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La liberación de estrés es uno de sus principales beneficios.
Una vez que se prueba, difícilmente se puede parar la adicción. Eso es lo que provoca saltar en paracaídas, un deporte extremo que cada día suma más adeptos. Y no es menor, considerando el alto nivel de estrés que tiene lanzarse en caída libre a 200 kilómetros por hora.
Como indica el diario El Mercurio, muchos de los que lo practican por primera vez se vuelven adictos y pasan a profesionalizar su pasatiempo. Es el caso de Circovolante, grupo formado el 2005 que compite en torneos nacionales e internacionales y, cuando no están compitiendo, son una productora a cargo de realizar tomas desde paracaídas.
Uno de los integrantes de Circovolante, Domingo Raide, cuenta que es más seguro lanzarse en paracaídas que andar en auto. «El miedo nunca se va, pero disminuye. Es como una meditación», asegura.
Agrega que los valientes que se atreven a lanzarse, lo hacen en grupos o «tandem». porque «así se liberan más». El grupo, que es campeón nacional de salto en paracaídas, asegura que cada vez que saltan, «quieren volver a saltar». Pasatiempos de vacaciones.
