que buscarán una alternativa para poder tomar el barco en la próxima parada. Si no se puede, te enviarán tus pertenencias una vez que concluya el crucero. Cualquiera de las alternativas serán costosas.

Y por último, hay que considerar que los cruceros no solo generan la misma cantidad de humos de dióxido de azufre que 13.1 millones de automóviles en un día, sino que también vierten en el océano agua de sentina, una mezcla de líquidos provenientes del cuarto de máquinas, filtraciones, restos de combustibles, etc. que producen los barcos y que es nocivo para el medio ambiente.

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