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Sabores de la ciudad: Squella Marisquería, del mar a la mesa Crítica gastronómica

Sabores de la ciudad: Squella Marisquería, del mar a la mesa

Este pintoresco restaurante, que hace olvidar que se encuentra en la capital por su playera decoración, se maneja en la totalidad de sus servicios.


Al ingresar puede quedarse en el primer piso, donde tienen un comedor con precios más bajos y una carta mas acotada. Si quiere comer el marisco sin tanta manipulación y muy fresco, éste es el lugar. Aquí los encuentra vivos y en un ambiente que se asimila a una caleta.

En el segundo piso el ambiente es más formal, aunque manteniendo el estilo costero.  Su colorida decoración, exceso de madera y ese grato olor a sus preparaciones, lo hará trasladarse cerca del mar.

El servicio es rápido y con mucho conocimiento. Sin preguntarlo, creo que en su mayoría de los que atienden ahí llevan años.

¿Qué probamos? Veníamos dateados por un colega para partir por Picorocos al pilpil ($6.900), una delicia. Con el picor necesario y la cantidad de ajo perfecta para que no sea molesto. Si no es fanático de este crustáceo, esta es su oportunidad.

Continuamos con ¼ de Pulpo ($12.400) tiernamente cocido, para luego grillarlo y ser presentado sobre unas papas con verduras. El pulpo, aunque no tenía un poco de resistencia como me gusta, cumplía todas mis expectativas de sabor qué, en combinación con el acompañamiento, formaban un equilibrado plato.

Para terminar, un Pullmay al estilo Squella ($12.100), que vendría siendo un curanto preparado en olla y no en un hoyo como lo preparan en el sur.  Una mezcla de potentes sabores, aportados por las carnes y mariscos. Es un plato que levanta muertos e ideal para un día domingo.

Squella Marisquería tiene simples pero muy bien logradas preparaciones, a las que cuesta encontrarles puntos bajos. Este sin duda puede transformarse en uno de sus restaurantes preferidos.

Algunos precios están un poco inflados, pero si tiene la tarjeta de El Mercurio le vendrá súper bien el 30% de descuento, sino inténtelo. Quizás, como a mi, le vaya bien.

Ricardo Cumming 94, Santiago.

Servicio: Bueno (80%)

Comida:  Bueno (83%)

Ambiente: Bueno (72%)

Precio: De los $ 18.000 a $ 23.000

 

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